Incontrolable

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En la periferia del bosque, las bruscas pisadas de aquel que corría con apuro hacia el origen de todo, se escuchaba.

Takeshi, tras finalmente evadir a los policías, solamente podía correr hacia donde creía sentir aquellos estruendos, temiendo lo peor, no pasó mucho antes de que una acelerada Akiko llegara a su lado levitando, exaltándolo de sobremanera.

—¡¿Qué haces aquí?! —Preguntó Takeshi mientras seguía corriendo, a la par que Akiko solo mantenía un preocupado rostro.

—Pokemoncito está débil... necesita mi ayuda ¡Tú eres el que no debería estar aquí! ¡Regresa al pueblo! —Dijo orgullosa y con cierto enojo la menor de edad, antes de que adquiriera mayor velocidad en su vuelo, dejando atrás a Takeshi con facilidad.

—Maldición —la impotencia en Takeshi aumentaba, las palabras de Akiko le pesaban, más por simbolizar una extraña verdad en su indirecta; él sabía que nada serviría el ir para allá, un mero estorbo, más sus piernas no se detendrían, no al suponer lo que podría estar ocurriendo en aquel lugar.

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Una patada... su impacto repercutió de una manera completamente diferente a la que se esperaría. En antaño todos los ataques que habían sido capaces de alterar a aquel formidable enemigo habían causado estragos a su alrededor, las ondas del mero choque de poderes deformaba los árboles y levantaba las piedras; más aquel ataque, no.

No es como si no hubiera creado una onda como tal, el impacto se sintió hasta en el interior de cada uno de los espectadores como los que no; más la fuerza y poder parecieron concentrarse en un único punto.

El golpe pareció repetirse nuevamente una y otra vez en la mente de Arceus; su cara deformándose ante el pie de Takyo fue inevitable, su cuerpo salió disparado en consecuencia.

"¡¿Cómo es posible esto?!" —Mientras que Arceus era arrastrado por la fuerza de aquel impacto, su cuerpo chocaba y destrozaba todos los obstáculos que interceptaba, más solo la siguiente imagen de Takyo apareciendo delante de este fue suficiente como para volver a alarmarlo —"¡¿Cómo es capaz de tener esa velocidad?!" —Aún sin detenerse luego de haber sido golpeado, Takyo seguía al cuerpo de Arceus, a la par que no tardó en dar una ráfaga de puñetazos hacia su objetivo.

Solo pudo protegerse con sus antebrazos, más la fusión de Ryo y Takeru no parecía demostrar compasión. Bajo la propia furia, Arceus finalmente intentó encestar un puñetazo al rostro de Takyo, más este solo pudo exaltarse por completo en el momento en el que aquel ataque fue evadido con extrema precisión.

Arceus solo podía exaltarse, la información que recibía conforme detectaba el aura de Takyo en sus movimientos le ayudaban a darle una idea de la razón detrás de su extrañamente abrumador poder. Sin embargo, tras haber dado aquel fallido ataque, únicamente dio paso a dejar una abertura muy notoria en su defensa...

Trayendo como consigo el entierro del puño derecho de Takyo directo en el estómago de Arceus.

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No era un abrumador poder, no uno comparado al que el legendario pokémon era capaz de albergar en su cuerpo, más las condiciones y la situación le habían dado la suficiente ventaja a Takyo para sobreponerse... y Arceus finalmente lo había descubierto.

Eterna Voluntad: Los nuevos portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora