OLYMPIA

Génesis

-Olympia, hija mía, mírame.

Olympia, dió la vuelta y miro a su padre para regalarle una sonrisa cínica. Extendió los brazos e inhaló profundamente la esencia de su nuevo hogar.

-Así que aquí termina todo, padre. Envíale saludos a mi querida madre.

Cronos la tomó por el cuello. Olympia despertaba su ira con tan pocas palabras, era tan macabra, una réplica de si mismo. Cuanto más apretaba ella más sonreía.

-Ha sido tu elección.

La arrojó a la oscuridad sin titubear. 

Cronos prolongaría su gobierno a cualquier costo, ningún hijo suyo rompería aquello predestinado para el. Olympia sucumbiría en el tártaro hasta la eternidad si eso era necesario. No podía quitarla del camino tan fácilmente, pero podía confinarla y enseñarle a sufrir hasta volverla débil o demente. 

Cronos subestimaba su propia creación. Alimentaba la actitud despiadada de su hija, que en algún momento sería liberada de sus cadenas pues una diosa no puede permancer allí durante la eternidad. El destino así lo quiere.

Febe no quería otro hijo, adoraba a sus tres niños quienes traían luz sobre el cielo oscuro tiñéndolo de colores resplandecientes mientras llenaban todo de brisas cálidas incluso en tiempos tan oscuros como aquellos. Repugnaba lo que pudiera engendrar junto a Cronos, tirano hambriento de poder. Sin embargo, cuando vio el rostro inmaculado de su hija ilegítima no pudo quitarle la vida como se había planeado. Ceo enfurecido por su infidelidad eligió perdonarla por un precio muy alto, la niña tenía que ser entregada a Cronos. Así fue, Febe la nombró Olympia por razones aun desconocidas y sin titubear la entregó. 

Las infidelidades eran perdonables, más no lo eran las abominaciones como Olympia que traían desgracias desde su nacimiento. 

La tercer hija de Cronos. No fue colmada de amor y calor, creciendo por cuenta propia entre las bestias, el hedor y la furia de los titanes. Desconocía a los hijos de su padre y Rea. Batallaba a diario y aprendía las trampas más sucias, el engaño y la traición, hasta volverse digna hija del poderoso Cronos, el asesino de Urano y gobernante.