Prefacio

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27 de abril de 1980

Habían pasado unos años desde la unión de la familia Malfoy y la familia Black. La boda de Narcisa y Lucius había sido espectacular. Aunque Lucius siempre estaba ocupado en sus misiones de mortifagos siempre regresaba con su amada esposa.

Era algo extraño que en un matrimonio de sangre pura hubiese amor. Sin embargo, ahí estaba Narcisa amando a Lucius y viceversa. Habían consumado su amor y finalmente, Narcisa estaba embarazada.

Narcisa se encontraba viendo el fuego de la chimenea en ese momento. Miraba el fuego bailar arrasando con las leñas que habían colocado los elfos. Le parecía que bailaban de manera divertida y recordó sus momentos en Hogwarts. Viendo el fuego verde en su sala común.

Lucius le abrazó por la espalda sorpriendiendola. Ella miro la ropa viendo que llevaba su túnica elegante y no la ropa de los mortifagos. Él había vuelto exitoso de su misión de atacar el callejón Diagon.

- ¿En qué piensas, querida? —preguntó Lucius, notando que el semblante de preocupación de Narcisa no había desaparecido

- Temo no poder dar un heredero varón, querido—habló ella con sinceridad—mi padre estuvo esperando y nunca llegó, solo tres mujeres que no pudieron continuar con el apellido Black

- Los Malfoy siempre hemos sido varones, Cissy—dijo Lucius seriamente—ese bebé será un varón, un Malfoy y aún si no llegase un varón a la primera, siempre podemos intentar un segundo

- Los Malfoy nunca han tenido más de un hijo—comentó Cissy sorprendida

- Siempre hay una primera vez—habló Lucius—el señor tenebroso cree que debemos de tener más hijos, dado a que hay muy pocos de sangre realmente pura

- Sólo si tu estas de acuerdo—sonrió Narcisa

- Sólo si no es un varón—sonrió Lucius—no te desanimes, querida

Narcisa no estaba convencida totalmente. Aunque lo negase, había entendido que su hermana traidora a la sangre, Andrómeda, había dado a luz a una niña. Ella temía dar a luz a una niña y no a un niño como se esperaba de ella.

Aunque no dijese una palabra acerca de ello, Lucius podía notar perfectamente lo que pasaba por su mente sin la necesidad de usar Legerimancia. Lucius le besó suavemente en los labios. Él podía ser un mortifago y un respetable hombre dentro de la sociedad de los de sangre pura, pero aun era humano y amaba profundamente a Narcisa.

- ¿Te parece si elegimos los nombres? —preguntó Lucius con una sonrisa—tu elige el nombre del niño y yo elegiré si es niña

- Estaba pensando en llamarlo Draco, Draco Lucius Malfoy—sonrió Narcisa con un poco de timidez

- Draco ¿Piensas seguir la tradición de los Black? —preguntó Lucius

- Así es—afirmó Narcisa

- Si es una niña, quiero que se llame Lilith—sonrió Lucius—Lilith Danae Malfoy podríamos llamar Lilii

- Como la estrella de la constelación de Aries—sonrió Narcisa

- Seguiría la tradición de los Black—comentó Lucius—escuche que algunos muggle temen al nombre de Lilith

Narcisa sonrió. Esperaba realmente concebir a un varón pero la idea de tener una niña ya no sonaba tan amenazante como antes. Acarició su vientre. Lucius se arrodillo ante ella juntando su cabeza al ya notorio vientre de su esposa. Esperaba escuchar a su hijo no nato. Eso hacía a Narcisa sonreir.

Pensaba en un niño de cabello rubio plateado y ojos de color del mercurio. Aunque Lucius secretamente pensaba en una niña, de cabello rubio platinado y ojos azules como los de su amada esposa.

Lilith Draco. Sea quien fuese quien estuviese adentro, sería un Malfoy. Un digno o una digna Malfoy quien seguiría las tradiciones y continuaría el linaje puro de su familia.

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N/A: Anteriormente había publicado esta historia. Pero cuando busque historias que tuviesen Lily Malfoy, encontré bastantes así que me desainme en seguir publicándola por lo que la borre. Pero ahora tengo otra idea en mente para la historia de este fanfic que espero ninguna otra historia de "Lily Malfoy" tenga. Por eso en lugar de "Lily" será "Lilii"...

No es mucho cambio, lo sé. xD

Pero aún así espero disfruten de esta historia.

¡Saludos!

La Hija de los MalfoyWhere stories live. Discover now