Capitulo 23

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Alejandra

Estaba sentada en la biblioteca esperando a que Alex terminase su práctica. Estaba leyendo el primer libro de una de una de mis trilogías favoritas. Firelight era el primer libro, de Sophie Jordan. Esta es como la cuarta vez que leo este libro. Simplemente me encanta. Me llegó un mensaje de Alex y lo abrí.

Estoy afuera de la biblioteca, ya terminé la práctica<3 Alex xx

Cogí mi mochila y dejé mi libro dentro de ella. Comencé a caminar hacia la puerta y me despedí de Daisy, la bibliotecaria. Al salir, efectivamente, Alex estaba ahí. Me acerqué a él y me sonrió, logrando que en mi rostro se formara una sonrisa igual.

— ¿Qué tal tu libro? –me besó la frente.

— Bien, además, ya sé que vendrá luego. He leído este libro como unas tres veces. –cogió mi mano y comenzamos a caminar fuera del instituto.

— ¿Por qué lo sigues leyendo?

— Me gusta, es muy interesante. Además; ya no tengo que leer, he leído todos los libros de mi casa y ni mi madre ni mi madre me compran uno nuevo.

Ya afuera del instituto caminamos hasta un auto azul marino, muy masculino. Alex me abrió la puerta del copiloto y cuando yo entré, la cerró. Luego corrió hacia la puerta del asiento del piloto y encendió el auto.

— Cinturón –indicó. Me coloqué el cinturón–. ¿Y porque no vas tú a por tu libro?

— Se puede decir que tengo unos padres controladores. Aunque viva solo con mi mamá, mi padre también me controla, y ambos creen que no debería salir sola de casa. Además, si es que salgo con alguien, no llevo dinero para un libro, llevo dinero para un café o algo, lo necesario.

— ¿Te parece si vamos a por un nuevo libro luego del helado? –me miró en un alto.

— No traigo dinero conmigo. Claro, solo el dinero para el helado o tal vez dos. –últimamente saco un poco de dinero por si me da hambre, ya que a veces me daban ganas de comer algo pequeño.

— Cariño, tú no pagarás por tu helado. Yo invité, yo pagaré. –lo miré feo mientras volvía a arrancar el auto– Hey, no me mires así, cariño, pero yo tengo razón. –¿Qué acaso no podría pagar nada al estar con un chico? Primero Niall y ahora Alex.

— Vale, solo porque tienes razón. Pero no llevo el dinero suficiente para el libro que quiero. Tal vez otro día.

— Yo ayudaré con el dinero. Tengo suficiente como para comprarte unos cincuenta libros de setenta dólares. –si mi mandíbula no hubiera estado pegada a la otra parte de mi rostro, hubiera caído hasta mis muslos.

Es decir. Él es un chico de, casi, dieciocho años y lleva más dinero consigo de lo que mi madre lleva en la cartera. Incluso creo que tiene hasta más de lo que mi padre lleva en la cartera. Era demasiado. Yo vengo, no de una familia pobre, pero solo compramos lo necesario y aquel gran monto de dinero lo usábamos en cosas como la comida o en caso de que a mi madre se le antoje comprar comida china o una hamburguesa.

— Vale, gracias. Luego te pagaré lo que gastaste para ayudarme. –paró el auto y bajamos de él. Alex abrió mi puerta y luego de que yo salga la cerró. Le puso la alarma al auto y caminamos hasta la puerta de la heladería.

— Si serás terca... –me detuvo y cogió mi rostro por mis mejillas, levantando mi cabeza para que lo mirase bien, ya que, él es más alto que yo. No tanto como Niall pero lo es– Déjame consentirte siquiera un poco ¿vale? Eres mi novia y tengo el deber de consentirte. –me sonrojé. Se sentía raro que me diga que soy su novia. Raro pero lindo– Ahora, tomaremos el rico helado y luego iremos a comprar tu libro, no deberás pagarme nada luego, ¿entendido?

Bullying, Anorexia y un Angel - Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora