La Hija de los Malfoy

Una ayuda inesperada

Lilii había ido a la oficina del profesor Slughorn. Colocó su mejor sonrisa cuando entró y lo vio sentado.

- Disculpe profesor, quisiera pedirle un favor—sonrio Lilii

- ¡Lilii! Por supuesto, dímelo—sonrio Slughorn

- ¿Podría enseñarme a preparar antídotos contra un filtro de amor?—preguntó Lilii

- Ah, querida, ¿alguien interesado en usted?—preguntó Slughorn divertido

- Prefiero estar prevenida, profesor—sonrió Lilii—además quisiera aprender de usted, como el profesor Snape también lo hizo

- Ah, jovencita, mi sonrojas...

Objetivo logrado.

Lilii había sonreído mientras el profesor le indicaba a cómo preparar las pociones. Era algo que ella no había hecho antes, pero seguía las instrucciones con rapidez y eficacia. Para cuando terminó, Lilii tenía su caldero con líquido transparente en él. Slughorn se acercó al caldero oliendo para luego sonreír satisfecho.

- Logrado en tu primer intento, como se esperaba de ti, Lilii—sonrio Slughorn

- Gracias, profesor—sonrió Lilii—aunque en realidad debo confesar que todo lo que se también lo aprendí del profesor Snape...

- ¡Creí que habías estudiado en Beauxbottons todo este tiempo!

- Oh, lo hice—sonrió Lilii—pero durante las vacaciones pedí ser instruida por el profesor Snape en el arte de las pociones... fue estricto, pero aprendí aún más...

- Ah, Lilii, con eso me alegra que estuvieses en Slytherin, mi antigua casa, y no en Ravenclaw—sonrio Slughorn

Lilii se limitó a sonreír mientras se despedía de Slughorn. Debía de ir a clase de runas antes de ir a Pociones. Cuando su clase de Runas terminó, Lilii y Tracey se reunieron con Daphne para encaminarse hacia el salón de pociones. Lilii sonrió ligeramente al ver a su hermano, quien simplemente le asintió en reconocimiento. A ella no le importaba, amaba demasiado a su hermano.

Tracey, Daphne y Lilii comenzaron a hablar mientras Theo y Draco se mantenían en silencio.

- Las prácticas deberían durar media hora más, Lilii—pedía Tracey

- Duran cuatro horas jugando, ¿quieres aún más?—preguntaba Daphne

- Todo necesita un equilibrio, Tracey—sonrió Lilii—debemos practicar pero también tenemos que descansar para no estar agotados...

- Solo entrenamos fin de semana—bufo Tracey

- Y hemos entrenado casi todos los días durante las vacaciones—sonrio Lilii

Daphne rió ante el puchero de Tracey mientras Lilii solo sonreía. Entonces Slughorn entró pidiendo silencio a todos.

- ¡Está tarde tenemos mucho que trabajar!—exclamó Slughorn—Tercera Ley de Golpalott... ¿Quién la sabe? ¡Señorita Granger!

Lilii alzó una ceja al ver a la castaña Gryffindor a lado de Ernie MacMillan, el chico de Hufflepuff.

- La Tercera Ley de Golpalott establece que el antídoto para un veneno confeccionado con diversos componentes es igual a algo más que la suma de los antídotos de cada uno de sus diversos componentes—recitó Hermione rápidamente

- ¡Exacto!—exclamó Slughorn—¡Diez puntos para Gryffindor!

Tracey y Daphne fruncieron el ceño para ver a Lilii, quien se encogió de hombros.