46.- Abre los ojos.

578 45 7
                                    

Eleanor ' s POV

Tengo la sensación de estar en un profundo sueño, uno del que por más que intente no puedo despertar. A veces me cuesta un poco respirar, es como si alguien apretara sus manos en mi cuello llevándome casi al desmayo. La oscuridad se ha vuelto lo único visible ante mis ojos, a veces viene ella a verme.

Tengo la sensación que lo hace para ver si aún estoy devastada y no soy capaz de enfrentarla. No me deja salir, y no le pido salir.

Me estoy imaginando todas las cosas que pueden estar haciendo ahora que ya no estoy, pero no logro pensar en si a alguien de aquí le importara saber que aún estoy aquí capaz de salir. Alala me dijo que sería mi responsabilidad lo que pasaría después, pero lo único que hago es deprimirme y encerrarme en lo negativo de mí.

No puedo levantarme de donde estoy, no puedo levantar la mirada del suelo perdida y más que nada, no puedo luchar.

Si sigo pensando así no podré hacer lo que al final de todo me propuse, lo que desde el inicio me tiene concentrada en mi objetivo. Si no puedes destruir a tu enemigo por fuera, hazlo por dentro, donde hay sensibilidad y más posibilidades de que aciertes todos tus intentos. Eso es lo que segura me dije que podía hacer, pero ahora que va pasando el tiempo cruelmente lento... solo pienso en que no podré hacerlo.

Y en lo sola que estoy...

- ¿No eres capaz o no te sientes capaz? - escuche una voz que me hablo a lo lejos, no sabía a donde mirar entre toda esta oscuridad. - Sabia que este momento llegaría. - volvió hablar.

Me levante del suelo al ver que había una pequeña estela de luz creciendo frente a mí, todo comenzó a iluminarse y me cegó por unos instantes antes de escuchar de nuevo su voz.

-Quizás no entiendas mi punto, pero sabía lo que pasaría y busque la forma de que te llegara esto... mi amada hija. - al identificar la voz la busque a ciegas moviendo las manos a mi alrededor.

- ¿Mamá? - las lágrimas se acumularon en mis ojos, no podía creer que hasta me estaba ayudando en el peor de los casos. Todo se detuvo y no escuche nada por unos instantes.

Abrí los ojos de a poco y solo me vi en una escena cuando era muy pequeña, y lo sabía por cómo estaba mi habitación. No había mucho que explicar, mi madre observándome mientras estaba en la cuna haciendo quien sabe qué.

-No soy una madre ejemplar, pero te seré sincera. Fui una mujer desesperada en busca de que no muera su hija. - bajo la mirada a sus manos entrelazadas y suspiro pesadamente. - No es que pidiera una hija con los días contados, por eso hice que me ayudara para guiarte un poco en lo que podría ser tu lucha más dura contigo misma. - extendió los brazos y me cargo en estos, tuve una visión más clara de la habitación y pude ver a un chico sentado en una esquina con los brazos cruzados.

Es Kaled, sus ojos azules lo delataban. Aquellos que tanto me atraían como el mismo paraíso, pero que me llevaron al infierno. Deje de mirarlo para volverme a fijar en las lágrimas que ahora caían del rostro de mi madre, no podía hablar ni hacer señales, era un recuerdo guardado en mi cabeza que hasta ahora sabía que estaba.

-Ahora estas confundida y con preguntas de todo lo que está pasando, y desearía estar para apoyarte ahora que debes de saber toda la verdad. - dijo mientras me balanceaba en sus brazos de forma maternal para hacerme dormir, supuse. - Cariño, debes alejar todo tipo de pensamientos negativos y pensar de forma clara en una forma de matarla. Recuerda que es oscuridad y lo peor que le puede pasar a esta es que te llenes de la luz de la esperanza a la que tanto teme.

Escuchaba atenta todas las cosas que tenía que decirme, hasta que se volvió un recuerdo borroso y sin sentido. Había visto mis recuerdos de bebe, y eso es lo único que tengo como ayuda y pista para salir de aquí.

DemonioWo Geschichten leben. Entdecke jetzt