26.- El mensajero

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POV Kaled

La vi llorar mientras se hacía un ovillo en el suelo, lo que más quería ahora era acercarme a abrazarla y rogarle perdón.

Pero Eleanor no era la única en enterarse de todo, Alala estaba igual que Eleanor.

Suspire y console a Alala para que se tranquilizara. Gabriel y Rebecca le decían algo a Eleanor pero ella parece estar desconectada de todo en éste momento, y parece pérdida en sus pensamientos

Me sentí la peor escoria al aceptar esto, pero estuve desde el comienzo, y me quedaré hasta el final.

Flashback

Me ordenaron ir hacía la gran torre del gran Demonio, no me queje y fui allí para saber mi siguiente encargo.

- Abaddon.. - me nombró y yo asentí. - Mi mejor general y mano derecha... - me sentí orgulloso al escuchar esas palabras venir de él.

Caminó dando vueltas por el lugar, yo me mantuve quieto en el lugar observando cómo tenía en mente pedirme algo.

- Abaddon.. ¿Has presenciado un trato?  - me preguntó y yo asentí, solían llamarme, pero era muy extraño ya que no era los 7 Príncipes Principales del Infierno. - Quiero que vengas a uno conmigo.

Me sorprendió pero acepté de inmediato.

Al comentarlo entre mis compañeros dijeron que quizás sea una broma, juré que no pero se burlaron. Nunca llevarían a un Demonio menor con ellos más que sólo para uno que otro recado, por lo que soy el mensajero.

Al momento de ir me aviso que mantuviera compostura, que debo ser serio e intimidar con mi presencia. Seguí su consejo y al llegar lo primero que vi fue a una mujer con las muñecas sangrando frente al círculo de invocación.

- F-funcionó... - dijo para pasar sus manos con sangre por su cara. - E-esté yo...

- ¡¿Qué es lo que buscas al invocarme?! - habló severamente el demonio junto a mí.

Ella no pareció asustarse, más bien tomo valentía y tocando su abultado vientre lo miró a los ojos.

- Quiero que salves la vida de mi hijo por mi alma - le sustuvo la mirada. Creí que aceptaría harían el trato y sería rápido.

Pero al escuchar su respuesta todo perdió sentido.

- No

Ella le miró confundida.

- ¿Acaso mi alma no es de tu agrado? - preguntó pero él sólo rió.

- No quiero tu alma, quiero hacer otro trato... - ella asintió dispuesta a todo y el sonrió de manera espeluznante. - Mi hija pronto nacerá también en ti, y yo quiero que tenga una vida diferente a la de un Demonio normal, quiero que viva entre los humanos y conozca sus debilidades... - la mujer asintió. - Busco unir el alma de mi hija con la de tu hija, sólo así vivirá. - ella abrió los ojos en grande.

- Pero y si mi hija...

- Abaddon es cómo se llama el demonio junto a mí, él se encargará de su protección y la alejará de su luz. ¿Aceptas? - sonrió y ella dudo bastante.

Así que ese sería mi papel aquí, de cuidador y mensajero....

- Sólo si mi hija está separada de la tuya, y cuándo conozca esté mundo junto con su oscuridad... - el Demonio asintió.

- Trató hecho. - hicieron el trato y al irnos dijo. - Yo te diré cuándo sea el momento...

Afirme su petición para luego irme.

.......

Estuvimos el día de su nacimiento, mientras ella sostenía a la bebé yo estaba junto a ella observando a esa pequeña criatura tener vida.

Sabía que desde ese día mi trabajo comenzaba.

Me la dejó en mis brazos para acostumbrarme a ella, pero su fragilidad en vez de asustarme me atrajo, su suavidad y vulnerabilidad me hizo tener curiosidad respecto a ella.

- ¿Ya le pusiste un nombre? - pregunté y ella negó. - ¿Por qué no?

Ella algo nerviosa se encogió de hombros.

- ¿Qué nombre le pondría a mi hija mitad demonio? - preguntó y yo más confundido no supe que decir.

Pero recuerdo leer un nombre de uno de los libros que encontré en una repisa del Demonio Superior.

- Eleanor... - dije y al parecer la bebé reaccionó a él de inmediato.

- Eleanor será!  - sonrió la mujer, lo que me sorprende es que este tan relajada a pesar de que un demonio esté en su hija... y algún dia volverá a dónde pertenece.

Los días pasaron y el cuidado de Eleanor era sencillo, cuidar que no se caiga de la cama, que no se ahogue y avisar a su madre que era hora de dar de lactar a la pequeña.

Una que otra tarea pero era igual, un día Gianella la madre de Eleanor tuvo que ir a una cena de trabajo y dejó a Eleanor a mi cuidado.

Me senté junto a ella y la vi dormir plácidamente para acariciar su mejilla. Me pareció gracioso verla babear, al momento de notar esa conmoción en mi por esta bebé me alejé.

Ella lloró fuertemente pero intente ignorarla, sus ojos se pusieron negros y lloró más fuerte. La tomé entre mis brazos y la hice dormir igual como Gianella lo hace.

La dejé en la cuna pensando en sus ojos negros, entonces esa es la parte demonio.

Llegó Gianella diciendo que tal se portó Eleanor y yo sólo le dije que lo de siempre y ella me agradeció.

Ahí aún no vivía con su esposo, ya que temía que viera lo que es Eleanor. Gianella hacía bien al proteger a Eleanor el doble que haría una madre normal, pero parecía hacerlo por que amaba a su hija y no por que cuida a la hija de un demonio.

Le llevé las noticias al demonio y dijo que siga con mi trabajo. Me dio un buen puesto como el general de el ejército de las langostas del abismo.

Vi crecer a Eleanor, sus primeros pasos, sus primeros funerales. Cómo crecía en estatura, y como maduraba. Alejaba a todos manteniendo a Eleanor sola para lograr más rápido que conozca su oscuridad. Pero se mantuvo cuerda a pesar de todo.

Seguí haciendo de las mías, la seguía a todos lados y a veces la molestaba.

Lo más importante era observar, cuidar y comunicar para mantenerme en mi puesto.

Lo difícil llegó al Eleanor cumplir 17 años y ver lo linda que era, Gianella sabía que cada año que cumplía Eleanor era una cuenta regresiva para el Demonio con el que hizo el trato para llevársela a su hija.

Y eso a sus 17...

N/A

Otro capítulo más!

Van a estar buenos...
Espero les guste♥

Se viene el Especial Halloween

Nos vemos

Besitos

Bay♥

DemonioWhere stories live. Discover now