ice and fire. aegon, the conqueror.

ch. 013

CHAPTER THIRTEEN

❛I always wanted to
ride a dragon❜

[ advertencia de capítulo +18 ]

   LYANNE HABÍA ESPERADO QUE TODOS ESTÉN EN sus propios asuntos, los Reyes en sus tiendas y ella en la suya, ansiando por abandonarla a la mitad de la noche para poder ir hacia el lago. Aún hacia frío y poco le importaba, era una norteña, había soportado peores fríos.

Al dirigirse hacia el lago, había llevado alguna que otra prenda de ropa, junto con una manta para así poder secar su cuerpo cuando saliera del agua. Le parecía perfecto ir a esa hora a nadar, adoraba ver la luna y las estrellas, sintiendo su cuerpo helado por el agua, se sentía como nunca, se sentía libre. Podía pasar largas horas allí adentro aunque no era algo bueno, considerando que podría enfermar gravemente si continuaba metiéndose en esas aguas tan heladas.

Al llegar a las orillas del lago, Lyanne comenzó a desprender su vestido, de a poco se deshizo del mismo y una vez cayó sobre sus pies comenzó a caminar hacia el agua. Sonrió al sentir sus pies mojados y antes de esperar otro segundo, se tiró en el agua para comenzar a nada hasta las cascadas; el lugar era estéticamente hermoso, las aguas eran tranquilas, el sonido de la cascada la hacía relajar al compás de otros sonidos provenientes del bosque. Esa noche la luna estaba por encima de su cabeza y su luz se reflejaba sobre el agua, algo que la hizo sonreír aún más.

Nadó por varios minutos, disfrutando del agua y de la noche. Cuándo se detuvo por un minuto, se dió cuenta de que tenía un espectador observándola a las orillas del lago. Al principio sintió que le estaba invadiendo pero luego dejó de importarle. Aegon se encontraba viéndola fijamente, nadó hasta estar un poco más cerca de él.

─¿No puedes dormir, joven loba? ─le preguntó con una sonrisa, Lyanne negó.

─En realidad me gusta nadar a estas horas ─dijo ella, encogiéndose de hombros─, usualmente no tengo compañía. Aunque no me molesta.

Aegon sonrió poniéndose de pie.

─¿Te importa si me uno? ─Lyanne arqueó una de sus cejas.

─Dudo que aguante mucho tiempo en aguas heladas, mi Rey ─le dijo ella con diversión─, pero sus deseos son órdenes. Puedes venir.

Ella se alejó de Aegon mientras lo veía quitarse la camisa blanca que llevaba puesta y pronto, sus pantalones también estuvieron fuera, Lyanne logró apartar la vista tan rápido que no alcanzó a ver nada más allá de un cuerpo bien formado y tan, pero tan, marcado que supo que iba a pensar en ello muy seguido.

Escuchó un chapoteo y encontró al Rey nadando hasta llegar a ella, Lyanne soltó una corta risa al verlo salir de abajo del agua para ponerse a unos cuántos centímetros de ella- respetando por completo el espacio personal que debía haber.