Ｐｌｅｎｉｌｕｎｉｏ [ℐeon ℐungkook]

C. 50

Pov. Rita.

Han pasado un poco más de tres meses desde que nos fuimos de Nirvana, desde que Jungkook se alejó de mi para siempre. Ha sido difícil seguir todos los días, levantarme por las mañanas y saber que, en esta vida, Jungkook ya no existe.

Cuando los chicos llegaron ese día a casa, después de haber salido para buscar a Jungkook, y me dieron la noticia de que él había muerto, para mí fue imposible seguir viviendo en ese lugar.

Por eso decidí que sería mejor si MinKy y yo regresábamos a casa de mi abuela, al principio los chicos se opusieron, diciendo que sería difícil en la condición del pequeño, quien tenia sus genes lobunos a flor de piel. La abuela nos había recibido con los brazos abiertos, ella me había apoyado en todos estos meses, ayudando a cuidar al pequeño, quien estaba feliz de tener una abuela.

Yo había regresado al trabajo con la señora Min, quien al saber la noticia de la muerte de Jungkook lo lamentó, diciendo que él había sido como un hijo para ella, aparte de YoonGi. Ella decía que él había llamado un par de veces para pedir que cuidara de nosotros, yo solo había seguido con mis días.

─Hasta mañana señora Min ─ digo mientras camino hacia la puerta del local.

─Ha, espera, toma esto ─ ella me da una bolsa llena de pan dulce, sonrió con suavidad─. Es para MinKy, la última vez me dijo que le habían gustado, así que le mando más ─

─Gracias, aunque ahora mismo hemos estado cuidando que no coma muchos dulces, después tendrá caries ─

─Claro que sí, aunque recuerda, ese pequeño es especial, así que dudo que le salga caries, mi pequeño YoonGi era igual, de pequeño comía muchos dulces, hoy día ya no le gusta tanto ─

─A veces se me olvida que MinKy no es como los otros niños ─ digo avergonzada─. Pero en realidad me alegro que sea así, es mucho más fuerte de lo que imaginamos ─

─Crecerá fuerte y sano, será un precioso niño adorable ─

─Sí ─

─Pues nada, ya no te entretengo más, seguro que quieres llegar pronto a casa, mañana es tu día libre ─

─Si, le prometí a MinKy llevarlo al cine mañana, es su cumpleaños ─

─ ¡De verdad! ─ dice ella alegre─. Me hubieras dicho, así hubiera preparado un pastel o algo así, un regalo... ¡un regalo! ─ dice apurada mirando hacia todos lados.

─No se preocupe, no hace falta nada, con esto que le ha dado está bien ─ le digo mientras levanto un poco la bolsa de pan─. Ahora me voy, seguro que esta impaciente por que llegue ─

─Con cuidado, nos vemos ─

Asiento para después salir del local. La señora Min regresa a la barra, donde empieza a contar el dinero para hacer el corte y después cerrar.

Empiezo a caminar de regreso a casa, sin perder la mirada hacia el frente. Regresar a casa y ver a MinKy y a la abuela, era la mejor medicina que podía tener ahora mismo. Ellos eran los que me hacían mantenerme cuerda. Realmente era difícil perder a alguien.

─Creo que la suerte está de mi lado ─ escucho decir detrás de mí.

Me detengo en seco, pues conozco esa voz. Es él, es Minho, ese vampiro que una vez estuvo detrás de mí. Fruncí el entrecejo y retrocedí un par de pasos por inercia.

─ ¿Qué quieres? ─

─Oye, no seas tan agresiva, después de haberte buscado todo este tiempo y venir a encontrarte aquí de nuevo, realmente tiene que ser una broma ─ me dice sonriendo, mostrando sus dientes.