10. Carl

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Pedido de: Elii_UwU27

–¿Estás lista Eli?– preguntó Carl llamándola desde las escaleras.– ¡Apurate!

–¡Ya voy!– gritó la chica de ojos verdes, bajando a la sala encontrándose con el chico frente a ella– Qué impaciente, Dios.

Él sonrió soltando una risa, una vez listos salieron afuera, dirigiéndose a los bosques.
Iban caminando a la par sin decir nada hasta que Carl habló.

–Gracias por acompañarme, debes de pensar que estoy loco o algo parecido.– rió él por lo bajo.

En estos momentos el adolescente deseaba decirle a Elizabeth lo que sentía, ya era demasiado tiempo que llevaba ocultandolo, ¿por que seguir haciéndolo?
Lo único que necesitaba era el coraje para decirlo, pero lo conseguirá, se prometió a sí mismo que ya no dejaría que el tiempo pase más.

Y más ahora estando en la guerra contra Negan, quién sabe cuántas vidas se podrán perder. Carl no quiere perderla sin haberle dicho lo que sentía antes, si algo aprendió, es que el tiempo vale oro.

Lo que Carl no sabía era que ella también sentía algo. Su caso era el típico que se gustaban y ninguno de los dos sabía, incluso todo el grupo estaban enterados de su situación.

–Oh claro que no.– le dijo Elizabeth haciendo un ademán con sus manos.

Carl iba a decirle algo más pero justo en ese momento se escuchó unos sonidos de unas ramas crujiendo, a pocos metros de donde estaban.

Elie levantó su arma pero Carl le hizo una seña para que bajara la guardia.

–Oye, soy yo.– habló el ojiazul en voz alta.

–¿Cómo sabes...?

La chica no pudo completar su oración ya que a la persona que tanto buscaban apareció detrás de un árbol.

–Ho-hola.– saludó acercándose lentamente.

–Ellie, él es Siddiq, Siddiq ella es Elizabeth.

–Un gusto.– ella le hizo un gesto con la cabeza.– ¿Entonces...?

–Ven con nosotros, te daremos refugio.– dijo Carl sonriendole, a la vez que le entregaba un barra energética, el hombre la comió con gusto.– Síguenos.

El trío avanzó por los bosques, volviendo hacia Alexandria.
Pero entonces, Elizabeth se detuvo en seco.

–Miren eso.– el castaño se acercó y pudo ver que había varios caminantes, sus extremidades estaban esparcidas por todos lados.– Se ve que cayeron en unas trampas.

–¡Chicos!– exclamó Siddiq.

De repente otros caminantes salieron de por ahí cerca, eran pocos pero de todas maneras forcejearon.
Elizabeth estaba distraída matando a uno de ellos, cuando de pronto, Carl notó que otro se acercaba a ella.

Como pudo, lo sujetó de la ropa dándole un tirón que hizo que el muerto se volteara y cayera sobre él.

–¡Carl!– el nombrado inmediatamente lo mató para luego quitárselo de encima.– ¡Carl, por Dios! ¡¿Estás bien?!

–S-sí, será mejor irnos.– la de ojiverde lo miró más preocupada aún recorriendolo con la mirada.

No estaba convencida.

[...]

Más tarde lograron llegar a Alexandria. Atendieron a Siddiq mientras que Carl y Elizabeth fueron hacia la casa que compartían.
Ni hace mucho que habían tomado la desición de compartir dormitorio.

Mientras tanto, Elizabeth entró al baño para tomarse una ducha pero no esperó que al abrir la puerta se encontrara con Carl.
Su primera impresión al verlo con la camiseta levantada fue tapar sus ojos pero no lo hizo, no cuando vio lo que tenía en su barriga.

Una mordedura.

Sabía que algo había pasado, su intuición se lo decía pero había ignorado esa idea.

–No...

–Ellie... yo... te lo iba a decir.– dijo Carl evitando mirarla mientras se baja la camiseta.

La chica no dijo nada, su cara estaba más pálida, sus ojos abiertos y con las lágrimas amenazando con salir.

El castaño soltó un suspiro y se acercó a ella tomando sus mejillas entre sus manos, pero parecía no reaccionar.

–Di algo, por favor.– murmuró.

–¿Q-qué... qué quieres que diga?– preguntó quitando sus lágrimas bruscamente.– ¿Qué te insulte por ser un idiota?

–Con eso me bastaría.– sonrió de lado.

Ambos se quedaron mirando en silencio, con Elizabeth aún procesando la información, dejando que las lágrimas calleran por sus mejillas.

–Me gustas.– habló Carl cortando el silencio.– Te lo iba a decir hoy, tenía planeado hacerlo con las palabras correctas pero no pude.

La chica frunció el ceño mientras balbuceaba, su cara comenzó a tornarse roja al oír esas palabras.

–Me gustas, Ellie, me gustas desde hace tanto tiempo que fui tan imbécil de no haberlo dicho desde un principio, a pesar de que tenía miedo de que me rechazaras.

–¿Qué...?

–Lo siento, no espero que me correspondas justo...

–Basta.– dijo alzando su voz, alejándose de él.– N-no puedes decirme esto ahora.

–Pero es lo que siento Ellie, necesitaba que lo supieras, tarde o temprano.

Aquellas palabras sólo hizo que la chica explotara.

–¡¿Pero por qué ahora?! ¡¿Por qué justo ahora cuando te voy a perder, maldita sea?! ¡¿Eres idiota?!– exclamó con voz temblorosa, había llegado a su límite.– ¡¿Por qué?!

Carl vio como su amiga explotó en llanto frente a él, la vio deslizarle por la pared hasta tocar el suelo, abrazandose a sí misma llorando desconsoladamente.

–Ellie...– él se acercó lentamente y se acurrucó a su lado, dándole un abrazo.– Perdóname.

–N-no lo haré.– dijo entre sollozos, pegándose aún más a su mejor amigo.

Quería pensar de que esto se trataba de una pesadilla pero estaba claro de que no, y eso hacía que todo le doliera más.

–Al menos miente y dime que me perdonas.– ella suspiró.

–T-te perdono.– musitó.

Se quedaron un rato allí hasta que ella volvió hablar.

–T-también me gustas.– confesó en un hilo de voz, luego de haberlo pensado demasiado porque, sabía que se iba arrepentir sino decía nada.– También m-me gustas mucho Carl, desde hace mucho y nunca lo dije por el mismo motivo que tú.

El nombrado sonrió mientras besaba la mejilla de la chica.

–Que par de idiotas somos, ¿no?– bromeó.

–No es gracioso.– se quejó ella rodeando el cuerpo de Carl con sus brazos.

–Escucha, aunque no hallamos tenido tiempo para una relación, quiero que recuerdes todos nuestros momentos como si lo hubiese sido, ¿ok?

–B-bien.

–¿Lo prometes?

–L-lo prometo, Carl.

Ella lo miró a su único ojo, memorizando cada centímetro de su cara, cada detalle guardandolo en su memoria, mientras hacia el mayor esfuerzo por volver a llorar.
Un impulso hizo que se acercara aún más y lo besara, por primera y última vez.

Si ven que la parte de la muerte de Carl es distinta a la original, es porque no la recuerdo y sinceramente no iba a volver a verla.
Y espero que te haya gustado y que quedara como lo pediste! Intenté hacerlo lo más triste posible.

One-Shots | 𝗧𝗪𝗗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora