With You I Found My Happiness - Demi Lovato Y Tú.♡

Capitulo 13.

Me encanto observar su hogar, si bien se trata de un apartamento pequeño sentía una extraña sensación, era acogedor, bastante acogedor, en mi hogar yo no lo sentía como tal, no me sentía en casa, al contrario, me sentía sola, bastante sola pero es que al fin al cabo lo estaba, yo estaba sola, aún así, eso no sucedió en el apartamento de tn.
Podía observar su incomodidad o vergüenza al mostrarme cada rincón de su hogar pero yo lo observaba todo encantada, si bien se podía observar que ella vivía sola pues el único recuerdo familiar era una pequeña foto en el que se observa a tn de niña sosteniendo entre sus brazos a una pequeña bebé, bebé que supuse era su hermana, pero aún así, aún con la falta de recuerdos podía sentir un aura completamente distinta para mí, sentía comodidad, tranquilidad, pero no lo relacione precisamente con el apartamento, lo relacione a la presencia de la chica que me enseñaba su hogar porque así mismo me sentí cuando ella me abrazó como se lo pedí. Me sentí en casa, me sentí en mi hogar y tal vez sus brazos eran mi hogar pero yo lo debía dejar pasar. La tranquilidad no es una constante en mi vida y estaba segura que así como ella llegó a mi vida, así mismo se va a ir.

Las personas nunca permanecían en mi vida. Yo solo me encariñaba, las apreciaba, amaba y apoyaba pero cometía un error y ellas ya no estaban aún cuando yo les perdonaba prácticamente todo. Generaba un sentido de dependencia hacia las personas que llegaban y cuando se iban solo generaban que la soledad de mi corazón avanzará y se agrandará.
No lo comprendía pero yo terminaba aburriendo a las personas que se encontraban a mi alrededor, solo no era suficiente para ellas y se alejaban.

Tal vez si pudiera yo también me alejaría de mi misma, es decir ¿quién quiere estar en mi vida?. Exactamente, nadie. Yo en ocasiones ni me soportaba, era una molestia para los demás, solo causo problemas y tal vez por eso estoy sola, por que no era merecedora de compartir mi vida con alguien, por que nunca sería suficiente para alguien.

Sino me amo yo misma, nadie podría amarme.

Trate de calmar mis pensamientos observando a tn,  no recuerdo muy bien como llegamos a esta situación, ella dormía plácidamente a mi lado, de hecho se quedó dormida mientras me observaba con una pequeña sonrisa. Recuerdo que le informé que dormiría en su sillón ya que fui yo quien se entrometio en su apartamento, aún así se negó, dijo que las princesas dormían en camas y ella dormiría en el sillón, me negué a esto tambien y le dije que entonces ambas dormíamos en su habitación -porque ella también es una princesa- aunque esa parte no se la dije ella fácilmente aceptó con una sonrisa sincera.
Ahora se observaba tranquila, su respiración iba a un ritmo constante, suave, tenía levemente su boca entreabierta mientras dormía y aquello me fascinaba, es decir, me gustaba observarla dormir y era extraño, me gustaba observar sus pequeños detalles, como aquel lunar que tiene en una esquina de sus labios, o aquella leve cicatriz en uno de sus pómulos, podía dedicarme a contar cada una de sus pestañas porque aquello me alejaba de todo temor que mi mente trataba. Ella se encontraba con una blusa suelta y bien se podía observar que no llevaba sostén aún así la manta no cubría en su totalidad aquella cicatriz que pasa por en medio de sus pechos, se podía observar una tonalidad completamente distinta al color de su piel, solo lo relacione como una de las marcas, una de las cicatrices que ella nombró que sucedieron en aquel accidente.

Me era triste y agobiante observar la paz que reflejaba mientras dormía por que sabía que esta paz no era reflejada en ella cuando estaba despierta, al contrario, aunque lo ocultara bajo aquella hermosa sonrisa, esta era totalmente falsa, sus ojos la delataban, estos son muy expresivos y cuando te observan de aquella manera tan intensa puedes sentir parte de su dolor y ahora lo comprendía. Me dolía entender todo por lo que pasó, todo lo que vivió, literalmente su vida cambió totalmente en un par de minutos, solo por un error, error que ella no cometió, ¿quién iba a saber que el incendio se presentaría? Nadie. Nadie podría saberlo, solo se dio y con aquello así como todo se incendió, así como luego de una gran llamarada de humo, así como su hogar de destrozó, así mismo se destruyó su corazón.

