Capítulo 14: Maletín

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Dallas está enojado cuando llego al auto. Es una máquina de humo. Quedarse afuera de la conversación como si fuese un niño pequeño no le hace gracia.
Me empuja dentro del auto y da la vuelta con el peor de los ánimos para subir. Cierra la puerta con más fuerza de la necesaria mientras me pongo el cinturón y logra asustarme un poco.
Solía normalizar totalmente todas y cada una de las actitudes y acciones de Dallas. Él era un niño atormentado que pasó rápidamente a un adulto problemático, y era mi deber cuidar de él y de sus emociones, mantener su virilidad intacta, complacerlo y servirlo.
Dallas era entonces un adulto joven muy encantador; ojos profundos y hermoso cabello oscuro. Siempre olía a perfume, incluso después de los peores escenarios, y sabía como hacerme sentir bien en la cama, pero esas conductas siempre estuvieron ahí aun que no quisiera verlas y prefiriera idealizarlo y culparme, él siempre fue rudo, tosco, agresivo.

-¿Qué te dijo ahí dentro?
preguntó por números- apoyo la frente en la ventana. Me tranquiliza ver el movimiento afuera. -Quería saber cuanto pagaríamos y cuando, lo usual-
-Toma- acerca una mano a mí, tiene una pastilla y la pone sobre mi muslo -Te va a tranquilizar, él viaje de regreso es largo-

Drogas. Dallas podía solucionar cualquier problema de mi existencia con drogas. Ese era su don.
Tomo la pastilla y finjo ponerla en mi boca, me hundo en el asiento, con la frente aun en la ventana y cierro los ojos. En algún punto dentro de la farsa me quedo dormida por el cansancio.

...

Karrie da un par de vueltas por la sala y me pregunto que pasara por su cabeza. Yo nunca fui una chica lista, ella si lo es, puedes sentir los engranajes de su cerebro trabajando a mil por hora cada vez que se queda perdida en el espacio dando vueltas sin decir nada. Ella es una máquina, su cerebro es una máquina.

Le doy otra calada la cigarrillo y boto ceniza dentro de un macetero cercano.
-Como quemes mi sillón te parto la cara- dice y es la primera frase que sale de ella en horas. -¿Cómo estuvo tu paseo con Dallas ayer?

La frase me genera una mala sensación. -¿Oliver no te dijo nada?
Me da una media sonrisa y luego una sonrisa completa -Puedes confiar en él, yo lo hago.

¿Pero puedo confiar yo en Karrie? ¿Puedo confiar en la chica que vendió a su novio a la policía? ¿La chica que ha mentido, robado e incluso matado en nombre de Mike y ahora quiere destruirlo? ¿Puedo confiar en alguien que es una cosa y al momento siguiente es otra?
¿Debería decirle sobre el maletín? Pero, ¿siquiera sé algo yo sobre el maletín?

Suspira agotada y se deja caer junto a mí en el cómodo sofá. -¿Qué está mal?- pregunta
-¿Te hago una lista?-
Sonríe.
El silencio nos invade por un rato. Entonces recuerdo a que vine en primer lugar; rebusco en el bolsillo trasero de mi pantalón y saco la fotografía que encontré en casa. Una foto muy vieja, de cuando las cosas parecían ir bien. Estoy usando un vestido azul de flores y mi pelo está más rubio y brillante que nunca. Junto a mí, una hermosa castaña de cabello largo y ojos impresionantes.
Le tiendo la foto a Karrie y ella la recibe con una expresión similar a la angustia.
-Creo que nunca la conociste en persona- le digo -Es Kenzie, la hermana de Jules-
-Lo sé, he visto cientos de fotografías. Jules hablaba de ella todo el tiempo-

Cuando Mackenzie murió todos estábamos de luto. Nunca fuimos en realidad amigas, apenas nos conociamos y eramos prácticamente obligadas a dialogar, pero lloré durante horas cuando supe de su muerte. Mackenzie era un ángel; dulce, encantadora, risueña.

