8-. Venganza

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10:21 pm 2 de enero de 2013 

Valencia, Carabobo, Venezuela 

(Presente)


—Entonces, según lo que dices, tengo un clon malvado —me rasqué la nuca—. Justo cuando pensaba que la vida no podría traer más sorpresas.

—Y hay algo más que debes tener en cuenta —JDM me miró a los ojos—. Capturarte y llevarte al laboratorio es el único método actual para detener el proceso de descomposición en su cuerpo. Si lo consigue, créeme que estaremos jodidos.

—Suerte con eso, lucharé con todas mis fuerzas para impedirlo.

—No será problema para él, te lleva una ventaja considerable en prácticamente todo.

—Y de ser así, ¿qué se supone que haga al respecto? —fruncí el ceño.

—Puedo darte el entrenamiento que ambos recibimos, así estarán a un nivel similar —abrí la boca para decir algo, pero el chico se me adelantó—. Espero estés consciente de que no será nada fácil.

—No cuesta nada intentarlo.

—Como quieras —se encogió de hombros—. Empezamos mañana.

10:03 am 3 de enero de 2013 

Valencia, Carabobo, Venezuela


Aquella información me había dado qué pensar durante la noche, y apenas había sido capaz de dormir unas pocas horas. Después de todo, descubrir que tienes un clon malvado cuya misión principal es entregarte para ser sujeto de experimentos, no es para nada tranquilizador.

Calmé la sed dándole un trago a mi botella de agua, y me dirigí al balcón para respirar aire fresco. Allí me encontré con Vanessa, que lejos de estar dormida como mis demás compañeros, contemplaba la ciudad reclinada sobre la baranda. 

—¿Qué tal tu noche? —pregunté para romper el silencio.

—No muy bien, las pesadillas me mantuvieron despierta —se cubrió la boca para bostezar—. ¿Y la tuya?

—Descubrir que tendré que enfrentarme a mí mismo se siente raro, no te lo voy a negar.

—Ni me lo digas, ya tengo bastante con mi propio carácter —se echó a reír, y mientras que lo hacía, fue imposible no admirar lo hermosa que era—. ¿Pasa algo? —arqueó una ceja y caí en cuenta de que la estaba mirando embobado.

—Lo siento, me distraje con tu sonrisa —aparté la vista, temiendo haberla incomodado.

—¿Ah sí? —se inclinó hacia adelante—. Entonces supongo que te gustaría verla de cerca.

Mis latidos se aceleraron al escuchar sus palabras y supe que era ahora o nunca. Tomé su barbilla entre mis dedos y me dispuse a besarla, pero cuando nuestros labios se hallaban a escasos centímetros de distancia, Francisco apareció en el panorama.

—¡Bastian, tienes que ver esto! —exclamó, corriendo en mi dirección y sosteniendo algo en la mano. La chica se sobresaltó y procedió a retirarse en silencio, así que respiré hondo y me obligué a mantener la compostura. Mi amigo, al darse cuenta de que había arruinado el momento, se limitó a extenderme un periódico de hacía poco más de una semana e irse por donde vino. 

El encabezado rezaba: "Casos de canibalismo aumentan drásticamente en África y se manifiestan en Europa''.

24 de diciembre del 2012: "Los casos de canibalismo que sorprendieron al mundo hace horas, han aumentado drásticamente en todo el continente africano. La Organización Mundial de la Salud ha determinado que se debe a un virus sin identificar, el cual provocaría comportamientos extremadamente agresivos en su portador y se transmitiría fácilmente mediante fluidos corporales como saliva, sangre, semen, entre otros. 

Código X 77Where stories live. Discover now