Capitulo 16

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Niall

Estábamos en mi auto de camino a mi casa para comenzar con el tema de la fiesta de mi hermana. A veces me pongo a pensar, y me da miedo de como pueda reaccionar Alejandra. Es decir, si ve a mi hermana puede haber la posibilidad de que se dé cuenta de lo que le puede llegar a suceder y comenzar a ponerle más de su esfuerzo para no terminar así o, la siguiente posibilidad, sería que se dé cuenta de que solo le falta poco para acabar de esa manera su vida y negar mi ayuda nuevamente.

Hay ocasiones en las que me pongo a pensar en qué pasaría si yo nunca me hubiera puesto a ayudarla. Yo seguiría siendo igual que Harry y seguiría abusando de ella, tal vez. Ella se dejaría golpear por nosotros y siguiese sin comer. Puede que ahora tenga las posibilidades de salvarse, pero puede que si nunca la ayudaba, tenía las posibilidades de morirse y juro que nunca en mi vida me perdonaría de haberle hecho algo así.

De todos modos, no me arrepiento de nada de lo que estoy haciendo en este momento, pero si me arrepiento de lo que hice antes. Me arrepiento de haber golpeado a una chica tan simpática y hermosa, porque de algo si estoy muy seguro, y es que Alejandra es una chica muy hermosa, y creo yo que sobrepasa la belleza de todas las porristas operadas o de todas las chicas con la que estado. Ella era una chica muy especial, en todos o muchos aspectos.

Era simpática, amorosa, cariñosa, sentimental, amable, tierna, irresistible, hermosa, especial y creo que ya quedó claro.

Estoy más que feliz de haberme dado cuenta de todo lo que ella estaba pasando y haber llegado lo suficientemente temprano para ayudarla, porque si ahora la miran, se darían cuenta de que al menos ya sonríe, tal vez no siempre, pero ya lo hace.

Estoy mucho más que seguro de que ella va a lograrlo y que va a ser una chica normal. Puede que en este momento no esté totalmente desarrollada como se debe, pero ya con la comida será una chica perfecta. Siento que estoy loco por ella...

¿Qué estoy diciendo?

— Niall, creo que no es bueno que vaya, es decir, tu hermana, ya sabes, ella y los problemas... –comenzó a divagar. Yo solté una pequeña risita. Me parece tierno de su parte que tema la reacción de Lucy.

— Tú tranquila, Ale. Ella sabe que tiene un problema y que hay chicas con el mismo problema que ella, algunas peores o mejores, pero sabe –paré a causa de una semáforo en rojo y la miré–. Es más, creo que le encantará conocerte –ella sonrió.

— ¿Tú crees?

— No –respondí seco y su sonrisa se esfumó–. No creo, lo sé –ella suspiró aliviada, ganándose una carcajada de mi parte.

— Me asustaste, tonto –volví a arrancar–. Ya iba a decir que detengas el auto que yo me bajaba.

Dejamos de hablar y justo sonó <<Rolling In The Deep de Adele>> y ambos comenzamos a cantar la canción. ¿Ya mencioné lo mucho que me gusta verla y escucharla cantar? Se nota que disfruta hacerlo, y me parece que lo disfruta más cuando es ella la que toca la guitarra.

Se la ve feliz, como si no tuviese ni el más mínimo problema. Además, tiene la vos de una diosa al cantar. Es algo así como una combinación de Selena Gómez con Taylor Swift, creo.

Cantamos dos canciones más además de <<Rolling In The Deep de Adele>> y llegamos a mi casa. Aparqué el auto y al salir de este cerré las puertas para que Alejandra no saliese, así, di la vuelta al auto hasta su puerta y quité el seguro de estas. Le abrí la puerta y le extendí la mano la cual ella con una sonrisa tímida ofreció y bajó. Puse el seguro del auto y entrelacé nuestros dedos. Yo llevaba mi mochila en la espalda y su mochila en la mano. Estaba por abrir la puerta, pero ella me detuvo.

Bullying, Anorexia y un Angel - Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora