Bullying, Anorexia y un Angel - Niall Horan

Capitulo 38

Alejandra

Debo admitir que luego de leer aquella nota que encontré en mi casillero, me sentía amenazada por todos. No pude prestarle atención a las siguientes clases pensando en quién podría decirme aquello.

Por un instante decidí hacerle caso a Katherine y creer que era solo una broma. Pero, personalmente, no lo sentía así.

Luego de leer aquella nota, la tiré al basurero y fui a clase un tanto nerviosa. Me había sentado con Kat y al notarme inquieta me preguntó qué era lo que me ocurría. Le conté sobre la nota y ella me dijo que no me preocupara y que tal vez sigan haciéndome bromas por ser la nueva.

Traté de mantener la calma pero no sirvió de nada.

Apenas tocó la campana de salida, corrí fuera del instituto en dirección al coche de Katherine. Esperé a que ella llegara junto a Patrick y Tyler y arrancamos en dirección al apartamento en donde vivía. Me despedí de los chicos rápidamente y subí por el ascensor.

Comí una ensalada de frutas que hice en ese momento. Uvas, bananas, fresas, kiwis y listo. Llevé a mi habitación mi nutritiva comida y comencé a hacer la tarea que me habían dejado para perder tiempo y no pensar en aquella nota. No me sirvió demasiado.

Aun me encontraba nerviosa y la primera cosa que se me vino a la mente para olvidarme del tema fue hablar con Niall. Le mandé un mensaje preguntándole si estaba ocupado y al obtener una respuesta negativa, le pregunté si quería hablar por Skype. Contestó mi mensaje al instante con un 'Vale, en seguida me conecto'. Corrí en dirección a la habitación de mi padre y luego de sacar su laptop y encenderla, me tiré boca abajo en mi cama.

Inicié sesión en Skype y sin esperar un segundo más, llamé a Niall, el cual salía conectado. Unos segundos después, el rostro de Niall se encontraba en el computador.

— ¿Qué sucede? –fue lo primero que dijo.

— Hola, Niall –saludé omitiendo su pregunta.

— Hola, sí. Ahora dime. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? –fruncí el ceño.

— Creo que yo debería hacerte esa pregunta. ¿Te encuentras bien, Niall? –dejó escapar un suspiro.

— Sí, solo que... –calló.

— Solo que... –insistí a que me dijera.

— Nada, no te preocupes.

— Creo que lo peor que le puedes decir a una chica es que no se preocupe, Niall. Eso hace que nos pongamos histéricas y, en definitiva, nos preocupemos –dije calmada soltando una pequeña risa.

Niall se pasó ambas manos por el rostro. ¿Qué estaba mal?

— Niall –llamé.

— Solo tuve una discusión con Harry. Nada del otro mundo –le restó importancia.

— ¿Seguro? –dije dudosa. Si fuera algo sin importancia no estaría así, ¿verdad?

— Sí –respondió rápidamente–. Mejor si me cuentas de tu día –cambió de tema. Volví a fruncir el ceño y el solo me sonrió tiernamente.

— Estuvo bastante bien –respondí intentando omitir el tema de aquella nota en mi casillero–. Fue un día normal, ya sabes –carraspeé–. Clases normales, siempre con Kat, Patrick y Tyler.

— De acuerdo... –frunció el ceño–. Ahora dime que sucedió en verdad. No me mientas.

— No te estoy mintiendo –respondí un tanto ofendida.