~Capitulo 7~

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MARTINA.

Caminé mucho más rápido, y ¡qué sorpresa!, Roberto, Andrés y María estaban afuera, Roberto estaba furioso, no los tomé en cuenta y salí.

- ¿Estás loco? ¿En qué pensabas?- le dijo Roberto a Sebastián.

- Yo sólo quería estar ahí - susurró él.

- No quiero que te hagas ilusiones Sebastián. - Escuche eso y sentí como todo en mi interior estallaba, fui hacia ellos, antes de que él contestara algo.

- ¡¡Ya basta!!- dije harta, sentía que mis latidos avanzaban rápido, ellos me miraron. - Estoy harta de que me trates así - Le dije a Roberto. - ¡Esta bien! Es tu estrella, lo descubriste, le diste el sueño de su vida, y por mi culpa eso se puede echar a perder, pero estoy harta de esto, estoy harta de que me trates cómo una puta, ¡porque no lo soy!

- No hagas un escándalo- me advirtió Roberto.

Esto era el colmo, comencé a caminar mucho más rápido adelante.

Ya en el estacionamiento...

- ¡Martina ven aquí! - me gritó Roberto.

Con mi mano derecha levante el dedo del medio, dejándole en claro, que las cosas no iban a ser como él quisiera.

- ¡Andrés!- llamó él.

Andrés apresurado se puso a mi lado, sentía mis lágrimas caer, mierda. Mi respiración comenzó acelerarse, puse mi mano en mi corazón, me detuvo en seco.

- ¿Estás bien?- me preguntó Andrés, lo miré, pero entonces, todo se volvió negro.

- ¡Mierda, Martina!- escuché el grito de Sebastián.

Me moví inquietamente, ¿dónde estaba?, abrí los ojos, pero luego volví a cerrarlos. Sentí alguien a mi lado, era un perfume exquisitamente caro. Abrí mis ojos, pero esta vez los mantuve así.

- Vaya, ya era hora. - dijo, la miré, oh Dios mío.

- ¿Adelaida?- Le dije, ella me miró y sonrío, entonces no sé de dónde saqué el valor y me enderecé, la abracé fuertemente y entonces, comencé a llorar.

- Oh, Martina, cariño - dijo.

Entonces comprendí que ella sería la única cariñosa conmigo de todo el Team.

No sé si era por el hecho de que ella también fue madre joven, se supone que ella debe odiarme, todos deben odiarme, no merezco que nadie me trate con cariño, ni nada así, no quería lástima, pero sabía que de ella no la obtendría, era hermosa, amable, inteligente. Me fundí aún más en su abrazo mientras ella me acariciaba la espalda dulcemente.

- Pensé que no ibas a despertar- miré hacia la puerta, y estaba Sebastián, su rostro serio, hizo una mueca al verme llorar.

- Está bien Sebastián, es normal el desmayo, yo regañaré a Robert, él se ha pasado de la raya, tiene que recordar que Martina está embarazada. - dijo negando mientras nos dejaba solos, dios, primera vez en cuatro meses que estoy sola con él y un dormitorio, mierda.

Él se acercó lentamente, me senté en la cama, me di cuenta que no estaba en mi pieza, no, estaba en el suyo, ¿por qué?

- ¿Cómo te sientes?-me dijo, lo miré.

- Bien- suspiré, toqué mi vientre.

- Martina, lo siento por lo de Roberto, él, está un poco nervioso. -dijo mientras se rascaba la nuca, rodeé los ojos.

- Yo diría viejo, si, se está poniendo muy viejo. -ahora yo hice una mueca, él rió.

¡No me jodan! Rió. Sonreí, desde siempre he querido su sonrisa, joder, me gusta desde que tengo trece años, ¿cómo mierda no iba a gustarme nada de él?

- Lo siento- le dije, él me miró confundido.

- ¿Tú? ¿Porque?

- ¿No es obvio? Estoy embarazada, puede que arruine tu carrera. - un sollozo se escapó de mi garganta, él suspiró.

- O puedo que no, Martina, si son mis verdaderas fans, ellas seguirán aquí. - me dijo, pero en su voz, sentía el miedo.

Oh, Sebastian Yatra tenía miedo.

- Lo siento tanto Sebastián, si tan sólo hubiera pensado las cosas, hubiera tomado mas precaución, o sólo no me hubieran aparecido ahí, lo siento tanto... de verdad.

- Martina, no fuiste solamente tú - me dijo. - para tener sexo se necesitan dos personas. -dijo, soltó todo así sin pelos en la lengua, me sonrojé de inmediato, me tire hacia atrás.

- Esto es una verdadera mierda-dije.

- Si-dijo, reí.

- Vaya, estás de acuerdo conmigo - le dije, entonces él volvió a reír, sentí que tenía una extraña conexión con él, después de esa noche de pasión que tuvimos los dos...

Flashback

- Oh Sebastian- suspiré, sentía como se movía lentamente, mientras entraba en mi de nuevo, jadeé, dios, esto era mucho mejor de lo que pensé.

- Vamos nena- dijo y empujó una vez más y otra y otra, otra vez, se inclinó y volvió a besarme tan apasionadamente, lo agarré del cuello y empecé a besarlo, sentí como gimió, sonreí, con un movimiento yo quedé arriba de él, lo miré, me incliné, y lo besé otra vez, entonces comencé a moverme, esta vez tomando el control, con su miembro dentro de mi, gemí, gemí fuerte, más rápido, lo hacía mucho más rápido.

Volví a quedarme abajo, empezó a chuparme los pezones, sentía como mi espalda se arqueaba, volví a gemir, empecé a moverme lentamente, su mano fue dirigida hacia mi otro pezón, empezó a jugar con él, volví a gemir, entonces comenzó a ir más rápido y más rápido. Lo sentía, lo sentía venir, mi cuerpo comenzó a temblar, lo sentía cerca, muy cerca. Y...

Fin flashback

- Martina, ¿estas bien?

Me desperté sobresaltada, mi sueño hot, mierda, él estaba aquí y yo me fui a soñar despierta, me sonrojé notoriamente, me paré de la cama.

- Sí - le dije, él me miró.

- ¿Segura?-me dijo.

-Si- asentí volviendo a sonrojarme, el sonrío, pero con una sonrisa secreta, divertida.

- Okey- dijo y se dirigió hacia la puerta.- Te esperan para cenar.

-Está bien- asentí.

- Ah y Martina- me dijo, lo miré. - Procura que cuando otra vez tengas uno de esos sueños mojados, no sea en frente de una persona- dijo y me guiñó el ojo, entonces se fue, dejándome sorprendida y mucho más caliente, mierda.

Capricho - Sebastini ✔️Where stories live. Discover now