"Mr. Policeman"

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- ¡Rápido, se fue por ese pasillo! –Una horda de policías corrían detrás de Shinichi Kudo, quien había avistado al escurridizo ladrón de guante blanco, nuevamente había burlado los sistemas de seguridad y a la policía, pero esta vez no permitiría que escapase. Al llegar al final del pasillo notaron que solo había una habitación y una bifurcación a la derecha que daba a la azotea, las luces de la habitación se encontraban apagadas, pero el plano que había recibido del inspector Megure indicaba que esa habitación no contaba con ventanas ni acceso a la red de ventilación. –Para evitar el caos que normalmente provoca y pueda mezclarse entre los policías, iré solo. –Sin esperar respuesta se adentró a la habitación a oscuras, apenas dio un par de pasos, sintió que un par de manos enguantadas cubrían su boca, enseguida se removió, intentando liberarse.

-Shhh, mi querido detective, soy yo –Pero eso solo provocó que se removiera aún más al ver de reojo a Kaito vestido como policía. –Shin-chan, quédate quieto –Sin vergüenza alguna dirigió una de sus manos a su entrepierna y la presionó, provocando una expresión de asombro en el detective y que este se sonrojara enormemente, dejando de removerse.

-Mucho mejor.

- ¿Kudo-kun? –Uno de los policías que lo acompañaban le llamó - ¿Está todo bien?

- ¡Mhhh! –Intentó hablar inútilmente. Kaito carraspeo y...

- ¡Si, está todo bien! Solo he tropezado con algo, está muy oscuro aquí –Kaito estaba imitando su voz –No le veo por ninguna parte, debe haber ido por el otro lado. Dense prisa antes de que escape. –Shinichi seguía removiéndose, pero el agarre de Kaito en su entrepierna y en su boca eran demasiado fuertes.

- ¡Si! ¿Qué hará usted Kudo-kun? –Cuestionó antes de irse. Kaito en una lenta tortura comenzó a aflojar el cinturón del detective.

-Los alcanzo en un momento, tengo un asunto muy importante que atender. –Una vez que aflojó el cinturón, procedió con el botón y el cierre del pantalón, trabajo complicado teniendo en cuenta que solo tenía una mano libre.

-Bien, no permitiremos que escape esta vez –Con esas palabras emprendió rumbo a la azotea.

-Bien Shin-chan, es hora de divertirnos un poco –Canturreó el mago contra el oído del detective.

-¡Kaito idiota! ¡Nada de eso, es momento de llevarte ante la justicia! –Soltó apenas fue liberado de su agarre.

-Solo si Shin-chan promete hacerme una visita conyugal –Pidió en tono sugerente, acariciando su trasero descaradamente.

-¿¡Donde mierda estas tocando desde hace rato idiota!? –Grito completamente rojo –Además, ¿Qué te hace creer que iría a visitar a un criminal?

-Mmmm, no lo sé, pero que te parece si te doy un gran motivo justo ahora –Habló con doble sentido al mismo tiempo que restregaba su erección contra la retaguardia del contrario, avergonzando y enfureciendo mas al detective.

-¡Eres un...!

-Sí, si un idiota ya lo sé.

-Iba a decir depravado, pero ya que lo admites, entonces no hay problema. –Respondió con malicia. Kaito soltó una carcajada.

-Me encanta tu bipolaridad querido detective. –Bromeo a la vez que le daba una lamida en el cuello, haciendo temblar ligeramente a Shinichi. –Lamento que no tengamos demasiado tiempo y estemos en medio de una persecución, por lo que procederemos rápido. –Dicho esto, bajó de un tirón los pantalones del detective junto con su ropa interior.

- ¡Kaito idiota! –Exclamó con sorpresa al sentir que era desnudado e inclinado inmediatamente.

-No, no, no muy mal detective-kun, no puedes llamar a un oficial de policía de ese modo. –Dijo con diversión. –Llámame señor policía.

-Estás loco si... -Un azote en su trasero le sacó un respingo.

- ¡Kaito, eres un...! –Otro azote. - ¡Pare, señor policía! –Resignado le llamó como le pedía. –Me las pagaras.

