Capitulo 32

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—Es... es un chiste ¿Cierto? Debes buscar otras formas de romper el hielo, casi me da un infarto.

Yo no respondo, solo lo miro en completo silencio y respiro profundo.

—Se supone que y yo... tú y yo estamos protegidos esto no...

—Sobre eso, tengo algo que contarte —dije caminando hacia él—. Cuando perdiste la memoria y te fuiste tú intentabas tener relaciones con mujeres pero no conseguías tener erecciones.

—¿Qué? —preguntó alejándose de mí.

—Así que tú visitaste al médico y te enteraste de que estabas operado y decidiste revertirlo.

Dean me mira con los ojos abiertos y se ve pálido.

—¿Y tu? ¿Qué pasó contigo? —preguntó sentándose.

—Yo tenía programada la ligadura cuando tuviera al bebé pero no quedó bien echa y como tuve que prácticamente escapar del hospital por una bomba no pude continuar con los controles —dije jugando con mis dedos.

Ahora parece nervioso y preocupado, no dice nada y no deja de tragar saliva.

—Dime algo por favor...

—Es que yo... yo no se que decir —murmuró cubriendo su rostro con su cara.

—Bueno, no es como si fuera la primera vez que pasamos por esto —dije sentándome a su lado.

—¿Cuánto tiempo tienes? —preguntó sin dejar de cubrir su rostro.

—Pronto serán dos meses.

—Emily por Dios —dijo tallándose los ojos con las manos.

—No es la primera vez que pasamos por esto ya te lo dije.

—Pero es que ¿otro bebé? —me miró—. Apenas si podemos con Ethan y Elizabeth.

—Sé que asusta, dímelo a mí que tuve que soportar el regaño del doctor, pero en serio necesito que me apoyes en esto.

—¿Y tu salud? —preguntó colocándose de pie—. ¿Volveremos a lo mismo?

—El doctor dijo que lo más probable es que si.

—Rayos...

—¿Vas a volver a casa? —pregunté colocándome de pie detrás de él.

Pero Dean no me responde, solo se queda en silencio mirando hacia la ventana con el cuerpo tenso.

—Bien, es tu decisión —dije caminando hacia la puerta—, ya tuve a un bebé de alto riesgo sola así que sabré manejarlo —dije agarrando el picaporte.

—Espera —empezó a caminar hacia mí —yo volveré a casa en la noche y habláremos de eso ¿Vale?

—Llevo escuchando eso dos días, Dean.

—Hace dos días no sabía que había un bebé —dijo apoyando su cuerpo a la puerta.

Lo miro con los brazos cruzados y después suspiro.

—Bien, te espero —dije tratando de hacerlo a un lado.

—Despídete bien —me pidió apoyando su cabeza en la puerta.

—Oblígame —dije con el ceño fruncido.

Dean se lanza hacia adelante y me agarra de la cintura para colocarme sobre la mesa y unir sus labios a los míos con fuerza, agarra mi cabeza con sus dos manos y cuando su lengua invade mi boca yo rodeé su cuello con mis brazos atrayéndolo más a mí pero un golpe a la puerta nos obliga a separarnos.

Enlazados hasta el finWhere stories live. Discover now