Se destruyó en el momento en que su pequeña hermana murió y en el momento en que sus padres en ves de curarlo se encargaron de pisotearlo. Se destruyó en el momento en que ella tuvo que escapar para alejar toda la pesadilla de su día a día. Ella prefirió la calle a soportar más aquel sufrimiento que sus padres le generaban y lo escogió aún cuando aquel chico la violó.
Era extraño pero lo entendía. A veces preferimos cierto dolor a tener que enfrentar al mayor de ellos, los comparamos y creemos que este será menor aún cuando esté solo crece día a día y se une aplastando nuestras esperanzas.
Lo entendía a la perfección pero aquello no quita el hecho de que me enojaba conocer todo lo que vivió. Ella dice que yo no merezco lo que viví, que no merezco lo que mi padre me hizo pero ella sabe a la perfección que al igual que ella yo también me siento culpable por cada suceso anterior.

Al fin al cabo nosotros somos quienes elegimos como enfrentar aquel dolor, nosotras somos quienes marcamos nuestro camino, cada decisión corresponde a cada una de nosotras, el problema es que nosotras no lo enfrentamos, solo lo obviamos, lo ignoramos aún sabiendo que aquello solo nos está llevando al más grande de nuestros vacíos.

Siempre he escuchado que de las caídas se aprende, que entre más grande la caída, más grande será el aprendizaje. Lo que no te dicen es que así mismo más grande sera el temblor de tus piernas al intentar levantarte y solo te rindes y decides acostarte.

Observé a tn removerse con brusquedad, aún en la oscuridad podía observar el sudor en su frente y las lagrimas que salían de sus ojos aún cuando estos se encuentran cerrados. Sabia lo que sucedía, lo entendía, la pesadilla llegó, conocía la situación porque también me sucedía. Me acerqué un poco a su cuerpo escuchando sus sollozos, su cuerpo temblaba, y ella lanzaba golpes al azar, uno de ellos me alcanzó en el brazo y aún con aquel dolor lo dejé pasar, solo me dediqué a sujetar sus brazos y susurrar una y otra vez su nombre tratando de hacerla despertar, me dolió observar la escena, aquí estaba ella recordando su pasado, aquel doloroso pasado.
Sus sollozos se hicieron más fuertes al igual que mis gritos, ya me estaba asustando observarla y no sabía que debía hacer, solté sus brazos para sujetarla de sus hombros y removerla un poco mientras seguía gritando su nombre. Así fue como ella abrió sus ojos de par en par asustada, agitada, ella observó a su alrededor y se removió en la cama alejándose de mí.

La observé con dolor, ella parecía no caer en cuenta de donde estaba, ví como el pánico iniciaba, el movimiento de su pecho me lo indicaba, su respiración errática y sus temblores.
No hubo palabras por mi parte, me sentía frustrada por no saber como reaccionar, nadie nunca notó mis pesadillas, nadie nunca me ayudó y yo no sabia como ayudarla, solo abrí mis brazos como una invitación silenciosa cuando ella me observó.

Creí que se iría, que me pediría que saliera de su apartamento pero su cuerpo impactó con el mío de manera brusca y sabia que mañana me quejaría por que mi cuerpo dolió por el impacto del suyo pero aquello no importaba, necesitaba, deseaba quitarle un poco del dolor que reflejaba, ella buscó refugio en mis brazos mientras sollozaba, acaricie su espalda con suavidad mientras ella se aferraba y la acostaba, ella parecía querer fundirse a mi piel por lo fuerte que me sujetaba y por como entrelazaba mi cuerpo con sus piernas pero no me molestaba, al contrario, me agradaba. Le pregunté si quería hablar de lo que pasó pero ella solo negó, entendí la situación y solo le repetí una y otra vez que todo estaría bien, que no estaba sola, que me tenía a mí, la escuche sollozar mientras acariciaba suavemente su cabello tratando de brindarle un poco de tranquilidad, ella luego de un tiempo me observó y pude ver en sus ojos aquella pregunta que sus labios no se atrevían a formular, yo solo asentí y le respondí que me quedaría y estaría a su lado cuando ella volviera a despertar, aquello la tranquilizó ya que nuevamente refugió su cabeza en mi cuello y abrazada a mí nuevamente se durmió.

Observé su pecho subir y bajar nuevamente con suavidad, era impresionante ver tan grande temor hace un rato y ahora ver aquella paz. Hace unos minutos sus ojos me gritaban que me quedará, que no la dejará, que la cuidará y yo eso quería ofrecerle, quería estar a su lado, ayudarla aún cuando yo no podía ni conmigo misma, pero sentía y tenía la necesidad de estar a su lado, ee cuidarla, no sabia como, pues me dolía la situación, yo no podía con mi dolor, yo era una obra en destrucción y no tenía fuerza para sostenerla, una parte de mí quería alejarla y la otra solo deseaba estar siempre con ella.

Algunas lágrimas salieron de mis ojos, pues irremediablemente su dolor ahora era también mi dolor, necesitaba respuestas, necesitaba encontrar una solución, las dos estamos rotas.