7. Desconfianza

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No he pegado ojo en toda la noche. ¿Qué habrá pasado con el extraño? ¿Qué quería de mi? ¿Cómo puede existir gente así?. Aunque bueno, esa última pregunta es un poco metafórica, porque obviamente, los locos están por todas partes.

Miro el despertador y cuento los segundos para que la alarma suene y mi cara cambie de deprimida a alegre. Tengo a Mario a mi lado, llegó hace un par de horas y me dió un beso en la frente y se acostó sin más.
¿Debo de contarle lo que me paso ayer? Si. Pero obviamente no se lo voy a contar como realmente sucedió, voy a quitarle hierro al asunto y decirle que todo se quedó un susto de muy mal gusto. Mi mente vuelve a Dylan al pensar en ayer y entre todo lo que pasó, lo único que puedo hacer cuando pienso en él es emitir una pequeña sonrisa.
Sabía dónde había aparcado. Todavía se fija en lo que hago y dejo de hacer... ¿eso debería de sentirme mal o bien? Porque, joder Sara, estas prometida.

El sonido de la alarma me saca de mis pensamientos y me volteo para ver a Mario. Él abre los ojos lentamente y emite una sonrisa muy dulce y tranquilizante.
Eso es lo que adoro de Mario, me siento segura y en casa cuando estoy a su lado, es como estar en mi propia zona de confort. Él no hace que mi mundo se ponga patas arriba, no hace cosas ilegales y se comporta allá dónde va.
Sus ojos azules son resplandecientes y me acurruco un poco más para darle un beso.

- ¿Cómo estás? - le pregunto.

- Cansado pero con ganas de volver a la rutina. ¿Y tú, amor?- me pregunta a la vez que se levanta de la cama.
Me extraña que no se haya puesto el pijama porque es lo primero que suele hacer, pero supongo que será porque tenía mucho sueño.

- Tengo que contarte algo que me pasó ayer, pero no te asustes- digo mientras me levanto y me pongo a su lado.

- Diciendo eso me asustas más Sara- dice preocupado y me coge la mano en un gesto tranquilizador.

- Bueno... ayer me intentaron agredir y atracar en el parking del hospital- dice y su cara se vuelve pajiza- No te preocupes, estaba Dylan y llamo a los de seguridad y lo detuvieron.
Mi pulso se acelera al mentir sobre los acompañantes de Dylan, ellos no tenían pinta de ser seguratas, más bien matones.

- Mi vida menos mal que estás bien- dice y me abraza. Sus brazos son fuertes y siento que me da un atisbo de esperanza con el tema de la boda. Porque si hablamos de ese tema, no tengo las cosas muy acorde en mi mente.

- Si, no te preocupes de verdad, estoy bien- digo y le doy un beso mientras me aparto un poco de él.

- ¿Quieres que nos demos una ducha para tranquilizarnos?- dice sonriendo ladinamente y yo asiento.

Me coge de la mano y me lleva hasta el cuarto de baño. Sus manos se deslizan por mi pijama de seda hasta que llegan al borde de la camisa y me la quita. Sus manos acarician lentamente toda mi figura y aprietan suavemente mis pezones, alentándome un poco del placer que voy a sentir en unos instantes. Sus manos dejan mis pechos y van bajando poco a poco hacia mis pantalones, los cuales desaparecen al instante junto a mis bragas. Suelto un pequeño gemido cuando siento una de sus manos acariciando mi clitoris. Inmediatamente subo las manos a su torso y comienzo a desabotonarle la camisa y cuando finalizó el proceso comienzo a quitarle los pantalones. Me arrodillo en frente suya y paso la lengua por su miembro, me la meto a la boca y lamo toda la superficie de su glande. Alzo la mirada y veo que le gusta cosa que me excita y me hace efectuar el movimiento más rápido y fuerte.
Inesperadamente Mario me da la mano para levantarme del suelo y me lleva a la ducha, ahogo un grito cuando siento que mi cavidad está totalmente llena y disfruto cuando acomete las embestidas a un ritmo duro y rápido.
Muevo las caderas para agilizar el proceso y darme placer a mi misma, me restriego contra él en busca de mi propio climax y gimo cuando este llega y Mario se viene dentro mía al instante.

- Wow, si me que echabas de menos muñeca.

- Y que lo digas- digo entrecortadamente sintiendo que el agua se va poniendo más fría poco a poco.

- Deberíamos salir de aquí- dice y se da la vuelta. Mis ojos van directos a su espalda, tiene arañazos y yo no he sido tan brusca para hacérselos.

- Mario, ¿Por qué tienes arañazos en la espalda?- digo cautelosamente.

- Me habré arañado rascándome o me habré dado un golpe, no lo sé.- dice y sale del aseo.

Una sensación extraña me recorre el cuerpo. Es muy probable que una persona se haya hecho arañazos rascándose, pero es muy raro que estos estén justo en el medio de la espalda y estén tan afilados. Además, Mario siempre tiene las uñas recortadas porque va a un salón de estética del centro de la ciudad.
Salgo de la ducha y veo a Mario ya vestido.
¡Qué rápido ha sido!

Me acerco a él y le miro a los ojos.

- Mario, ¿tienes algo que contarme?- pregunto y el suspira aborrecido. Normalmente él no es así, normalmente él no folla así de rudo...

- Sara, estás dramatizando mucho la situación, relájate mujer y no me des la tabarra que estoy cansado- responde bruscamente.

¿Qué no le dé la tabarra? Este es gilipollas o qué.

- A mi no me hables así, vete y cuando te tranquilices me hablas- digo y me doy la vuelta hacia el aseo, encerrándome dentro de él.

Me siento en la tapa del water y me agarró la cabeza. ¿Habrá estado con otra mujer?
No creo, él no es así, Mario es... ideal.

Cuando oigo que la puerta de la entrada se cierra salgo del baño y comienzo a vestirme. Que Mario me engañase me dolería, pero mucho daño no puede hacerme, yo ya estoy rota.
Me pongo los zapatos y un recuerdo se me pasa por la mente de la noche anterior.

" Mi niña traviesa"

El corazón se me acelera nada más pensar en ello y mi mente me juega una mala pasada recordándome el destello de luz que daba su mirada en medio de toda aquella oscuridad.

Cuando salgo de mi cuarto me acuerdo de que no tengo coche y me dispongo a llamar a un taxi, cuando de repente, oigo un claxon.
Salgo al porche y veo el Mercedes blanco junto al culpable de todos mis sueños lascivos, al culpable de que tenga el corazón roto, a Dylan Smith.

- Vamos nena, sube, tenemos que ir a trabajar.

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Hola chic@s!!
Quería comentaros que ya tenemos medio millón de visualizaciones en "Déjate llevar".
Gracias a tod@s los que habéis leído la novela y dais vuestro apoyo constantemente.
Sois increíbles!❤️❤️
Además, os deseo una cuarentena más amena, llena de lectura... y exámenes jajajaja.

Os quiero💓❤️

Déjate quererWhere stories live. Discover now