Destinados ; ©Yoonmin

Destinados 34

El lugar en donde había sido citado era remotamente largo, y cubierto de vegetación y árboles.

Aquella lugar parecía más bien una trampa, una emboscada.

Pero aún con ese sentimiento Sungyo se adentró en aquel bosque, podía escuchar las hojas y ramas secas quebrarse bajo sus pies.

El frío no era tanto, pero la neblina a su alrededor le daba un aire tétrico y hasta la vez paranoico o psicótico.

“«Estamos a unos pasos de ti»”

Sungyo escucho la voz de NamJoon, a través de aquel pequeño intercomunicador.

Sólo bufo, no podía hablar, si alguien de los que secuestro a Hoseok lo seguía, se darían cuenta que trajo caballería si lo escucharan hablar sólo.

Cuando por fin divisó un claro, aligeró sus pasos hasta que por fin estuvo a la orilla, de lo que parecía más bien un aserradero abandonado.

“Ho~ veo que eres muy puntual” hablaron fuertemente, pero no se veía a nadie más que sólo él en aquel desolado lugar.

“Buscas a alguien” alguien hablo está vez, sintiendo la cercanía con su persona, los vellos de su cuello se crisparon.

Sungyo se exalto y dio pasos más al centro de aquel lugar, rodeado de madera abandonada y lodo.

“Tienes lo que te pedimos?” nuevamente hablaron.

Era la misma voz del vídeo y del audio.

Sungyo saco de su chaqueta el pendrive rojo que Yoongi le había dado. Y lo alzó en lo alto.

“Bien, dejalo sobre aquel tronco de roble seco”

Sungyo negó.

“Primero Hoseok” dijo él.

Una carcajada se dejó escuchar en aquel lugar, haciendo eco.

“Y piensas que te lo entregaré así como así, a ese pequeño omega se la tengo jurada, desde hace cien años atrás”

Sungyo apretó su mandíbula y Yoongi no supo entender a lo que se refería aquel hombre.

“De que hablas?” pregunto Sungyo.

Las pisadas no se hicieron esperar y rápidamente un hombre totalmente desconocido para él se presentó en frente.

Llevaba vestimenta algo extraña pero se veía de buena calidad, el extraño se cruzó de brazos.

“Se podría decir que tienes una mala memoria Kang Sungyo, pero como no si han pasado más de cien años, desde la última vez que nos vimos”

Sungyo inclino su cabeza, aún sin entender a lo que aquel hombre se refería, su memoria estaba algo dañada.

“Quizas así puedas tener una idea de quién soy” dijo el hombre, para hacer que su cabello creciera un poco y luego su rostro se deformara y cambiará a otro, su mente hizo clip cuando vio de quien se trataba.

“Tú” apunto con su dedo índice, él hombre comenzó a reírse y luego asentir.

“Si, al fin te acuerdas de mí, vaya, pensé que tendría que hacer algo más para que me recordarás”

Los ojos de Sungyo se dilataron y amenazaron con derramar lágrimas pero se contuvo.

“Por que?” “por qué haces esto?” pregunto él. “No te entiendo, eras como su hermano, por que haces esto?” Sungyo pregunto desesperadamente.

Yoongi y los demás no entendían que estaba pasando ahí, estaba de cierta forma confundidos por aquel cambio en la voz de Sungyo.

“Realmente apreciaba a tu esposo Sungyo, pero él se metió donde no le importaba, aún no logró entender como se enteró de que yo era el culpable de la muerte de aquellos omegas y que aparte también, vendía sus órganos al mercado negro” contestó con desdén en su voz.