[Des]Ventaja Número XXVI

Comincia dall'inizio
                                    

—Es Snapchat.

—La misma cojudez.

Eijirou le sacó la lengua. Bakugou simplemente rodó los ojos. —Estoy hablando en serio. —Dijo el rubio nuevamente. Kirishima entonces hizo un puchero.

—Mi celular está en mi habitación...

—Pues anda a traerlo.

— ¿Me estás botando?

—Conste que tú lo dijiste, no yo.

El pelirrojo suelta un quejido indignado que Bakugou ignora. Kirishima pasa unos cuantos minutos más en la cama de su novio antes de volver a ponerse los zapatos y acatar lo que dijo. Después de todo, no era mala idea. Tal vez sí necesitaba alguna aplicación en la que gastar tiempo para no aburrirse.

Bakugou lo ve irse, y cuando notó al pelirrojo cerrar la puerta pudo suspirar con tranquilidad. Sí, por fin. Paz y serenidad al menos por diez minutos. Eso era suficiente para terminar de leer las novelas que compró la semana pasada.

Que sí, vamos, Kirishima no lo iba a juzgar por leer novelas clichés en vez de estudiar (igual que ni lo necesitaba) pero aún así prefería seguir escondiendo sus libros bajo esos forros de cursos de matemáticas. Era simple costumbre que se hizo desde que inició el año, déjenlo.

Bakugou al final puede leer con toda la tranquilidad del mundo por lo que parecen horas, cuando lo hace pierde mucho el sentido del tiempo. No sabe en qué momento es que la historia ha acabado ni por qué el día había oscurecido tan rápido, pero bueno. La novela sí que había estado increíble. Aunque esperaba que Eleanor se quedará con Michael. Pensó. Meh, igual que sería súper cliché si lo hiciera.

El rubio se levanta y prende la luz de su tocador. Su madre le regañaría horriblemente por leer sin luz siendo ya tan tarde. Es ahí en ese momento cuando Bakugou siente que hay algo mal. Son las siete de la noche y Kirishima no había regresado a su habitación. Qué raro. Pensó. ¿Tal vez se había quedado dormido? Mm, era probable.

Si era así entonces mejor lo dejaba descansar, cuando Kirishima estaba despierto siempre trataba de estar con él y tal vez el aburrimiento de no hacer nada le dio sueño. Tal vez Bakugou descuidó a su novio un poquito. Eso lo hizo reír. Ya mañana si es que su tonto pelirrojo se levantaba temprano podían empezar con pie derecho.  Katsuki se acostó esa noche pensando que al día siguiente tendría a Kirishima en su puerta de nuevo.

Al siguiente día Eijirou ni siquiera bajó a desayunar.

A Bakugou eso le pareció raro, pero no quiso meterse aún en su habitación. Tal vez tiene el sueño pesado de nuevo. Pensó, recordando algunos patrones irregulares del sueño que Kirishima tuvo en su segundo año. Y después de unas horas se confirmó, pues cerca de las doce Kirishima bajó a tomar algún aperitivo y a charlar con Kaminari para que este cargara su celular. Era raro, Kirishima tenía su propio cargador. Aún así el pelirrojo insistió pues el rubio podía llenar su celular con batería en minutos.

Desde ese Sábado por la mañana Bakugou notó que Kirishima cambió ligeramente.

El pelirrojo parecía estar absorto en su mundo, incluso cuando estaba con él en privado. Todo por estar pegado a su maldito celular y con audífonos. Bakugou ese primer día, Sábado, lo usó como día libre para poder terminar las novelas que tenía; sin embargo, a las horas sintió que algo no estaba bien, pues Kirishima realmente que no despegaba la mirada de ese aparato, ni siquiera sabía qué es lo que veía.

Esa noche Bakugou se quedó a dormir en la habitación de Eijirou, y aún así no pudo ni pegar un ojo en toda la madrugada porque el pelirrojo se había quedado toda la noche desvelado viendo quién sabe qué en su celular.

[Des]Ventajas de una muy masculina y explosiva relaciónDove le storie prendono vita. Scoprilo ora