ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

Au moderno! Zenitsu Agatsuma

Tus amigas se alejaron dejándote sola con Zenitsu. Empezaron a caminar, el rubio en encontraba a tu lado, hubo un silencio para nada incómodo hasta que pararon en una tienda. No querías dejar pasar su linda acción por ti, compraste un par de paquetes de ramen instantáneo para cenar, no se te antojaba cocinar (y no podrías hacer nada relativamente bueno.) El rubio te siguió, él compró un par de cosas más; bebidas, chucherías, botanas.

—Entonces... Dijiste que querías un novio.

Para romper el hielo Zenitsu habló. Suspiraste desviando la mirada, no podías negarte a hablar mi evadir el tema, se vería feo y grosero aparte estaban en la fila de espera para pagar sus productos.

—En realidad... Ah, no puedo mentir, sí quiero eso pero también tengo que encontrar al hombre perfecto.

Una pequeña sonrisita junto a un sonrojo apareció en el rostro de tu "amigo", haciendo que también te ruborizaras. Ya no dijo nada más puesto que la fila había avanzado y ya era el turno de los dos.

Al regresar a casa, lo primero que hiciste fue ir a poner agua para el ramen (Zenitsu cargó tus cosas pese a que te negaste un montón.) Se sentía el frío de la noche así que un ramen caliente vendría muy bien. Mientras tanto el ojidorado al dejar tu mochila, de la bolsa que llevaba sacó los refrescos y demás botanas que él mismo compró. Luego los dos esperaron a que el agua se calentara para poder echarla a las sopas.
De nuevo Agatsuma se ofreció, ahora sí rechazaste su ayuda, ya había hecho demasiado por ti en ese día y no querías seguir abusando más... Volviste a ver ese sonrojo en su cara.

—¡Tadá! —pusiste los dos ramen en la mesita enfrente del sillón. —Que bueno que es fin de semana, así podremos disfrutar tiempo libre.

Te sentaste a su lado, él tomó una manta y te tapó, justo como Zenitsu se encontraba.

—Concuerdo contigo —respondió con una sonrisita. —______-chan, sobre lo de la tienda, yo...

Agarraste tu tenedor y empezaste a comer pero las siguientes palabras de Zenitsu casi hacen que te ahogues. Él dejó de hablar de inmediato para darte unas palmaditas en la espalda.

—Oh... ¡¿Estás bien ______-chan?! —preguntó mientras te veía a la cara.

Negaste, se preocupó aún más.

—O sea sí, estoy bien —le aclaraste después, respirando fondo.

—No quiero que mi propuesta suene mal pero... Si tanto necesitas un novio yo podría serlo, _______-chan.

¿Un sueño? Fue lo que pensaste en ese momento, respiraste profundo pensando en alguna respuesta obvia. Diablos, Zenitsu se comporta de una forma tan linda que te da pavor rechazarlo, es atractivo incluso y muy atento.

—Mis anteriores novias no me permitían tocarlas¹... —habló en un tono débil mientras desviaba la mirada y una sonrisa aparecía en su cara. —Sin embargo tú me dejas abrazarte e incluso aceptas la comida que suelo hacer y te ves feliz, me encanta ver la sonrisa de ______-chan y hace que me ponga nervioso cada vez que te veo.

Respiraste profundo ante tal confesión, tu corazón comenzó a latir desesperadamente.

—Incluso si yo no te gustó, me gustaría poder conquis-... Mmmhp...

No lo dejaste continuar ya que lo callaste de inmediato. Lo tomaste de la cara, pegando tus labios con los suyos fue tan sorpresivo para el de ojos dorados que se hiper mega sonrojó y fue tanto que no pudo cerrar los ojos de la sorpresa, por lo menos cuando te separaste y lo viste, se encontraba tocando sus labios. Tú también estabas ruborizada, ¿cómo no estarlo? Zenitsu ahora es tu novio y vives con él.