SOLO MÍA ━━ [Finalizado] 《2》

8. Recuerdos (Borrador)

Cayó la noche y el ambiente aún estaba muy animado. Algunos no perdieron el tiempo, y volvieron a la pequeña muchacha una adicta al juego con los dados, pero su suerte era tan pésima que nunca acertó ni un sólo resultado.
Otros jugaban a las vencidas con ella, en ese juego resultó invicta con 19 Victorias y 0 derrotas. Para en entonces había bebido tanta cerveza que apenas se podía mantener en pie. Pero estaba divirtiéndose mucho y se negaba a ir a dormir.
Luego de un rato, al fin la inquieta señorita se sentó a relajarse. Kid llegó a hacerle compañía.

—¿La estás pasando bien? —preguntó el pelirrojo.

—Sí —con un poco de dificultad por el mareo, ella volteó a verlo—, Sí, pero creo que he bebido mucho, no estoy acostumbrada a esto. —respondió (Tn) con la cara roja. Él se rió muy fuerte al ver el estado de la joven.

—Oye, si vas a imitarme... que sea en todo. Un Eustass Kid no puede embriagarse con un par de cervezas. ¡Se requiere más que eso! —alardeó burlándose de ella.

(Tn) sonrió al verlo tan feliz y relajado, ella no quería arruinar el momento, pero había algo que quería preguntarle.

—Kid...

—¿Hmmn? —articuló, bebiendo su Ron.

—¿Porqué incendiaste Pueblo Escondido hace meses? —Kid bajó la mirada y su sonrisa se borró.

—No tienes que contestar. —sintió que había arruinado su humor y se sintió fatal—. Discúlpame, no debí preguntar. —Kid recordó ese día, y decidió sincerarse...

—Varias semanas antes de que desembarcáramos ese día en esa Isla, una chica llamada Jesse se había infiltrado en un barril de carga. Ella también viajaba de polizón como tú. —volteó a ver a (Tn) y ella le regaló una leve sonrisa—. A los días de haberla descubierto, Jesse terminó uniéndose a nosotros porque insistió diciendo que su sueño era conocer el mundo. Como no era combatiente, se volvió asistente del cocinero. Era una persona muy suave y muy amable, definitivamente no estaba hecha para ser pirata, pero tenía tantos deseos de venir con nosotros que no pude negarme. —se restregó los ojos—. El primer día en que llegamos a esa Isla, todos nos separamos a explorar. —tomó varios tragos de su ron—. Un bandido local quiso asaltarla, ella opuso resistencia y el maldito terminó matándola. —se frotó la melena y se sintió frustrado—. Cuando supe de lo sucedido, me apresuré y llegué a la escena del crimen, y vi que dos Marinos se estaban llevando su cuerpo. Los imbéciles se negaban a entregármela, así que luché contra ellos y terminé matándolos en un arranque de ira. —tomó más de su ron—. Ella era uno de los míos, así que tenía que recuperarla a cualquier costo. —fijó su mirada en sus botas y parecía vacío—. Luego de recuperar el cuerpo de Jesse, busqué al maldito infeliz que la había asesinado pero la gente lo ocultaba alegando que nosotros éramos extranjeros, y que no teníamos el derecho de molestar a nadie de su pueblo. Eso me enfureció aún más y quemé todo el lugar. De esa manera fue como encontré al bandido y lo maté con mis propias manos. —se miró la palma de la mano derecha y la volvió un puño. Se notaba su frustración—. Fue mi culpa que ella haya muerto. No la protegí, ni envíe a nadie para que la cuidara mientras compraba las provisiones. —dijo el pelirrojo con mucha tristeza en sus ojos.

Al ver su pesar, (Tn) puso su mano en el hombro de Kid para confortarlo.

—Lo siento, en verdad lo siento. Pero no es tu culpa... no seas duro contigo mismo. —Él no respondió ante eso y continuó contándole lo que había sucedido.

—El día siguiente se corrió la voz de lo que yo había hecho en el pueblo, pero nadie habló de los motivos que tuve para actuar de esa manera. Por eso le aumentaron el precio a mi recompensa y tuvimos que irnos porque llegaron varios buques de la marina.