Extra (+1)

2.5K 111 18
                                    


Pedida de mano

Era sábado por la tarde, un 21 de marzo, por ende, el cumpleaños de Martina.

Y todos en la casa de los Obando Stoessel estaban organizando la fiesta de esa noche. Bueno, en realidad las personas contratas para hacerlo.

— Amor ya casi está todo listo — informó Sebastián entrando a la habitación, Tini lo miró y le sonrío.

— ¿Me ayudas con Alma? La bañas mientras busco nuestra ropa — dijo ella.

— Claro — respondió él, cargó a la niña y la llevó a su habitación para bañarla.

Mientras tanto Tini buscaba el vestido de Alma y la ropa que ella se pondría, era su día, y no podía estar más feliz con la noticia que había recibido el día anterior.

Tini fue a la habitación de su pequeña hija de tres años, con el vestido que le pondría y encontró a Sebastián con la nena en brazos, envuelta en una toalla.

— Amor, Adela te necesita abajo — dijo Tini al ingresar, Sebastián asintió. — Ven con mamá bebé — dijo ella y cargó a Alma. Sebas le dio un beso y salió de la habitación.

Sentó a la niña en la cama y mientras la cambiaba, pensaba en su nuevo bebé, ¿realmente a su hija le gustaría tener un hermano? Era muy consentida por Sebastián, y si, seguramente se pondría celosa.

— Alma, ¿te gustaría tener un hermanito? — le preguntó Tini de repente, Alma la miró confundida.

— ¿Hermanito? — preguntó la pequeña.

— Si bebé, o hermanita, y podrían jugar juntos — dijo Tini sonriendo, ahora tendría dos bebés, quién lo diría, no podía ser más feliz.

— Si es niña bueno, pero si es niño no — dijo Alma negando, Tini sonrío, su pequeña solía ser tan tierna. Tini tomó la manita de su hija, y la colocó en su vientre.

— Aquí está tu hermanito bebé — dijo ella, Alma sonrío — Pero es un secreto, aún no podemos decirle a papá ¿si?

— Si mami — respondió Alma llevándose a la boca un dedo, tratando de hacer una mueca de silencio.

Después de unos minutos Sebastián subió a la habitación, Tini le encargó a la pequeña, ahora era su turno de arreglarse. Él se dirigió con Alma en brazos hasta otra habitación, aquella que mantenía con llave, ahí tenía varios instrumentos y cajas llenas de fotografías o documentos.

Sentó a la niña en el suelo, mientras él buscaba aquello que no había podido encontrar en esos últimos días. Tomó la pequeña caja y comenzó a buscar desesperado aquel objeto, justo estaba guardado en el fondo, brillaba aquella pieza, la tomó entre sus dedos y sonrió, lo había encontrado, y es que a veces solía ser tan despistado de dónde dejaba sus pertenencias, además que había comprado aquel anillo hace un tiempo, esperando el momento perfecto, lo guardó en su bolsillo y se acercó a su hija.

— Lo hemos encontrado, así que recuerda el plan – le dijo como si realmente la pequeña recordaba aquel plan del que su padre le había estado contando las últimas semanas.

Alma asintió mientras sonreía, causándole ternura a Sebastián, jamás se arrepentiría de haber hecho todo lo que hizo, tenía una hija hermosa que amaba tanto.

Los invitados comenzaron a llegar, y saludaban a Sebastian junto a Tini, ella estaba concentrada con sus amigas que habían llegado de Argentina sólo por su cumpleaños, y es que así era, desde que Alma nació, sólo habían viajado unas cuántas veces a Argentina, para visitar a sus padres y a sus amistades, pero el vivir en Colombia, era definitivo.

Capricho - Sebastini ✔️Where stories live. Discover now