Capitulo 18

11K 546 18
                                    

Volviendo con Alexander.

- Como es esto posible?- dije leyendo la carta que fue enviada por mi hermana y mi beta su mate. En donde me dice, no ellos me aseguran con hechos, que en realidad, solo tengo una mate y aquella es Dalia y que Karla es una vil farsante que me ha estado engañando.

- Quiero que traigan a Karla....ahora!!- dije intentando retener mi enojo a más no poder.

Hasta que la vi entrar por aquella puerta, intentando sacarse a los hombres que envié para que la buscarán, la traían de los hombros mientras la empujaban.

- Amor dile a estos pares de imbeciles que no me empujen, pero rápido, que esperas.....diles algo- dijo ella con su voz igual de irritante que ella.

- Déjenme solo con ella, pero quédense cerca- les dije a los guardias y inmediatamente la soltaron y salieron, Karla por su parte se encontraba caminando en mi dirección muy coquetamente.

- Y bien dime amor, para que me buscabas, o mejor dicho, me necesitas - dijo poniendo sus manos en mi pecho y yo solo trataba de no matarla ahí mismo.

- No, no y no te buscaba para eso quiero que veas algo- dije caminando hacia mi escritorio, en donde procedí a sentarme en mi silla, desde ahí vi como ella se acercaba y me miraba muy confundida.

- Que es lo qué pasa amor? - dijo y no espere más, pues le arroje la carta que me enviaron, en el piso justo delante de ella, quien se limitó a obsérvalo.

- Léelo- dije lo más frío y fuerte que pude, que es posible que los guardias también escucharon, entonces un poco asustada se hincó a recogerlo, comenzó a leerlo y por lo que vi estaba muy nerviosa, cuando muy lentamente levantó el rostro y me vio, vi miedo en sus ojos y comenzó a temblar muy rápido pues podía escuchar e incluso oler su miedo.

- Esto- esto es mentira,....como puedes siquiera pensarlo yo- dijo rápidamente apuntándose a ella misma- yo soy la luna de esta manada, y soy la mate que la diosa luna te mando como tu mujer, yo soy tuya, soy tu pareja destinada!!!- terminó gritando, y golpeando el escritorio, muy fuerte con sus manos.
Hasta aquí llegue ya no soporto a esta mujer, pensé poniéndome de pie y caminando en su dirección rodeando mi escritorio, cuando llegue a su lado, la tomé fuertemente del antebrazo, y sin querer lo presioné tan fuerte que gemidos de dolor salieron de sus labios, no bastando dije.

- Como es que pude ser tan ciego ah?- dije con mucho rencor viéndola a los ojos que estaban empañados por las lagrimas- o será que fue tu amiga, la maldita bruja esa, dime ella te ayudo?- le pregunte y como no respondía la solté de golpe, haciendo que ella se golpeara y quedara aun más confundida- por la diosa, solo mírate. Tu la mujer más zorra que puede existir.... siendo mi mate?, Como es esto siquiera posible.- dije-oh dime lo tu Karla- dije mirándola en el piso- cuéntame todo o mejor aún, contéstame esto- dije observando como volteaba a verme- acaso eres mi mate?, o solo es un truco y de la bruja esa- comenté dándome la vuelta y dándole la espalda, pues temía arrancarle la cabeza.

- Yo...yo no se de que estás hablando, ellos están mintiéndote cariño. Es más que obvio que yo soy tu mate- dijo calmando un poco más su llanto- yo te amo y...y tu eres mío!!- volvió a levantar la voz llorando nuevamente, me harto tanto que no me contuve y la agarre del brazo levantándola bruscamente.

- Bien pues hasta que aceptes la verdad y decidas contármelo todo, con lujo detalle, te quedarás en el calabozo, entendiste maldita ya después de que hables veré que hacer contigo y recuerda muy bien, que no tienes opción alguna sobre nada- sentencié mirándola como nunca, con mucho odio y rencor pues se había encargado de arruinarme la vida quitándome a mi Dalia.

- Amor esto no está bien, todo es mentira tienes un creerme- dijo Karla más que asustada sujetando el brazo con el que yo, la sujetaba fuertemente.

-¡¡guardias!!- grite fuerte, y las puertas de mi despacho se abrieron de par en par, y por ella misma entraron los dos guardias que estaban esperando mis órdenes desde afuera.

- Si majestad!- dijeron ambos al unísono.

- Quiero que la lleven al calabozo, y la encierren en la parte más profunda de las celdas, átenla muy bien, ya después me encargaré yo mismo de ella- termine diciendo y la empuje de modo que ellos la sujetaron, yo me dispuse a observar como se la llevaban.

Mientras se llevaban a Karla ella no paraba de gritarme que me ama, y yo solo pienso, como me deje manipular por esas par de zorras, malditas me tenían embrujado por eso me sentía confundido, soy un estupido no entiendo como puede dejar a mi mate, a Mi Dalia ,sola y sin protección, todo esto es mi culpa y gracias a luna que aquella vez no la dañe o lastime pero se que la herí alejándome de ella y me arrepiento por eso, pienso mientras me sentaba nuevamente delante de mi escritorio en donde tengo un sin fin de papeles que según mis hombres me llevarán a ella.

 ALPHA Where stories live. Discover now