Capitulo 26

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Siento su asqueroso miembro tocando una de mis nalgas y comienzo a gritar más fuerte la palabra no una y otra vez, Jack agarra mi ropa interior con fuerza y la rompe por completo, a este punto siento que todo esta perdido, me siento tonta, me siento inútil, apenas si logro moverlo de encima mío con todas mis fuerzas y el no deja de golpearme la cabeza y darme fuertes y dolorosas nalgadas, no dejo de llorar y de gritar, tengo la esperanza, tengo la fe de que alguien llegue a salvarme de este problema, Jack logra levantar mas mi trasero y yo entro en completo pánico, comienzo a moverme desesperada evitando que me penetre y esto lo molesta provocando que me de un duro y seco golpe en la vagina haciéndome chillar y sollozar de dolor, aprieto mis puños con fuerza y cierro mis ojos intentando aislar mi mente para intentar no sentir nada hasta que un fuerte golpe a la puerta me hace reaccionar y obliga a Jack a alejarse de mi bajando de la cama de un solo brinco.

—Mas te vale, maldito hijo de puta que te alejes de ella.

Es la voz de James y suena bastante enojado.

Veo como varias personas corren hacia Jack y lo arrojan al suelo con fuerza, yo no puedo dejar de llorar.

—¡Todos busquen las llaves de las esposas! —gritó James desesperado mientras se acerca a mí para cubrirme con su chaqueta—, tranquila Emily, estamos aquí, te sacaré de acá —dijo acariciando mi cabeza.

Siento todos corriendo por todos lados y de un momento a otro mis manos se liberan, salto de la cama rápidamente y me arrojo a los brazos de James sin dejar de llorar.

—Llévame con Dean por favor —le rogué.

James me lleva cargada mientras los hombres llevan escoltado y amarrado a Jack hasta un auto, el auto comienza a andar y yo por ahora solo puedo ocultar mi rostro con mis manos y no logro dejar de llorar, cuando el auto se detiene ya es de noche, levanto la mirada y veo a Dean desesperado mirando hacia el auto, apenas el auto se detiene bajo y corro como puedo ignorando por completo el dolor.

—¡Dean! —grité aún con lagrimas en mis ojos mientras veo como él corre hacia mi.

—¡Emily! —gritó él acercándose más y más a mí.

Cuando nuestros cuerpos se chocan mis lagrimas salen con más fuerza, soy levantada por sus brazos y por instinto amarro mis piernas a su cintura, una de sus manos me sostiene por detrás y otra acaricia mi cabeza, coloca su mano en mi zona intima para sostenerme mejor pero la quita rápidamente al escucharme gemir de dolor y sentir sangre.

—Dime por favor que ese maldito no te tocó —me pidió a mí odio mirando su mano.

—Lo siento, lo siento tanto —susurré escondiendo mi rostro.

—Lo mataré, lo mataré con mis propias manos —dijo con rabia mientras me lleva hacia nuestro auto pero se detiene en seco—, ¡Maldito hijo de puta! —gritó lleno de furia cuando ve como sacan a Jack del auto a golpes.

—Sabes Harris, estoy muy feliz en este momento —dijo Jack, su voz suena ahogada, como si no tuviera energías—. Porque logré sacarte de su cabeza y por un buen tiempo yo seré lo único en lo que ella piense, aun cuando este contigo...

—Lleven a ese maldito al sótano, pronto lo interrogaré —ordenó Dean a uno de los hombres y todos comenzaron a moverse—. llevaré a mi esposa a casa, dile a mamá que estamos bien y que se quede con los niños por hoy.

—Papá se va a enfadar cuando sepa que Marta esta viva —dijo James caminando junto con Dean hacia los autos.

—Y cuando se entere que Albert mato al abuelo, se tendrá que ensuciar las manos para sacarle mas información a ese maldito, nos vemos mañana —dijo Dean despidiéndose de su hermano y subiendo al auto.

