SOLO MÍA ━━ [Finalizado] 《2》

23. Vivre Card (Borrador)

(Tn) seguía en la tina de agua entregándose al frío de agonía que había invadido su cuerpo, se dejaba ir de a poco mientras se sumergía en el agua.

Katakuri apenas regresaba de su misión, y aunque se lamentaba por ello, nuevamente quedaba a cargo en la horrible tarea de escoltar a la pobre prisionera. Pero por más que odiara hacerlo, eran órdenes de su Madre y Capitana, por lo tanto tenía que obedecer.
Llegó a la habitación para entregar unas cosas que Caesar había pedido, ya que nadie de los autorizados para entrar a las instalaciones estaba desocupado.

Al momento en el que Katakuri entró al lugar, buscó a Caesar, más este no estaba.
«Quizá fue a comer algo». Concluyó al no encontrarlo. Puso las cajas y los formularios sobre el escritorio, y le llamó la atención el silencio que invadía el área. No se escuchaba nada, a excepción de agua cayendo.

—Ella está en el baño. —musitó el muchacho. Se dirigía a la puerta cuando un olor peculiar lo detuvo de seguir su camino—. ¡Sangre! —exclamó apresurándose con rumbo al baño. A medida se acercaba, el olor se volvía más fuerte para su sensible nariz. Quiso abrir la puerta pero estaba asegurada por dentro, así que no tuvo más remedio que derribarla de una patada. Cuando logró entrar, se encontró con algo que lo dejó turbado. Ante sus ojos, había una bañera llena de sangre, donde (Tn) estaba sumergida en el agua enrojecida. —¡Tonta! ¡¿Qué has hecho?! —exclamó Katakuri.

La sacó del agua y presionó un botón de emergencia para llamar los Médicos. Como ella ya no respiraba... Katakuri no supo qué más hacer a parte de darle respiración de boca a boca, y poner su mochi sobre las heridas para detener el sangrado. Por un breve momento, Katakuri pensó en dejarla morir. Sintió que habría sido más humano dejar que eso pasara a esperar que ella siguiera sufriendo y muriera lentamente por todo lo que quizá tuviera que seguir soportando. Pero por alguna razón, no pudo permitirle morir, y quiso refugiarse en la idea de que sólo la salvaba porque su mamá la necesitaba con vida para satisfacer sus propósitos.

En algún lugar del Océano...
Law, desesperó aún más al ver que la Vivre Card estaba por desaparecer. Veía su mano con ojos temblorosos, imaginando lo peor, pensando distintos horribles escenarios en los que (Tn) podría estar. Se sentía impotente, atribulado, un inútil por no llegar a tiempo y salvarla.
«De nuevo... le voy a fallar de nuevo». Pensó en medio de su desesperación.
Le vino a su memoria el día que descubrió a (Tn) en su submarino. Sus caras de travesura al robar comida por las noches, su risa contagiosa cuando algo le causaba gracia, su rostro lleno de ilusión al hablar de sus sueños. El enojo que ella mostraba cuando no la dejaba salir a explorar por los peligros que pudieran haber. También recordó aquel día en que él...

Penguin iba caminando hacia la oficina de Law, quería preguntarle porqué habían cambiado el curso del submarino tan repentinamente, y cuando cruzó la puerta, la cuál estaba abierta, encontró a Law al borde de perder la cordura con una Vivre Card quemándose en su mano.
Law lloraba y se reía, su mirada estaba apagada y su cuerpo temblaba.

—¿Law? —le habló asustado—. ¡¿Law qué sucede?! —lo tomó de los hombros y lo sacudía—. ¡Law! ¡Reacciona Law! —tuvo que golpearlo en el rostro.

—Morirá, Penguin... —logró articular el ojigris.

—¿Quien Law? ¿Quién morirá?

—(Tn) está muriendo. —respondió con la mirada al suelo. Penguin estaba en Shock por las palabras de Law, y por el papel a punto de desaparecer que este tenía en las manos. Pero sabía que uno de los dos debía mantener la calma, aún así no sabía qué decir para darle aliento a su Capitán.

Entretanto en Whole Cake...
Los médicos llegaron a atender a la muchacha que estaba al borde de la muerte. Hicieron todo en su poder para salvarla, y a pesar de que tuvieron éxito al detener el sangrado y tratar las heridas..., tenían malas noticias: no habían reservas de su tipo de sangre y a pesar de que se regeneraba rápido, su estado crítico jugaba en contra. Todo esto se lo informaron a Katakuri.