-Era su cumpleaños- siento la melancolía tocandome el pecho -mi abuela me obligó a ir y tomarnos esa foto. La encontré ayer revisando cajas en casa y me di cuenta de algo
Karrie me mira a los ojos -¿De qué?
Me tiembla el cuerpo entero y la saliva se pone muy espesa en mi boca. Lo que estoy apunto de admitir o sugerir es muy fuerte y Karrie, apesar de haber demostrado ser un apoyo estos días, sigue siendo una desconocida, aun puede tratarse del enemigo.
-Rain, dime-
Me marisqueo el labio -¿Quién querría hacerle daño a ella? ¿Por qué a ella?
La mirada de Karrie sigue sobre mí sin expresión alguna. No sabe que decir ni que suponer.
-¿Por qué Chris querría hacerle daño a una niña?
Karrie se pone de pie, está irritada, puedo verlo. -Ten cuidado, Rain
Me pongo de pie frente a ella. Todo mi cuerpo parece a punto de explotar, así es como la adrenalina se siente, como si todo fuese a estallar en mil pedazos dentro de ti.
-¿Por qué Chris querría asesinar a Kenzie, Karrie? ¡¿Por qué querría asesinar a una niña de quince años? ¿por qué no Jules? ¿por qué no Dallas?
-¡Porque Chris era un sicópata, Rain, estaba enfermo!
-¿Lo estaba? ¿O es lo que te dices a ti misma para justificar que lo asesinaran?

No siento compasión alguna por Chris. La compasión no existe en este mundo de balas y sangre. Pero necesito justicia, necesito justicia para todos los que han sido asesinados, desde mis padres hasta las víctimas de los Dubosi y de Mike.

Karrie tiene los ojos inyectados en rabia por mi acusación, pero respira y se toma un momento antes de hablar. Se frota la nuca, mira el suelo, respira y vuelve a mirarme.
-¿Qué estás insinuando, Rain?
Me encojo de hombros. ¿En verdad sé que estoy insinuando o solo quiero darle un sentido subjetivo a todo esto? Estoy tan cargada de rabia, pena y hambre de justicia que podría culpar incluso a Karrie solo para encontrar un culpable, para tener un objetivo en quien descargar toda mi ira.
Suspira y hace un sonido similar a un bufido. Está cansada.
-¿Estás drogada de nuevo?
-No
Se frota la frente haciendo una pinza con su dedo indice y pulgar, se apreta el tabique de la nariz y se sienta otra vez en el sofá.
-Chris no lo hizo- le aseguro.
-¿Y por qué crees eso?
Me siento junto a ella -Solo necesito que me creas. Estoy segura de que Chris no lo hizo

El maletín y lo que hubiese dentro de él solo serían una prueba de que Terrence estaba trabajando con Chris a escondidas de los Dubosi y de Mike, y esa es mi garantía.
Si Chris fuera el asesino de Mackenzie, eso también lo convertiría en el asesino de mis padres y de Tara. Terrence nunca hubiese accedido a trabajar con él.

-Ahora tengo que irme- le digo a la vez que me pongo de pie -Prometeme que lo dudaras, que tendrás la duda de si fue Chris o no, al menos dame eso ¿vale?
-Vale, solo mantente sobria y ten cuidado.

Tener cuidado.

Salgo de la casa y me subo al auto asegurandome que nadie me vio. Me doy un par de palmadas en el rostro y me mentalizo para comenzar. María sabe del maletín y debe saber sobre su contenido o su ubicación así que allá me dirijo.

-Voy a encontrar el maletín, hermanito- le digo a la foto que he pegado de Terrence en mi guantera. -Estoy aquí ahora, ya no estás solo.

...
Subí antes este cap. pq esperaba poder subir otro mañana.
Gracias

SEÑORITA PERFECTA [EN PROCESO]Where stories live. Discover now