27-. El Potencial

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07:36 pm 8 de enero de 2013

Nevada, Estados Unidos

Bastian posó su vista sobre la multitud que los rodeaba y sintió cómo un fuerte escalofrío le recorría la columna, activando parte de la inyección que le suministró X 77. Esta consistía en su mayor parte de un esteroide que se activaba a través de emociones intensas, como la rabia o el miedo. Aumentaba la fuerza y velocidad de su portador, aunque al igual que cualquier otro estimulante, poseía efectos secundarios.

Náuseas, agresividad extrema y dolores musculares eran pocas de las consecuencias que aparecían minutos después de recibirla, y prácticamente nadie se libraba de ellas. 

El odio que sentía hacia X 77 iba más allá de su comprensión, tanto que también disparaba un potencial poco común, el cual servía como una suerte de combustible para su cuerpo. Sin embargo, a pesar de su utilidad, podía llegar a ser muy peligroso; y al manifestarse, no distinguía amigos de enemigos.  

Tras muchos años de práctica y experiencia en deportes de combate, Mey aprendió a utilizar esta habilidad a su favor. En sí misma, podía llegar a cinco niveles distintos según la rabia de su portador. Desde el primero —que aunque era peligroso, podía controlarse—, hasta el último, donde todos se convertían en un posible objetivo.

Bastian sintió cómo el odio crecía cada vez más en su interior, y ese fue el detonante para activar el poder de su potencial; consiguiendo así que la rabia acumulada no tardara en adueñarse de él. Casi de inmediato, sus ojos se tornaron blancos y el chico cayó de rodillas; al mismo tiempo que JDM le ordenaba a todos que se alejaran de él.

Ante las miradas de pánico de sus compañeros, Mey rugió con voz gutural y se reincorporó. Sin embargo, su espalda quedó levemente encorvada, y en lugar de permanecer en posición de combate, los brazos le caían a los lados.

Tras esa especie de transformación, el escuadrón de zombis abrió fuego contra el grupo, y mientras ellos contraatacaban, Bastian se abalanzaba sobre su clon. Esa sería la batalla decisiva.

A duras penas, X 77 esquivaba aquella oleada de golpes, hasta que, finalmente, fue derribado por un gancho a la sien; y antes de que pudiera reaccionar, los más de setenta kilos de su rival cayeron sobre él. 

Uno de los zombis inteligentes se acercó a ellos para ayudar a su líder, pero un codazo en la sien hizo que terminara tendido en el suelo. Aprovechando la distracción, el clon conectó una patada giratoria en el pecho de su rival y la acompañó de unos cuantos puñetazos. Aunque Bastian consiguió escapar tomándolo por sorpresa con un mordisco en el cuello.

Lleno de furia, X 77 lo abofeteó, y eso bastó para que la inyección de Mey terminara de activarse; dándole aún más fuerza y velocidad de la que ya poseía.

No obstante, sin darle tiempo de actuar, el clon derribó a su oponente con una patada en el mentón y se posicionó sobre él para darle varios puñetazos en el rostro. Entonces, se escuchó un crujido, y un hilo de sangre brotó por la nariz de Bastian, a la vez que los nudillos de X 77 también se teñían de rojo.


07:38 pm 8 de enero de 2013 

Nevada, Estados Unidos

—Vayamos al hangar más cercano —propuso José, recargando su AK-103—. Acá estamos casi al descubierto  —como si fuera para darle la razón, ráfagas pasaron peligrosamente junto a ellos, y a continuación, el grupo atravesó la pista corriendo hasta su objetivo. 

Una vez allí, intentaron encerrarse bajando la puerta principal, pero el mecanismo se negó a responder, dejándolos de nuevo a merced de sus perseguidores. Fue entonces cuando JDM fijó su vista en el gigantesco avión negro que reposaba dentro de aquella estructura, y una idea vino a su mente.

Le ordenó a los demás que abandonaran el edificio a través de la salida de emergencia y se pusieran al cubierto; y ellos, sabiendo que no era el momento de cuestionarlo, se limitaron a seguir sus instrucciones. Por su parte, el chico se acercó lo más que pudo a la vía de escape, y tan pronto como los enemigos se asomaron por la entrada principal, le vació un cargador completo al tanque del vehículo y se alejó tanto como pudo antes de que todo volara en mil pedazos. Eso le costaría un ojo de la cara al Área 51. 

Ahora el equipo Z 007 había sido reducido casi a la mitad, y a causa del frenesí del combate, uno que otro había terminado cediendo a sus instintos primarios y yendo en contra sus compañeros; algo que el grupo de sobrevivientes aprovechó para masacrarlos. 

Sin embargo, cuando creían que la batalla estaba a punto de ser ganada, la compuerta que separaba la pista de aterrizaje del laboratorio se abrió para dejar salir a un sujeto alto, de piel blanca y cabello oscuro que José pudo reconocer en seguida. X 78.

—Yo me encargo de él —dijo, dando un paso al frente. Acto seguido, lanzó una patada que su rival frenó sin mucho esfuerzo, pero tomando impulso con la pierna atrapada, utilizó el pie libre para pegarle en la parte de atrás de la cabeza; a lo que el clon trastabilló un par de pasos hasta recuperar el equilibrio.

José, frustrado, lanzó varios golpes contra su oponente, quien los detenía para devolverlos con más potencia. Finalmente, el clon lanzó una patada frontal, y viendo que había fallado por muy poco, clavó los dedos en los ojos de su oponente, que dejó escapar un alarido de rabia mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

El experimento sonrió complacido y bajó la guardia un instante, lo que bastó para que los nudillos de su rival se le hundieran en la cara. Aún aturdido, X 78 se abalanzó hacia él para embestirlo, pero gracias a un reflejo rápido de José, se estrelló contra la pared y su hombro izquierdo crujió. 

De inmediato, el chico aplicó una llave de brazo sencilla para continuar debilitando la zona afectada, pero el experimento consiguió zafarse, y tomándolo por sorpresa, le rodeó el cuello con la mano derecha. Desesperado, JDM lanzó golpes de todo tipo para librarse, y poco a poco se le fue cortando la respiración.

Cuando estaba a punto de desfallecer, el cuerpo de X 77 impactó con el del otro clon y ambos terminaron en el suelo. Segundos después, Mey se posicionó junto a ellos y comenzó a golpearlos simultáneamente. Ninguno lo podía creer, un simple molde les estaba dando una paliza.

Aun así, esto no duró demasiado. X 77 logró distraer a Bastian con un gancho a la mandíbula y su compañero no perdió la oportunidad de darle una patada en la cabeza, consiguiendo que que cayera de bruces para luego rematarlo en el suelo. Fue allí que JDM intervino y conectó un rodillazo devastador en la columna de su clon, momento que el otro aprovechó para aplicarle un derribo de Judo.

Antes de que pudiera darse cuenta, X 77 recibió una patada en el estómago por parte de su molde, para después volver a ser arrojado contra el cuerpo de X 78. Bastian esbozó una sonrisa en su rostro ensangrentado y gruñó satisfecho, pero entonces sintió cómo una rabia irracional hacia su amigo crecía dentro de él, y olvidando quién era el verdadero objetivo, le rodeó el cuello con ambas manos para estrangularlo.

—Soy yo, José —balcuceó este, tratando de librarse.

—Te voy a matar —rugió Bastian.


Canción: I Will Find You

Banda: Whitechapel

Código X 77Where stories live. Discover now