Capítulo 15: María II

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Se me erizan los pelos de la nuca cuando Miguel se acerca, junto a él tres hombres armados me apuntan directo a la cabeza.
Me gritan que levante las manos y las ponga detrás de mi cabeza y lo hago. Baja el arma y me registra. Siento sus dedos apretando con fuerza cada parte de mi cuerpo dejando un rastro de dolor. Estos hombres son animales, están enojados todo el tiempo y funcionan a pura rabia.
-¿Quién te envía?- gruñe
-Vengo por María- mi voz suena torpe pero no me dejo intimidar -Dile que Rain Lawrence viene a verla.

Los otros tres hombres no dejan de apuntarme en ningún momento, y tampoco los francotiradores que están en el techo. Miguel habla en español por una radio y luego me empuja con la punta de su rifle para que comience a caminar delante de él.
Dentro de la casa María nos espera. Tiene una sonrisa petulante en el rostro y me aterra la idea de que todo esto sea por nada, que solo hayan encontrado una forma de acorralarme hasta aquí por mi cuenta y sin Dallas.
-¿Esta es forma de tratar a nuestros invitados de honor, Miguel?- pregunta, luego se acerca a mí y toma mi mano. -Ven a mi oficina.
Los hombres se van y entramos en la misma oficina de la última vez, me siento en la misma silla donde fui empujada a sentarme antes y me cuesta tragar la saliva antes de hablar.
Maria solo me observa. Está esperando por lo que pueda decirle. No tiene prisa, no está enojada, su rostro es una expresión ligera de reposo.
-La última vez que estuve aquí me dijiste que no confiara en Dallas, que no era quien yo pensaba..
-Asi es- me interrumpe -También te dije que la muerte de Lysa y de Tara no fueron un accidente.
Se forma un nudo en mi garganta cada vez que alguien menciona a Lysa y el hecho de que este muerta ahora.
-¿Dallas lo hizo?-
María se sienta con las piernas cruzadas sobre su escritorio. -¿Dónde está el maletín?- me analiza el rostro un par de minutos y luego suspira -No sabes dónde está.
-Esperaba que tú lo supieras.
-Terrence tenía el maletín, yo nunca lo tuve.
-¿Qué hay en él? ¿Por qué lo necesitan?-
María se demora en responder, siento como en el fondo de sus ojos algo se rompe poco a poco, pero no quiere que lo sepa. Suspira -Solo quiero lo mismo que tú, Rain, quiero la verdad.

....

Karrie está disparando en medio del bosque, un disparo hacia la parte alta del arbol, se agacha, un disparo a la parte baja, se para, un disparo a la parte superior, repetir.
El silenciador hace su parte al crear un ambiente tetrico, silencioso y húmedo.
-¿Puedes parar?-
Me mira por sobre su hombro y sonríe, suspira. -¿Hace cuanto no tomas un arma?
Vuelvo mi vista a los papeles en mis manos. Hojas y hojas de archivos que no entiendo y no se relacionan, fotografías, declaraciones, informes que encontré en la oficina de Terrence en Cortland, papeles de la oficina de mi abuelo.
-Rain- la voz de Karrie es una pregunta más que una afirmación.
No he vuelto a tomar un arma en dos años, después de salir de Spring no necesitaba una y de hacerlo tampoco me sentía capaz de usar una.
Sé que ella espera una respuesta, pero no se la doy. Sigo revisando papeles sentada en el suelo con la espalda contra un árbol seco y duro.
Tuve mucho tiempo después de hablar con María para pensar en que hacer, solo necesito encontrar el maletín y las cosas tomaran forma, una tras de otra, estoy segura.
Uno de los papeles tiene una dirección en la parte inferior y no puedo dejar de releerla, dos lineas de información que se repiten en mi cabeza una y otra vez; es una hoja que saqué de la oficina de Terrence, un correo impreso que indica la creación de una cuenta en un banco.
-¿Dónde está este banco?- le pregunto a Karrie y tiendo la hoja hacia ella.
Tengo que confiar en Karrie, tengo que confiar en ella.
-Cortland- frunce el ceño -La dirección... esto.. mm
-¿Qué?
-Es donde encontraron el cuerpo de Terrence.
Me recorre una sensación de escalofrío. La misma dirección salía mencionada en cada una de las declaraciones, de ahí que todo sonara tan importante. La imagen de Terrence tendido en el suelo con la sangre a su alrededor llega a mi cabeza y trato de quitarla restregando mi cara, pero no es un sueño, no estoy dormida, es un recuerdo de las fotografías y ya no lo podré borrar jamás.
-Necesito que me lleves ahí-

