Overlord: Extraordinariamente Roto: Re

Capítulo 32: Epílogo del Arco III: ¡Deus Ex Machina!

"¿Estás seguro de que es correcto? Quiero decir, te acabas de recuperar". preguntó el hombre, la mujer de su lado, y Raki se encogió de hombros.

"¿Y dejarte solo contra esa abominación?" ella se rio entre dientes. "¡No hay posibilidad! ¡Si bajamos, bajaremos juntos! No te librarás de mí tan fácilmente ..."

"Figuras ..." puso los ojos en blanco, esperando algo así como una respuesta.

A su alrededor, muchos guerreros y taumaturgos mágicos se reunieron. Se puede decir que la mayoría de los retadores estaban con ellos.

Detrás de ellos, en las paredes, permanecieron vigilados, esperando su victoria. Aunque todos lo sabían, si caen aquí, si pierden, no tiene sentido. Serán esclavizados independientemente.

Afortunadamente, el campo de batalla que eligió por casualidad fue el hogar; el mismo lugar se tragó numerosos muertos vivientes en la batalla anterior. Y estaban seguros; Este ambiente les servirá justo en el duelo.

Ante ellos, el suelo fangoso previamente reseco recuperó un poco su descuido gracias a las lluvias constantes del día anterior. Ahora, estaba tan sucio como antes, tragándose completamente a los muertos vivientes y demonios atrapados por él.

Estaba en casa. Con suerte, esto será suficiente para la victoria. Si no, los tiempos oscuros esperan al Armat y al resto.

"Bóveda ..." uno de los ancianos vino con ellos, el líder de la casta chamán con su cuerpo musculoso, sus heridas sanaron por completo. "¿Estás seguro de que es la mejor manera?"

"Necesitamos hacer lo mejor que podamos ..." escupió el hombre de la casta guerrera, apretando con más fuerza su espada de metal, la espada que fue reforzada por los restos de la Perdición del Gigante, uno de los dos tesoros destruidos de la tribu Armat.

En la batalla pasada, el arma comenzó a ganar un tono antinatural, bebiendo la esencia de innumerables demonios que Vault cortó en la lucha reciente. Todavía estaba lejos de convertirse en un arma legendaria, pero seguía alimentándose de la sangre de los asesinados.

'¡Ruido sordo! ¡Ruido sordo! ¡Ruido sordo! ¡Ruido sordo! ¡Ruido sordo!'

"¡Aquí vienen, prepárense!"

El suelo tembló en un movimiento constante, y se puede escuchar una batería sólida y rítmica, mezclada con los terribles gruñidos y aullidos de diferentes demonios salvajes.

Más y más cerca, el bosque pronto reveló los numerosos demonios y muertos vivientes. Muchos de ellos eran familiares, se parecían a los demonios con los que lucharon antes.

Pero tanta nueva criatura apareció entre sus filas, vistiendo armaduras pesadas y armas encantadas. De hecho, era el ejército de leyendas.

"¿¡Esos son!?" gruñendo y regodeándose, los demonios menores antes de los corpulentos más grandes se alinearon, mirando a los semihumanos, con los ojos llenos de sed de sangre, buscando venganza de sus hermanos caídos. Haciendo que muchos en el pueblo y sus campeones teman y tiemblen, reconsiderando si realmente fue una buena idea o no.

Todas las figuras principales de los demonios vestían su negro amenazante, con púas en toda la placa del cuerpo, llevando alabardas encantadas terribles, las cuencas de los ojos de sus cascos con púas con llamas rojas demoníacas, sentados en sabuesos infernales plateados, ardientes y demoníacos.

"El ejército de leyendas ..."

"¡El ejército del infierno! ¡No tenemos oportunidad!"

Alinearse en el orden correcto, los tambores se silenciaron lentamente, ¡y en el momento siguiente!