Hogwarts: pt 2

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Ya había pasado un mes desde el incidente en las escaleras, Arion y Allison se gustaban, pero todavía no estaban saliendo, Dan y Arion eran los mejores en hechizos, pero Arion sobresalía, los maestros no sabían porque un estudiante de primer año, y sangre sucia era tan poderoso, había algo en el que nadie entendía, Arion podía lanzar hechizos sin uso de las palabras, también podía usar un extenso numero de hechizos, lo maestros estaban simplemente fascinados.

-Hey, Eleutherios- decía Dan mientras se acercaba a Arion corriendo, -Que pasa? sucede algo? -, -No algo malo, solo quería asegurarme que si ibas a ir al partido de Quidditch, jugamos contra Ravenclaw- Arion sonríe y le toma el hombro a Dan, -No me lo perdería por nada, pero necesito practicar mis habilidades en batalla, uno nunca sabe que podría pasar- Dan le sonrió y se fue al patio donde se encontraba todo el equipo de Quidditch de Gryffindor. Arion se dirigía al bosque prohibido, ahí nadie lo podría molestar mientras el se hacía más fuerte cada vez. Llegó a donde entrenaba habitualmente, había demasiados árboles tirados y también muchos troncos rotos, al igual que piedras, se veía que Arion se tomaba muy enserio eso de ser mejor que los demás, Arion comenzó a entrenar, mientras entrenaba empezó a llover, lo cual le gustaba, porque lo ayudaba a concentrarse más, cada vez que el estaba entrenando se nublaba y comenzaban a caer rayos por todas partes, pero a el eso se le hacía normal, solo pensaba que tenía mala suerte. El seguía entrenando cuando escuchó unos ruidos por los árboles, no sabía que era pero estaba un poco asustado, agarró su varita y lanzó un hechizo haciendo que todos los árboles a su alrededor salieran volando, así podría ver que estaba ahí. Eran centauros que lo querían cazar, Arion trató de defenderse pero eran demasiados y lo atraparon, lo pusieron en una red, mientras Arion gritaba más fuerte y se sentía más desesperado los rayos caían más seguidos, los truenos sonaban más fuerte y los ojos de Arion se estaban volviendo azules completamente, ya no se alcanzaba a distinguir su pupila, todo el ojo era azul que sacaba pequeña electricidad de ellos, en el grito más fuerte que dio cayó un rayo en el haciendo que los centauros se quemaran y el podría escapar, estaba muy asustado ya que a el no le pasó nada cuando el rayo le cayó encima, solo tenía pequeñas heridas en la cara y el pecho, y un agujero en su ropa donde el rayo había caído, fue corriendo lo más rápido posible a Hogwarts, no se estaba dando cuenta pero cada vez su velocidad iba incrementando iba más y más rápido cada vez, estaba dejando un rastro de llamas su al rededor de toda la electricidad que sacaba de su cuerpo, cada que su velocidad incrementaba iban saliendo pequeños rayos de el, sus ojos seguían iguales, color azul y con pequeños rayos saliendo.

Hefesto se dio cuenta de lo que estaba pasando así que corriendo fue a ver que fue lo que estaba ocasionando todo ese incendio, Hefesto llegó al inicio del bosque prohibido, escuchando que algo o alguien se acercaba con rapidez, Hefesto se puso en posición para detener lo que se acercaba, se oía cada vez mas cerca, un kilómetro, quinientos metros, doscientos metros, cincuenta metros, Hefesto alcanzó a ver una luz azul celeste acercándose a mucha velocidad, Hefesto hizo un campo de fuerza para que no pasara a Hogwarts pero Arion iba tan rápido y llevaba tanta fuerza que rompió el campo de fuerza, Hefesto alcanzó a ver a Arion de reojo, lo vio con los ojo azules con rayos, todas sus heridas y sangre, y con el agujero en su ropa que había provocado ese rayo. Arion siguió corriendo hasta que chocó con una pared, Hefesto se acercó rápidamente y vio a Arion inconsciente en el piso, -Oh no, ya descubrió su verdadero potencial, necesito advertirle a Maryan que tiene que abortar esta misión-, Hefesto estaba muy preocupado, corrió hacía su oficina con Arion en sus brazos, pero lo había cubierto con una manta para que nadie lo viera, o nadie viera lo que estaba cargando, Elizabeth vio a lo lejos a Hefesto que llevaba cargando un cuerpo, era muy notorio, a parte ella creyó que Arion pudiera ser el que estaba ahí, ya que el partido de Quidditch estaba a punto de comenzar y no había señal de Arion, así que ella decidió seguir a Hefesto, en el camino se encontró a Dan. -Hey, Eli, tienes que ayudarme a buscar a Arion, no lo encuentro y el es el capitán, estamos a nada de empezar el juego-, -Dan hazme un favor, trata de conseguirme mucho tiempo, trata de parar el juego de Quidditch lo más que puedas, Hefesto llevó a Arion a su oficina, y creo que estaba inconsciente- Dan asintió con la cabeza y fue hacia el campo de Quidditch, Elizabeth tomó un atajo y llegó primero a al oficina de Hefesto, se escondió y esperó a que Hefesto llegara.

