CAPITULO 52: Cuidando A Ana

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Narra Samuel Cipriano:

Me desperté y entre al baño para dejar que la lluvia artificial cayera sobre mi cuerpo desnudo, Salí con la toalla envuelta en mi cintura y abrí mi armario para tomar unos tejanos negros y una camiseta sencilla azul y la chaqueta que me regalo Ana de aniversario, cuando pensé en ella una gran sonrisa apareció en mi rostro.

idiota” Se burlo mi consciencia

Vete a la mierda pensé

Arregle mi cabello mientras cepillaba mis dientes y baje a desayunar en donde me encontré a mi hermana y a mi madre moviéndose por toda la cocina.

 -buenos días familia- Dije entrando y daba un beso en la mejilla a cada una

- buenos días- Dijeron ambas al unísono, tome la leche y me prepare un cereal para comérmelo rápidamente y volver a cepillarme

- ¿Por qué te vas tan temprano a la universidad?- Dijo Lina mientras devoraba su tostado y me mirada de forma incrédula

- siempre voy a recoger a Ana- Dije con una gran sonrisa en mi rostro

- ¿Ana? La chica que trajiste aquí- Dijo mi madre incrédula

- esa misma

- no me gusta para que sea…

- no me importa, la quiero mucho y nada ni nadie me va a separar de ella- Dije rápido, ellas se miraron para soltar una carcajada

- era broma cariño- Dijo mi madre besando mi mejilla, yo las fulmine con la mirada para salir de mi casa con una gran sonrisa, Dios la quiero ver otra vez

Una vez que estuve al frente de su casa presione la bocina y espere a que salieran, después de segundos entro David a la parte trasera del auto.

 -hola Sam ¿Cómo estas?

- bien y tu- Dije despelucando su cabello, el me fulmino con la mirada, tenia los mismos hermosos ojos de su hermana- y ¿Ana?

- no tarda, es que amaneció enferma- Dijo sacando su video juego

- ¿Qué? ¿Cómo que enferma?- Dije preocupado

Dirigí la mirada a la puerta y allí venia Ana con unos tres sacos puestos, una bufanda, guantes y un gorrito blanco, se veía tan adorable, tenia la piel mas pálida de lo normal y su nariz estaba algo roja, entro al auto y soltó estornudo, yo bese su mejilla.

 -¿Cómo estas?- Dije mirándola con preocupación, ella me miro con una sonrisa débil

- estoy resfriada hasta los huesos… olvide tomar el medicamento antes de acostarme- Dijo avergonzada

- no te preocupes cariño… yo te cuidare- Dije arrancando el auto, deje a su hermano en la escuela y nos dirigimos a la universidad, el día estaba normal, ni tan frio, ni tan caluroso, nos bajamos y Ana no paraba de destornudar lo que me preocupaba, se tomo otras pastillas y me calmo diciendo que ya le estaba pasando

- hola chicos- Dijo Isabela llegando con los demás

- hola- Dije y Ana volvió a destornudar

- ¿alguien esta enfermo hoy?- Dijo Harold preocupado, ella asintió

- no me digas que saliste hacer ejercicio en la noche- Dijo Tania regañándola, ella se encogió de hombros mientras tocia y se disculpaba

- la lluvia me tomo de sorpresa- Dijo con la voz entre cortada Ana, yo la apegue mas a mi cuerpo para que entrara algo en calor, todos la mirábamos con preocupación, le arrebate la mochila para colgármela en el hombro y dirigirme a la primera hora de clase

Nos sentamos en los pupitres y me senté con Ana en los últimos, la profesora empezó a explicar que sabe que cosa, Ana arrecosto su cabeza en el escritorio y se quedo dormida mirando hacia donde estaba yo, empecé a observar esos pequeños detalles que la caracterizaban ser tan ella, tan Ana, ella empezó hacer pequeñas muecas y su cara empezó a tomar color y sus mejillas se tornaron de un color rojo extremo y pequeñas gotas de sudor empezaron a salir de sus pequeños poros, alarmado puse mi mano en su frente y estaba ardiendo, me levante con Ana en brazos y todos nos voltearon a ver.

 -tengo que ir a la enfermería pronto- Dije alarmado, la profesora se acerco y toco el rostro de Ana y la quito de repente preocupada

- vaya rápido- Dijo esta

 Salí lo más rápido posible del salón para casi correr por los pasillos con ella en brazos y entre a la enfermería.

 - ¡Necesito ayuda! - Dije alterado, tres enfermeras vinieron a socorrerme y la pusieron en una camilla con intravenosa y algunas inyecciones para la fiebre, Ana poco a poco fue despertando, yo tome su mano y ella me miro con una sonrisa en sus labios

- ¿Qué paso Sam? ¿Qué hago aquí?- Dijo frunciendo el ceño, yo le di un corto beso en los labios para empezar a explicarle lo que le había pasado

Los chicos vinieron a visitarla de vez en cuando y a final de jornada ella ya se encontraba bien para después de dos días para ser la Ana que conozco.

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