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- Esa es toda la información que he podido reunir hasta ahora.- el chico entregó una carpeta a su jefe con varios documentos escritos.

- Muy bien Hyun-Joong, has hecho un buen trabajo.- dijo hojeando los documentos. - Ahora retirate.- le ordenos y el chico después de hacer una reverencia salió del salon dejando al hombre sólo.

- vaya, vaya...- murmuró después de leer detenidamente el informe, una sonrisa de satisfacción se posicionó sobre sus labios, el chico era joven pero eficiente, los datos que le había dado le otorgaban un as bajo la manga que no dudaría en usar en caso de que el heredero de los Kim se negara a cooperar con ellos.

...

Aquella tarde había explotado en llanto, por más que trate de controlarlo se volvió imposible para mi, el nudo en mi garganta se apretaba impidiendome respirar de manera adecuada a menos que mis ojos liberaran más lágrimas, estar entre los brazos de Heechul era reconfortante pero a pesar de haber disminuido, el dolor seguía presente.

- ¿Hijo?...- escuché la voz de la señora Kim a través del pasillo. - ¡Por Dios _______(Tn)! ¿Qué fue lo que pasó? - se asomó por la entrada y se acercó a paso veloz al verme en tan deplorable estado.

Odiaba que la gente me viera de esa manera, desde que mis padres murieron sólo lloraba cuando me encontraba en mi habitación, lejos de cualquier mirada de compasión que pudieran dedicarme.

- ¿Heechul que fue lo que pasó?- preguntó con un tono muy marcado de preocupación.

Me separé del cuerpo de Heechul, debería de sentirme avergonzada por aferrarme a un hombre mayor de esa manera, pero ño cabeza estaba tan aturdida en esos momentos como para lograr sentirme de esa manera.

- ______(Tn)...- La amable señora Kim me tomó de los hombros, con poco voluntad la miré directamente a los ojos y lo noté, la consternación en sus ojos era real, la expresión era sincera, no se parecía en nada a la mirada que me dedicaron mis parientes cuando llegué a su casa, ni a la de los pocos conocidos de mis padres cuando asistieron al funeral, la mirada de la señora Kim no poseía egoísmo, fastidio o indiferencia.

- L-Lo lamento...-  murmure con un hilo de voz apenas audible para mi misma.

- Tranquila hija...- me abrazó y al igual que con Heechul, el dolor en mi interior se aminoro un poco. - Cuéntame que fue lo que pasó... si Heechul...- el mencionado que hasta el momento se había mantenido en silencio observando todo con una mirada triste dio un respingo al escuchar su nombre. - Si mi hijo te hizo algo...- pude distinguir un cambio en el tono de voz de la mujer.

- ¡N-No! - exclame recobrando un poco de fuerza, no podía permitir que la señora Kim pensara algo malo sobre su hijo cuando lo único que había hecho era intentar animarme. - Heechul n-no hizo nada.- le respondí más calmada. - E-Es sólo q-que...-  la dificultad que sentía al hablar no desaparecía.

- Gracias a Dios. - soltó un suspiro. - Si mi hijo no te dijo nada, entonces dime que fue lo que pasó mi niña.- me observó triste.

Mi ser entero se encontraba en conflicto, ¿afectaría en algo si le contara a ellos mi situación familiar? Una parte de mi quería hacerlo, hacerles saber de los constantes abusos físicos a los que mis familiares me sometían, tal vez no pudieran hacer algo en contra de ello, y tampoco es como si quisiera que lo hicieran, pero al menos me ayudaría a desahogarme, pero por otro lado tenía miedo de las consecuencias de hablar de ello.

