[15] Ángel

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Unos escasos meses pasados de la conmoción de la muerte de Fu Yamanaka, Mina estaba bastante mejor en comparación en los primeros días y semanas, ahora salia de vez en cuando con sus amigo, sintiéndose mas cómoda al hacerlo, y hacia mas cosas que quedarse tirada en el suelo mirando el techo deprimida en la sala de estar de su casa en medio de una gigante villa totalmente vacía donde cientos de personas fueron asesinadas.

El panorama definitivamente no había sido muy bello, pero ella había logrado cambiar eso.

—Ha mejorado, ¿no es así? —pregunto Sakura a Ino caminando junto a ella de forma tranquila alrededor de la aldea.

—Si... Lo extraño es que fue de un día para otro —comento extrañada—. Paso un mes completamente encerrada, y de un día para otro salio, ¡y a la semana nos sonrió! —exclamo

—Si, es sospechoso —asintio poniendo un dedo en su barbilla y mirando un punto fijo—. ¿Que sugieres? —volteo a verla con el ceño ligeramente fruncido.

—Realmente no sé, esperemos y luego le preguntamos, ahora debe continuar con el duelo hasta que se familiarice mas —dijo, ya que creía que si ella aún sufría la falta de Fu, considerando que ella no lo veía tanto por actividades que los dos habían tenido, no se quería imaginar a la Uchiha que había empezado a vivir con él y habían compartido mas cosas desde pequeños.

Contrario a lo que Ino pensó, esa misma noche, Mina, salio de su casa recién iniciada la madrugada asegurándose de pasar totalmente desapercibida para salir de la aldea y alejarse de ella una distancia cercana a los dos kilómetros. Ya lejos y llegando a un arroyo, ella se sentó para girar de inmediato la cabeza al sentir como alguien dejaba de ocultar su chakra y empezaba salir de entre las sombras, generando que la femenina sonriera y estirara una mano para que ocupara alguno de sus lados.

—Hola, Utakata —saludo dejando que este pasara una mano por su cintura y la abrazara algo desde atrás, permitiendo que ella usara uno de sus hombros para apoyarse—. ¿Como has estado?

—Bien —contesto haciendo burbujas con su pipa para entretener a su compañera— ¿Tu como lo llevas?

Ella suspiro y miro la noche estrellada mientras el viento arrastraba a las creaciones de Utakata.

—Gracias a ti, mejor que antes —aseguro mirándolo y sonriéndole para cerrar los ojos disfrutando del momento—. Este es casi mi único tiempo para relajarme, con los demás... debo fingir una sonrisa, aunque no tanto como antes para que no se preocupen demás, cuando pasa eso es... incomodo.

—Conmigo no debes fingir nada, puedes ser sincera siempre —dijo.

Por alguna razón, Mina se sonrojo sin saber si fue por como su voz sonó en ese momento o por el momento, pero el color estaba allí.

—Lo sé —contesto con un pensamiento saltando en su mente—. Utakata... ¿Como me encontraste ese día? Estaba aquí llorando de madrugada, ¡y de repente apareciste! ¿Que hacías? —inquirió con una sonrisa.

—Bueno, desde la ultima vez que nos vimos he estado recorriendo las aldeas, pase por el País del Sonido, el País de la Hierba y luego llegue aquí, así que, como me encontraba cerca de Konoha, considere ir a buscarte, pero terminaste encontrándome tu primero.

—Oh, ya veo —asintio despacio alrededor, recordando ese día.


Flash Back

Habían pasado tres semanas de la muerte de Fu y la necesidad de llorar sola en algún lugar que no fuera su casa se había convertido en algo abrumador, no quería sentirse encerrada en el mismo lugar deprimente entre cuatro paredes que eran el testigo constante de como sus amigos iban a insistir en que saliera casi todos los días.

𝐑𝐄𝐍𝐄𝐆𝐀𝐃𝐀 [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora