CAPITULO 6: Cenando Con Sam

9.6K 524 18
                                    


Movía mis manos nerviosamente mientras escuchaba a Sam y a David hablar de videojuegos o de equipos de futbol favoritos, una vez que  el auto es estacionado frente a nuestra casa bajo rápidamente para adentrarme a ella.

Rezo pidiendo algún especie de milagro que permita que nuestra abuela no se encuentre en e casa, ya que conociéndola perfectamente se que me interrogará y lo interrogará a él lo que hará que me sienta más incomoda de lo que ya me encuentro.

- Mamá ya llegamos –Dije entrando a la cocina en donde veía a mi abuela moviéndose ágilmente por toda la cocina

- hola cariño ¿como te...? –Se quedó viendo atrás de mí con los ojos de par en par– ¿quién es él?

- un gusto señora me llamo Samuel, soy el amigo de su hija –Dijo estrechando la mano de mi abuela quien soltó una risita con un brillo especial en sus ojos

'Por favor, no te imagines ideas equivocadas' pienso.

- el gusto es mío me llamo June... y Ana ¿por qué no me comentantes que no tenías amigos?

- no tengo amigos mamá, él solo está en mi clase... –Me dispongo a ayudarle poniendo la mesa

- permítame –Dijo Sam ayudandola a llevar los recipientes llenos de comida a la mesa– pues ella solo me tiene a mí ya que me rogó para que anduviera con ella y pues acepte –Mi abuela soltó una sonora carcajada

- Samuel cállate, él es quien me ruega, ¡te lo juro! –Empezamos a comer, la charla estuvo muy animada, en realidad ellos hablaban yo solo comía en silencio

Y como era de esperarse nuestra abuela le interrogo.

Los chicos empezaron a jugar videojuegos, subí a mi habitación, y me mire en el gran espejo que se encontraba en este, mis ojos se encuentran con una chica pálida con ojeras debajo de sus ojos, esta chica tiene una mirada apagada cuyos ojos reflejan tanto dolor y sufrimiento que me es imposible sostenerle la mirada.

Las lágrimas se empiezan a deslizar por mis mejillas rápidamente, limpio de estas en silencio.

-  ¿Ana? te estaba buscando yo... ¿te encuentras bien?

Entra a la habitación con pasos lentos y pausados hasta donde yo me encuentro, se para frente a mí y me mira a través del espejo, su expresión cambia de confusión a tristeza, apoya su mentón en mi hombro derecho sin apartar los ojos de los míos.

- Ana, no sé si te había comentado algo al respecto pero eres hermosa –Dijo después de varios segundos observándome, hago una pequeña mueca tratando de disimular el vuelco que hizo mi corazón

- jamás digas eso –Trato de sonar fría

- ¿Por qué? –Frunció el ceño

- no soy hermosa...soy fea, mi aspecto es...

- no digas tonterías, eres preciosa –Me dedica una dura mirada 

- ¿por qué eres así conmigo?...yo no –Bajé la mirada y el me hizo girar sobre mi propio eje encarandolo

- tú no mereces el trato que te estás dando y yo me encargaré de cambiar tu forma de pensar –Beso mi frente

- ¿Cómo estas tan seguro de que puedes cambiarme? ¿cómo lograrás hacerlo?

- Lo estoy –Sonrió con auto-suficiencia– aún no sé como, pero lo haré

- Pero...

- Ten fe Ana...podemos salir de esto

- ¿Cómo no sé qué me vas abandonar como lo hicieron los demás? ¿Cómo sé que me prometerás muchas cosas pero no las cumplirás? –Otra lágrima baja por mi mejilla, este se encarga de limpiarla, para regalarme un dulce sonrisa 

- No soy como los demás Ana, quiero que te quede claro eso ¿de acuerdo?

- Lo sé, tu eres diferente... y eres un terco –Bromeo, este ríe

- Ven –Tomo delicadamente mi mano para dirigirse a la cama, nos acostamos en esta para hablar estupideces  lo que queda de tarde.

Samuel se mira el reloj que rodea su muñeca y hace una mueca, se reincorpora soltando un largo suspiro, con el ceño fruncido imito su acción.

- ¿Qué pasa?

- Nada, es solo que tengo que regresar a casa, mamá debe estar preocupada –Dijo poniéndose de pie

- Oh está bien –Dije haciendo un puchero, este mira mis labios para luego relamerse los suyos

- Bien –Deposita un tierno beso en mi frente para darme un leve caricia en mi mejilla– descansa Ana, nos vemos mañana ¿de acuerdo?

- Está bien –Dio vuelta sobre sus talones y se dispuso a irse

- Sam –Este para para mirarme por encima de su hombro– ten cuidado ¿de ?acuerdo –Mordiendo mi labio inferior, este me muestra una gran sonrisa para luego desaparecer por el pasillo, solté un suspiro para luego asomarme por la ventana y ver como se subía a su automóvil y se perdía a la siguiente calle

- Dios –Susurre, tome mi piyama para cambiarme y luego acostarme a dormir


Perder para GanarWhere stories live. Discover now