-Shhh, respeto para la autoridad. Continuemos. –Le propinó algunas suaves caricias para aliviar el dolor. Con sus dientes se quitó un guante, sacó de su bolsillo derecho un pequeño tubo de lubricante, el cual se echó en la mano y procedió a introducir el primer dedo en la entrada del detective. –Está un poco frio. –Advirtió. –Levanta un poco más las caderas. –Pidió.

-Mírese nada más señor policía, tiene la cara de un completo pervertido –Comentó perspicazmente al ver de reojo al mago. Tenía el rostro sonrojado, una sonrisa de satisfacción, respiraba un poco entrecortado y podía sentir su miembro aun cubierto por su ropa apretarse contra su trasero.

-Mira quien lo dice, estas apretando mis dedos tan bien. –Con ya tres dedos en su interior tocando sus puntos sensibles no pudo responder más que con gemidos. –Creo que es hora del show. –Emocionado se desabrochó sus pantalones y restregó su miembro en el trasero del contrario. Shinichi tembló con anticipación.

-Idiota –Jadeó al sentir como Kaito se introducía en su interior. Kaito lo levantó, recargando su pecho en su espalda y comenzó a moverse en el interior del detective. Repartía suaves caricias en los muslos del detective.

–Detective, tu piel es tan suave, tu interior tan caliente y tus labios tan dulces. –Susurró en su oído. Daba lentas embestidas, a pesar de que llevaba algo de prisa por el temor a ser pillados por la policía en tan íntima situación.

-Kaito... -Una fuerte embestida lo estremeció.

- ¿Cómo te dije que me llamaras? –Susurró de nueva cuenta. Gemidos incontrolables escapaban de sus labios, algo avergonzado por tales sonidos sintió la necesidad por silenciarlos.

-Señor...señor policía... béseme... por favor... quiero un beso. –Suplicó en medio del sopor del placer. Kaito sonrió complacido, por lo que, para facilitar las cosas, le dio la vuelta y lo sujeto de la curvatura de detrás de las rodillas y lo cargó, colocándolo contra la pared. Shinichi inmediatamente pasó sus manos detrás del cuello del mago y juntó sus labios en un desesperado beso. Continuó moviéndose con más fuerza y velocidad pues sentía el final cerca.

-Eso es, me encanta como me aprietas, siento derretirme en tu interior, adoro tus expresiones cuando tenemos sexo, su rostro sonrojado, como lloras de placer cuando estas cerca de terminar. –Shinichi jadeaba sin control, suspiros pesados escapaban de sus labios, enterraba sus uñas en la espalda del mago. –Eso es mi gran detective, gime para mí, córrete para mí.

- ¡Ahhhhh Kaito! –Tras ese grito, se corrió manchando el abdomen del contrario.

-Nuevamente, me has llamado de la forma incorrecta. –Aumentando el ritmo de las embestidas, con algo de dificultad por como lo apretaba el detective, hasta que finalmente se corrió en el interior del detective. Ambos se quedaron inmóviles, jadeando, tratando de controlar sus respiraciones.

-Eres un idiota, te he dicho que no lo hagas dentro si no estamos en un lugar donde pueda asearme. –Soltó un suave gemido al sentir como el contrario salía de su interior y su semilla comenzaba a deslizarse entre sus muslos al momento que lo bajó.

-Desobedeciste a lo que te pedí muchas veces, es tu castigo, además yo tampoco quedé muy bien que digamos. –Pasó un dedo por la mancha que dejó sobre su roba y se llevó el dedo a la boca. –Delicioso.

- ¡Idiota, desvergonzado, pervertido! –Gritaba intentando golpearlo, pero el mago fue más veloz y se acomodó la ropa para salir corriendo.

-Te aconsejo no salir así cariño, no sería bueno para tu reputación que me persigas medio desnudo por todo el edificio. –Le dijo al ver que pretendía perseguirlo a pesar de que caminaba un poco raro.

- ¡KAITO! –Una sonora carcajada se escuchó y una escoba salió volando en dirección al mago.

-Señor policía para ti cariño. –Fue lo último que dijo antes de huir de la escena antes de que la policía lo encontrara.

"Fragmentos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora