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Habían pasado cerca de 3 meses desde que comencé a trabajar con la familia Kim a casi tiempo completo, eran pocas las veces que iba a la casa de mi tía y a pesar de que aún seguía exigiendo parte de mi sueldo los abusos físicos habían cesado y los verbales disminuído.

- _______(Tn), ¿Podrías ayudarme a conseguir unas cosas para la cena?- la señora Kim se apareció por la puerta abierta con un par de prendas en la mano.

- Claro señora.- respondí sonriente, me apenaba demasiado si quiera pensarlo, pero la señora Kim era lo más parecido a una madre que tenía en esos momentos.

- _______(Tn)- Heechul tomó mi mano antes de que pudiera pararme. Lo miré con ternura, el sentimiento que su tacto me provocaba era algo que estaba guardando muy dentro de mi, intentando que nadie más se diera cuenta.

- Volveré en unos minutos, trata de terminar el ejercicio ¿si?- le acaricie la cabeza por unos segundos y no pude evitar que un sonrisa se asomara en mis labios.

- Gracias por ser tan buena con mi Heechul.- observé a la señora Kim de nueva cuenta, me había contado parte de su historia en el tiempo que llevaba ahí, sabía que había enviudado y aunque las propuestas no se habían hecho esperar ella seguía siendo fiel a su difunto esposo y sobre todo a su familia, sus hijos representaban el mundo entero para ella.

- El es un gran hombre.- respondí sonriendo aún más, tenía muchas cosas buenas que decir sobre Heechul.

- Has traído mucha alegría a nuestro hogar pequeña.- me dijo en cuanto entramos a la cocina para que me entregara la lista de cosas que debería traer, sentí mi cara enrojecer. - Hace años que no veía a mis hijos tan felices.- comentó con añoranza.

- No sé qué decir, soy yo quien está muy agradecida con ustedes.- dije torpemente, había muchas cosas dentro de mi, sentimientos positivos a los que en muchas ocasiones no podía poner en palabras.

- Ve con cuidado hija.- me sonrió y asentí saliendo de la casa. Esa era otra de las cosas que me hacían sentir calidez en el corazón, ser llamada 'hija' por una mujer amable hacia que los recuerdos de mis difuntos padres no dolieran tanto.

Ciertamente las cosas habían cambiado en esos casi 3 meses, Kyung Joon quien casi siempre estaba de mal humor había comenzado a sonreír, se le veía más relajado e incluso se había hecho más cercano a su hermano y madre, su trato hacia mí también había mejorado, y no es que antes hubiera sido del todo malo pero ahora algo en el había cambiado.

- ¿Lee _______(Tn)? - escuché a mis espaldas, sinceramente iba demasiado distraída con mis pensamientos por lo que me sobresalté al escuchar mi nombre.

- Ah, hola Kim, me asustaste.- le recrimine en cuanto lo pude visualizar. Se trataba, nuevamente, de Kim Hyun Joong, mi compañero de clase al cual me encontraba demasiado seguido en los últimos meses.

- Así que, ¿De nuevo por aquí?- pregunto y fue en ese momento que recordé mi situación ante los demás, ni siquiera la directora sabía de mi nuevo trabajo, ella se había quedado solo con la parte de las asesorías y por miedo a alguna negativa había evitado todo este tiempo decirle sobre el trabajo como apoyo de casa.

- S-Si, jajaja.- rei nerviosa. - Mi tía tiene algunos conocidos por acá.- Mentí rogando al cielo que mi nerviosismo no me delatara.

- ¿Y a dónde vas ahora?- su curiosidad siempre me había parecido demasiada,  pero era en ocasiones como esa en las que deseaba ser un poco más confidente conmigo misma para poder safarme de la situación.

...

Debía de admitir que se sentía diferente, los últimos meses habían representado un torrente de cambios enormes en la vida de su familia, algunos cambios eran para bien como la llegada de la chiquilla que ahora alegraba los días de su hogar, mientras que otros eran para mal y ciertamente le provocaban dolor de cabeza.

Falling Blossoms  (Heechul y tu)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin