❝La lluvia de las noches de otoño engaña, parece sólo agua y en cambio son recuerdos ❞
Los sonorosos truenos que iluminaban las grisáceas y vastas nubes que ocultaban a las estrellas de aquella noche fría. Eran silenciadas por la calidas paredes de aquella cabaña, de aquella habitación.
Las ramas más extenzas de los árboles acariciaban las ventanas por el movimiento que el brusco viento les producía.
Los alargados y desordenados cabellos oscuros como aquella noche, pertenecientes al joven cazador de tez palida y hermosos ojos color zafiro profundo. Esos mechones eran sacudidos y acariciados por una suave toalla blanca.
—No debiste venir Tomioka, no con esta tormenta —lo regaño la muchacha mientras seguía secando los alargados cabellos del cazador, quien se encontraba con los ojos cerrados disfrutando de aquel mimo—. Tsk..—dio un chasquido con su lengua al no poder enojarse con él, pues no al notar el calmado semblante pintado en su apuesto rostro, al sentir como su pareja secaba sus mechones oscuros.
—Quería verte.
Las sencillas palabras que había soltado el pilar con facilidad, habían detenido los movimientos de aquella toalla, curioso llevó la cabeza hacia atrás y sus ojos se encontraron con la mirada perlada de la joven Kuroi.
Pero no fue lo único que se encontraron.
Pues sus labios habían sido beneficiados por aquel diminuto movimiento, pues habían podido rozarse aunque sea por unos cortos segundos.
Sus ojos no se desentrelazaban, es más, se fundian entre sí con intensidad, de la misma forma que sus labios se encontraban deseosos por hacerlo.
Pero el estruendoso sonido de un trueno hizo lanzar a Seiza y alejarse del chico.
—Yo...ire a preparar algo de té —dijo con dificultad mientras observaba a otro lado y daba la espalda al chico—. Te...te hará...entrar en...calor.
Y a pasos largos desapareció de aquella habitación, dejando a un confundido Giyu quien se quedó observando por la ventana como la tormenta empeoraba.
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𝓐𝓼𝓽𝓻𝓸𝓼 ||ᴛᴏᴍɪᴏᴋᴀ ɢɪʏᴜ||
Fanfiction-𝐋𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐪𝐮𝐢 𝐲 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐦𝐚𝐬 𝐚𝐥𝐥𝐚́ 𝐬𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐦𝐨𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬. 𝐓𝐮 𝐜𝐫𝐞𝐜𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐮𝐧𝐚𝐬, 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐲𝐨 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐛𝐚𝐬 𝐥𝐚�...