Hefesto abrió la puerta de un golpe, tiró todas las cosas que estaban en su escritorio y puso a Arion sobre este, cuando lo destapó un pequeño ruido salió de la boca de Elizabeth, pero Hefesto no alcanzó a escucharlo, Arion estaba lleno de heridas, sangre y su ropa tenía muchos hoyos. Hefesto estaba pensando que hacer, si utilizar oblivio para que Arion no recordara nada de esto o explicarle lo sucedido. Elizabeth quería estar más de donde estaba Arion, así que decidió moverse muy lentamente arrastrándose por el piso hacia el escritorio de Hefesto, donde se encontraba Arion, pero esto no le salió, Hefesto sacó su varita y amenazó a Elizabeth, -Creo que ya sabe que va a pasar aquí señorita Kelly- Hefesto estaba apuntando a Elizabeth con su varita, -No! Por favor no, solo quería ver como estaba mi amigo, necesita ir al partido de quidditch, si no van a perder por default y no quiero que eso pase, o sea no porque sea mi casa si no porque...- Hefesto la interrumpió, -Basta! No le haré nada señorita Kelly, pero tiene que salir de aquí, se aproxima algo... Más bien alguien que no quiere conocer- Elizabeth un poco confundida por lo que dijo Hefesto se acerca a Arion, poniendo su mano sobre el pecho de este, Elizabeth cerró los ojos y se concentró en las heridas que recorrían el cuerpo de Arion, Hefesto veía sorprendido, las heridas de Arion comenzaron a desaparecer, -Señorita.. Como hizo eso?- Elizabeth sonrió, -Bueno cuando pasas demasiado tiempo con la enfermera aprendes algo- Hefesto sonrió, pero la felicidad de estos dos no duro mucho ya que calló un rayo impresionantemente grande y una fuego celeste que más tarde se transformó en Zeus apareció en la oficina de Hefesto.

Hefesto vio a Zeus con rencor, pero Zeus habla primero, -Hermano... Veo que tienes a mi hijo aquí, acostado en tu mueble de madera, solo vengo a asegurarme que esté bien... Y necesito hablar con él- Hefesto estaba nervioso pero Elizabeth estaba muy sorprendida, había demasiadas cosas que ella no entendía y quería hacerlo que estaba muy emocionada, -Zeus, no puedo permitirte que hables con Arion, vienen en camino desde el campamento que tu fundaste tres semidioses con órdenes de atacar a tu hijo, y si él conoce su verdadero potencial... Los acabará- Zeus ríe, -Entonces cancela la orden, pero nada ni nadie me va a impedir que hable con mi hijo- Zeus se acerca a Arion y le da un pulso de electricidad para que despierte, Arion despierta muy confundido, -Hefesto, niña, déjenme a solas con mi hijo- Arion se levanta y ve junto a él un adulto mayor muy musculoso con pelo y barba blanca, -Arion, tenemos que hablar sobre tus poderes, no los puedes estar usando así como así, puedes matar a muchas personas y hacerte daño a ti mismo- Arion un poco confuso pregunta, -Y cuales son mis poderes y como los puedo usar?-, Zeus responde -Tienes el poder del rayo, un poder muy poderoso, es superior a todos, puedes fácilmente conducir electricidad sobre el agua, hacer barreras de rayos que nada ni nadie pueden penetrar, pero la manera más fácil de controlarlos, es usándolos en una batalla de verdad, así que no te puedo decir que tienes que practicar para controlarlos, solo tienes que usarlos- Arion confundido le dice, -Todavía tengo una pregunta más, quien eres?-, Zeus se levanta de la mesa y empieza a desaparecer, -Yo Arion, soy Zeus Eleutherios... Tu padre-.

Choque entre dos mundosWhere stories live. Discover now