De camino a Cortland apoyo mi cabeza contra el vidrio y observo hacia fuera la inmensidad de la noche, oscureció antes de que dejaramos Spring, y en medio de la oscuridad siento un poco de paz, una paz extraña.
Karrie va en silencio junto a mí, tocando de vez en cuando una melodía golpeteando sus dedos contra el volante.
Nunca he estado tan sobria en toda mi vida como lo estoy ahora, y de alguna forma me siento culpable por esa sensación. Desde pequeña mis padres me obligaron a usar pastillas porque yo no era como las otras niñas, porque era más lenta en las clases, más despistada. Luego conocí a Dallas y todo fue en espiral hacia mi destrucción personal.
Estar tan drogada todo el tiempo causó estragos en mí, principalmente en mi mente; no puedo recordar muchas partes de mi vida, y otras se repiten una y otra vez.
-¿Estás bien?- Karrie rompe el silencio.
Intento articular las palabras pero termino balbuceando y siento el sabor de la sangre en mis labios.
-Rain, tu nariz-

Estamos a solo unos metros de Cortland, a unos metros de llegar a la dirección del banco, y posiblemente a la verdad cuando siento mi cuerpo temblar y pierdo la consciencia.
Todo se pone negro y a lo lejos Karrie dice algo pero no distingo nada.
He estado muchas veces a punto de morir, de distintas formas, siempre con la muerte jugueteando a mi espalda, pero no puedo morir ahora, no ahora que tengo un propósito.

Me toma unos segundos lograr enfocar cuando abro los ojos, no sé cuando tiempo a pasado pero fue el suficiente para que Oliver apareciera en un auto verde, y para que mi cuerpo fuera arrastrado hasta la hierba que rodeaba la carretera.

-Necesitamos llevarla a un hospital- estaba diciendo Oliver cuando desperté.
Karrie está frente a él con las manos en la cabeza.
Me incorporo rápidamente y el movimiento envía otro temblor por todo mi cuerpo. Termino por tocer antes de hablar y ellos se percatan de que he despertado.
Karrie es la primera en acercarse, arrodillandose frente a mí y antes de que pueda decir nada, la interrumpo: -3457- suelto, antes de poder entender bien lo que sale de mi propia boca -Lo recuerdo... 3-4-5-7... banco de Cortland... 3-4..
-¿Rain?- me mira como si no entendiera nada y en parte yo tampoco lo hago.
En mi desmayo todo parecía danzar frente a mí, pero una vez despierta solo había logrado atrapar algunas frases incongruentes... y esa escena, ese pequeño recuerdo.

Yo, de dieciocho años, sentada en el suelo de mi habitación, con la cara cubierta de un sudor frío. Terrence entró y se sentó frente a mí. Su rostro estaba desfigurado por el miedo. "3 4 5 7" había dicho "Banco de Cortland". Pero yo estaba muy drogada entonces para entenderlo, y en mi espiral de emociones solo logre articular un par de palabras "¿Encontraron a Jules?". Él negó con la cabeza y se acercó más a mi rostro. "Dallas lo sabrá pronto"
"¿El qué?" Entonces todo se ponía más mezclado en mi mente. "3457, Rain, recuérdalo, 3457"

-E-el m..maletín- logro articular -3457, Cortland.-
La miro a los ojos y ella solo asiente.

Vuelvo a dormirme en algún momento de nuestro viaje y cuando despierto estamos en un cuarto de hotel, en alguna parte cerca de Cortland. Me siento derecha en la cama.
-Karrie, tenemos que ir al banco- le digo apenas la veo, sentada en el otro extremo del pequeño cuarto, en un sillón rasgado. -Karrie...

Ella no se gira a verme, observa por la ventana. -Un doctor vino a verte mientras dormías, Oliver está seguro de que tienes algo en el cerebro. El doctor dice que necesitas exámenes...

-KARRIE- mi voz aun adormecida sale irritada entre mis dientes. -Necesito ese maletín-
-¿Con quién hablaste, Rain?- se gira con una expresión irritada. No respondo-¡¿Con quién hablaste, maldita sea?!
Karrie nunca grita; ella se enoja, se enerva, pero jamás grita, y nunca antes me ha gritado a mí.
-María- suelto con un hilo de voz.
En sus ojos brilla el entendimiento peleandose con el miedo. -y ahora estamos en su territorio...- logra murmurar segundos antes de que disparen a las ventanas y ambas caigamos al suelo.

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Hola, hola
Sé que en este punto quienes han seguido la historia desde el principio deben tener muchas dudas, pero voy a aclarar un par de puntos;
-Han pasado cinco años de diferencia entre la hija del pastor y esta historia.
-Esta saga en un principio contaba con seis historias, por eso los dos finales anteriores parecían muy inconclusos, ya que solo se trababan de una introducción a la real historia que se empezaría a desarrollar a partir de esta, pero por cosas de tiempo y para no aburrirlas la he reducido.

Gracias a todxs x leer, y en especial por votar y seguir aquí despues de tanto tiempo <3

SEÑORITA PERFECTA [EN PROCESO]Where stories live. Discover now