"¿Estás listo para vivir esta nueva aventura?"

-Pues realmente no, pero que mas da..-dijo mientras apretaba el botón de sí con el mouse.

En cuanto tocó ese "" una ola de electricidad chocó contra la mano que tocaba el mouse y se teletransportó a todo su cuerpo. Soltó un grito de dolor, sintiendo como si le estuviera cayendo un rayo en ese mismo instante. No había tardado un solo segundo en que había aceptado unirse al juego para haberse llenado de un dolor insoportable y una carga eléctrica alrededor de su cuerpo analizando cada célula.

Las ondas magnéticas que lo rodeaban comenzaron a marearle mientras sentía que su silla daba mil vueltas y el corazón se iba por la ventana por tanta adrenalina y energía que estaba cargando físicamente. Ya no podía gritar para pedir ayuda, quejarse, ni si quiera era posible respirar.

"¿¡Qué leches está pasando!?"pensó desesperado.

De repente en menos de un segundo, todo se volvió negro, sus ojos ya no se abrían ni reaccionaban, ahora solo sentía como esa misma energía que rodeaba su cuerpo lo agitaba como un tornado, jugando con su nuevo rehén y acercándolo cada vez más y más a la pantalla.

•••••••••••••

Todo por mucho tiempo fue negro, parecía que el dolor rodeaba su cuerpo mientras su cabeza daba mil vueltas intentando recuperarse del viaje que acababa de experimentar con una especie de mal sueño. Intentaba interpretar su malestar, pensando en estar sentado aún en su silla. Debía haberse quedado dormido después de tantos fallos con el juego, lleno de coraje y con una posición que había causado dolor en su espalda. Eso debía ser.

Ya se había hecho al cuento que se estaba contando a sí mismo, listo para poder volver a su realidad. Intentó abrir los ojos como si nada, pero una luz cegadora le nubló la vista obligándole a cerrarlos nuevamente.

-¿Eh?-dijo confundido.

Intentando abrir los ojos poco a poco, pudo ver unos rayos de sol entrar directo a sus ojos y quemando sus córneas haciendo imposible mantener la vista. Eso por supuesto que no podía ser su cuarto, pero si no estaba en su escritorio después de dormir, ¿Dónde estaba?

-¡Aquí acaba de llegar otro!-escuchó a lo lejos, con el sonido perdiéndose rápidamente.

Mientras intentaba recuperar la vista, sus otros sentidos comenzaban a agudizarse, aprovechando para poder entender mejor cuál era su nueva situación. Su cuerpo estaba acostado y sus manos al acercarse al suelo sintieron pasto ligeramente mojado. Su cabello jugaba en su cara, bailando con una suave brisa,  ¿Se había caído de su ventana acaso?

-¿Estás bien?-escuchó esta vez mucho más cerca.

Intentó levantarse o al menos utilizar de alguna forma sus músculos para interactuar con su alrededor pero simplemente no podía, veía todo borroso. Para su suerte, unas manos tomaron las suyas amablemente y lo ayudaron a levantarse, aceptando esta ayuda y retomando su centro al ser levantado completamente.

-Hombre, tranquilo, a nosotros nos pasó lo mismo-dijo la voz amable que había ido a su rescate.

Lentamente su vista comenzó a recuperarse, usando sus manos para aclarar los ojos frotándolos. Cuando por fin sintió que veía con normalidad, pudo vislumbrar su entorno; estaba en medio de un enorme campo lleno de flores y animales paseando y comiendo las mismas; levantó la vista haciéndose una pequeña sombra con su mano para observar; el sol estaba en su máximo esplendor, las nubes parecían moverse con tranquilidad y el cierto estaba de un azul que solo veía cuando era verano. La vista era realmente bella y en otras circunstancias estaría encantado con esa imagen.

KARMAOnde histórias criam vida. Descubra agora