En todo el camino no suelto a Dean ni un solo segundo, por fin deje de gritar pero las lagrimas siguen saliendo de mis ojos, cuando llegamos a nuestra casa Dean cura todas mis heridas y yo no lo suelto un solo momento, las cura con rabia, mi vagina está roja, hinchada y con unos cortes por el golpe que me dio, mis nalgas están rojas, arañadas y la mordida había sido bastante profunda porque quedo marcada y mi cabeza me duele como nunca, no me había dado cuenta que las esposas cortaron mis muñecas y las cuerdas empeoraron el moretón de mi tobillo, tengo que soltar a Dean un momento para que cure mi tobillo mientras yo abrazo su almohada, a media noche estamos los dos despiertos acostados en nuestra cama cubiertos por la oscuridad y nuestro edredón.

—¿Qué te hizo exactamente? —preguntó a mi odio sin dejar de acariciar mi cabeza—. Alcanzó a... ¿Alcanzó a meter algo?

—Su dedo —dije suavemente e inmediatamente sentí como se tensó—. Lo siento de verdad.

—No tienes que disculparte cariño —dijo dándome un suave beso en la coronilla—. Pero juro que él sufrirá por todo esto.

—Te amo —dije mirándolo con los ojos llenos de lagrimas—, te amo tanto, ya no quiero peleas, ya no quiero que estemos separados... yo solo quiero estar contigo, hoy, mañana, siempre, eres mi lugar seguro —Dean empezó a limpiar mis lagrimas—. Por favor dime que ya no vamos a separarnos nunca más.

—Nunca más nos separaremos, te lo prometo cariño, yo te cuidaré hoy, mañana y siempre.

Me aferro a él con fuerza y después de un momento levante la mirada para verlo.

—¿Cómo saliste de lo de Mariana?

—Cuando te llevaron me dejaron un tiempo ahí y cuando me sacaron me llevaron a una capilla improvisada en una casa vieja de una mujer, estaba algo demente pero estaba feliz por la "boda" de su hija —dijo haciendo comillas con uno de sus dedos—, estaba apunto de firmar ese papel cuando James entró al sitio con todos nuestros hombres, le clave el lapicero a Albert en el pecho y logramos capturar a todos —empezó a acariciar mi mejilla—. Mariana casi se arroja por la ventana pero lo impedí y su madre se desmayó del susto, por suerte cuando despertó no se acordaba de la boda ni de nada, decía que si habíamos visto a su hija, que llevaba desaparecida mucho tiempo.

—¿Y mi madre?

—Estaba en el motel esperando a que Jack terminara contigo cuando la capturaron.

—¿Y Marta?

—Esa perra intentó volarse pero James la logró alcanzar.

—¿O sea que ya no hay peligro? —pregunté apretándome más a él.

—No cariño, ya no lo hay —dijo rodeándome con sus brazos con fuerza—. Y estoy seguro de que ya no los habrá mas.

—¿Por qué estás tan seguro?

—Solo confía en mí, estaremos bien de ahora en adelante, ahora tratemos de dormir, esa silla me dejó agotado.

Pero no pude dormir, tenia muchas pesadillas, con Jack, con su miembro acercándose a mí, con Dean en el suelo lleno de sangre, y ademas de eso la historia de como todos me usaron para un fin tambien me da vueltas en la cabeza, incluso la historia de Dean, pero no estoy de humor para hablar de eso ahora, probablemente nunca lo hablemos y dejaré que el tema muera ahí, lo único que quería en este momento es estar tan pegada al cuerpo de mi esposo como fuera necesario.

—Olvidaba algo —dijo Dean levantándose un momento y buscando su pantalón, camina hacia la cama pero en vez de subirse de nuevo se arrodilla frente a mí.

—Esto es tuyo —dijo sosteniendo el anillo que me dio—, eres la única a la que le quiero ver este anillo puesto siempre —deslizó el anillo en mi dedo anular haciéndome sonreír.

Sube a la cama de nuevo y vuelve a abrazarme.

—Te amo Emily —dijo suavemente—. Siempre te amaré.

—Yo también te amo —dije entrelazando nuestros dedos y besando su mano.

Solo deseo que la noche no termine, deseo que nunca llegue la mañana para tener que separarnos de nuevo.

Enlazados hasta el finحيث تعيش القصص. اكتشف الآن