- Y-Yo...- dudé al hablar. Sentí la cálida mano de Heechul posarse en mi hombro, al voltear a verlo su expresión me dejo desconcertada, me invitaba a hablar, a confiar en ellos, aún si esas palabras no salían de su boca, fácilmente podían ser interpretadas. Al regresar mi mirada al frente pude ver una leve sonrisa comprensiva en el rostro de la mayor. - P-Perdí a mis padres cuando t-tenía 5 años.- comencé a relatar con el corazón latiendome a mil por hora, estaba abriendo mi caja de pandora- La única p-persona que pudo hacerse c-cargo de mi fue mi tía Hae Yoon.- sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al decir su nombre. - He v-vivido con ella y c-con mi prima Soo Min d-desde entonces.- continué. - A pesar de ser hermana de m-mi papá, mi tía nunca a sentido afectó p-por mi, desde pequeña me ha o-obligado a realizar todas l-las labores de la casa y recientemente...- tragué con dificultad al llegar a esa parte. - R-Recientemente me ha exigido a-aportar dinero para la casa. - por alguna razón los moratones en mi cuerpo comenzaron a pulsar de manera dolorosa, era como si todo mi ser resintiera mis palabras. - En o-ocasiones me golpea cuando t-tiene un mal día o c-cuando no cumplo con l-lo que ella desea al pie de la letra.- terminé de hablar y me percaté de una presencia extra que nos observaba desde la entrada de la habitación.

- ¿Así que, eso es lo que tu tía te hace?- la voz firme de Kyung Hoon resonó en el salón.

Me sentí incapaz de responder.

- Hijo... la señora se acercó a su hijo menor.

- Responde...- el hombre evadió la mirada de su madre y me encaró desde la distancia. - ¿Porqué nunca dijiste nada?- me reprochó más todo sonido posible había escapado de mi garganta, mis cuerdas bucales no respondían. - ¡Responde!- elevó su tono haciendo evidente que estaba perdiendo la paciencia.

- ¡Kim Kyung Hoon!- lo reprimió la mujer y yo sólo pude bajar la mirada. Causar problemas entre la familia que me había abierto las puertas era lo que menos hubiera querido.

Heechul se puso de pie y yo lo imite lentamente sin despegar mi mirada del suelo. ¿Podría acaso sentirme más miserable?

- ¿Es que no te das cuenta madre? - elevó su tono sobresaltando incluso a Heechul quien apoyó ambas manos en mis brazos. - ¡Pudo haber muerto! - Exclamó y solo en ese momento pude observarlo, su rostro siempre imperturbable estaba oscurecido por una sombra de preocupación mezclada con ira. - He visto los moratones que tiene... varias veces le di la oportunidad de hablar y ella...- sus ojos chocaron con los míos y pareció darse cuenta de sus palabras.

Todos en el salón fijaron su vista en el con evidente sorpresa. Kyung Hoon era un hombre conocido por sólo velar por su familia y nada más por su familia. El ambiente se tenso y el hombre dio media vuelta para evitar las miradas.

- Hijo...- la señora Kim murmuró con voz quebrada.

- Como sea... esa mujer tendrá que pagar las consecuencias. - se dio la vuelta para poder retirarse.

- ¡No!- Mi cuerpo reaccionó de manera inmediata. - Por favor... s-si hace algo... si m-mi tía se entera...- el pánico se apoderó de mi, si Hae Yoon se enteraba de que le había contado a alguien, no quería ni siquiera pensar en que me pasaría a mi.

- ¿La defiendes? - el retrocedió, sus firmes pasos lo llevaron hasta quedar frente a mi, su mirada era verdaderamente intimidante y no pude sostenerla por mucho tiempo. - Con todo lo que ha hecho, ¡tu la defiendes!.- gritó haciéndome estremecer.

En un acto inesperado el cuerpo de Heechul se colocó frente a mi, su espalda ancha quedó frente a mi cara lo que me impidió ver la expresión de su hermano menor.

- Heechul...- escuché el cambio en la voz de Kyung Hoon.

El mayor no se movió, simplemente bajo el rostro evitando también la mirada de el.

- Yo no la defiendo.- me atreví a hablar ahora que no podía verlo. - Si a ella le llega a pasar algo yo q-quedaré en la calle...- comencé a sollozar de nueva cuenta pero aclare mi garganta para continuar. - se ha apoderado de todo lo que mis padres d-dejaron, si antes de que cumpla los 20 años a ella le pasa algo yo...- dejé de hablar.

El silencio se apropió de la habitación Heechul alzó su rostro levemente y la señora Kim se dedicó a observar en silencio. Como si de una niña pequeña se tratara yo sólo asomé la cabeza por el costado de Heechul y pude observar la cara de frustración del hijo menor de la familia Kim.

- No va a quedar así. - dijo antes de salir de la habitación

...

Agradezco infinitamente los comentarios y votos hacia esta historia.
Lamento la gran tardanza.
Espero que este capítulo les guste.

Falling Blossoms  (Heechul y tu)Where stories live. Discover now