Demonio

42.- Bianca y momento íntimo.

Maratón 2/?

Eleanor's POV:

Paseaba por el jardín con Cinco, ella me hablaba de como le gustaría salir de ese lugar y volver a casa. No la escuchaba atenta pensando en otras cosas, aún tenía a esa voz hablándome cada vez que me sentía derrotada.

No le dije a nadie excepto a mi "hermana" Alala, me dijo que tenga calma y no cometa una locura. Ella se estaba encargando de que no pierda la cordura.

- .... salir y ver el mundo. - oí y la miro sorprendida. - ¿No crees? - me sonrió.

Cinco al conocerla fue tímida y me atrevo a decir que sumisa, pero al darle la confianza se abrió conmigo y se hizo una buena amiga. Quizás la primera que tengo.

- Cinco ¿Cómo llegaste aquí? - le pregunté curiosa y ella bajó la cabeza.

Debe ser un tema delicado para ella.

Quiero conocerla, ella sabe todo de mí.

Me mantuve en mi pregunta mientras ella buscaba las palabras adecuadas para decirme.

- De pequeña vivía en un pequeño pueblo pobre, mi padre y madre siempre cuidaron muy bien de nosotros. Mi hermano me protegía y me enseñó a leer y escribir, éramos pobres pero felices. - se detuvo y miró el cielo eufórica. - Pero un día mi madre enfermó, no teníamos el dinero para un médico ni para medicinas. Murió una semana después, mi padre cegado por la pérdida vendió mi alma al diablo con tal de regresar a mamá. Llegó mi hermano justo en el intercambio y mató a papá, intentó darle su alma por la mía. Pero me llevaron negando las peticiones de mi hermano, lo último que me dijo fue que nos volveríamos a ver, era una promesa. - suspiro y me sonrió con los ojos cristalizados. - Han pasado siglos desde que lo veo, aunque sé que a muerto, aún creo en su promesa.

En el mundo hay que gente que quizás no sufre por vivir con un demonio... pero la misma dificultad económica se vuelve un peso que cargar. La comida de cada día, la ropa que usaras mañana, la cara de tu familia. Aunque sea una sonrisa conocías el otro lado de ella, y saber como era ese dolor... se convertía en una cruz.

- Lamento mucho.. - le dije y ella negó con una pequeña sonrisa.

- Bianca, ése era mi nombre. - me dijo y está vez le regresé la sonrisa.

Extendi mi brazo y le ofrecí mi mano.

- Un gusto conocerte, Bianca. - le dije haciendo una pequeña reverencia, tomó mi mano y se rió suavemente.

A la hora de la cena estábamos todos sentados en la mesa comiendo despacio, mañana sería mi pelea. Kaled estaba nervioso y mi padre quería que no lo vuelva a decepcionar.

Me metí una cucharada de comida a la boca cuando mi padre habló.

- ¿No tendrás oculta una cría de Kaled en tu habitación? - preguntó y casi escupo la comida.

Lo miré sonrojada, él creía que ya nos habíamos acostado. ¡Error! Nisiquiera  nos hemos visto sin ropa.

- N-no.. ¿Por qué piensas eso? - le dije jugando con la comida.

Miró serio a su mujer antes de volver a verme.

- Tienes un amante. - aseguró antes de asentir convencido.

Volví a sonrojarme y giré a pedir ayuda a Kaled, pero él miraba divertido la situación.

Se levantó y me señaló.

- Está con otro a mis espaldas, los escuché la otra noche. - dijo y sentía la sangre en la cabeza, no podía sonrojarme más o explotaria.

- ¡Esa es mi hija! Está en nuestra sangre. - dijo señalandose, le miré indignada y cuando iba a protestar habla su mujer.