Lesión de vida - Capítulo III

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¿Quién recuerda la confesión de Ángel Di María contando cómo se infiltró en la final del Mundial Brasil 2014?
Cuatro años después – ya en pleno Rusia 2018 – Ángel, el creador de los corazones con las manos luego de cada gol convertido, reveló por qué el Real Madrid no lo dejó jugar aquella final frente a Alemania en tierras brasileñas. 

"Yo estaba sentado en la camilla a punto de recibir una infiltración en la pierna. Me había desgarrado el muslo en los cuartos de final, pero con la ayuda de los antinflamatorios ya podría correr sin sentir nada. Les dije a los preparadores estas palabras textuales: Si me rompo déjenme que me siga rompiendo. No me importa, sólo quiero estar para jugar". 

(Fragmento de la Carta de Ángel Di María para "The Player's Tribune", junio 2018.)

Después de haberse probado y haber quedado pre-seleccionada para el Club Atlético Tigre de Victoria, a Belén le empezaron las molestias musculares: dolor, cansancio y agotamiento. Aunque suene redundante este último. Es que, no recuerda haber corrido tanto, ni siquiera en el potrero del barrio con sus vecinas, en cualquier tarde calurosa. Ni cuando por cosas del destino perdió algún colectivo intentando alcanzar llegar a la parada. Pero no se queja. Lindos momentos le quedan en su memoria de tardes a puro fútbol, con aquellas mujeres que hoy ya no pueden correr (y  quieren hacerlo) porque los mandatos sociales las condenan y los órdenes preestablecidos las "hunden": son madres, esposas "de" y cocineras "para". Todo aquello que Belén ve como un "martirio" desde lejos. En fin, esos dolores que tiene post partidito de prueba, se los banca. Sabe que quiere CELESTE, por lo tanto, le va a costar y en este caso a doler. Para colmo, se le suman a estas contrariedades, el período y/o el famoso Andrés. El verdadero martirio del que no puede safar.

Se pone hielo. Mucho hielo para desinflamar y relajar. Espera que su entrenador le dé el "Ok" para que el kinesiólogo la vea por segunda vez. Es en el peroné. En el derecho. Belén se lamenta.

Sin entrar en generalizaciones llega la hora de la siesta. En la Tv de la cocina de Carla, se escucha de fondo el "debate": Las mujeres del fútbol dice abiertamente la conductora del ciclo. Aclaración: no aquellas mujeres que juegan al fútbol, sino aquellas esposas de los jugadores de fútbol de la selección Argentina. Surge entre Carla y Belén el cuestionamiento ¿Acaso no tienen nombre ellas también? y ¿no son protagonistas de otras actividades/roles aparte de ser caratuladas como "mujeres de los hombres del fútbol"?

   Aunque parezca un panorama  del siglo pasado, todavía esto sigue ocurriendo en varios escenarios. El machismo con todas las letras, no sólo pasa en territorio argento, sino en la región.

El presidente del Deportes Tolima (Colombia), Gabriel Camargo, afirmó que la Liga Femenina de fútbol es un "caldo de cultivo del lesbianismo", no es rentable para los clubes, y que en este deporte las mujeres beben más alcohol que los hombres. Un punto de comparación para creerlos a ellos superiores, desde su perspectiva discriminatoria y homofóbica. De esta manera, el susodicho despertó el repudio de las jugadoras de su equipo y de toda la Liga Femenina. Una de las referentes que salió a defender no sólo al género, sino al deporte que practican, fue Yoreli Rincón, la jugadora número 10 del seleccionado colombiano femenino, quién dijo lo siguiente: "Presidente Camargo no se olvide de donde vienen sus hijos...  una mujer. ¿O quiere una futbolista que le planche la ropa y le lave los platos al club? Ojalá saque pronto en su equipo masculino un doblemente campeón con jugadores que no tomen trago y que no tienen más de una mujer. Respete", sentenció en su cuenta de Instagram mediante una History.

Belén todavía recuerda la anécdota de ese mismo día. Cuando antes de que se viralice la desafortunada frase del colombiano, ella discutió con su primo Manuel. Y pensaba que con ese nombre, su pariente no debería ser dueño de otro castigo. La discusión había empezado porque él la trató de "marimacho", un término del lunfardo argentino, que por lo general se usa como palabra de estigmatización hacia las niñas que juegan con varones desde la infancia, o mismo que juegan con juguetes que no tienen género, pero sí un significado cultural aceptado colectiva,y quizá inconscientemente (jugar a los autitos, bloques para armar, robots, etc.). Manuel un nene de 15 años, expresó sin reparo: "Jugá con las nenas, parecés una marimacho. Ellos tienen fuerza". De todas maneras no es solo algo a criticarle a Manuel. Nuestra vida está llena de "Manueles", hasta algunas veces son nuestras propias madres, tías, abuelas dueñas de otra generación quienes nos gritan o dicen cosas similares, y claro, duele más. Por su parte, Belu agradece el hecho de tener una hermana mayor que jamás le haya reprochado/cuestionado su comportamiento y lo que hace. Por cierto, la acompaña. Aunque a Carla - su madre -  un tanto le moleste. Pero a lo que la chica soñadora más le perturba interiormente, es que la comparen con Lionel Messi. Solo porque juega a la pelota, porque ni siquiera se han tomado el trabajo de ir a jugar con ella para argumentar la sentencia. Belén prefiere que la comparen con Marta (jugadora brasilera) o con su tocaya: Belén, pero Potassa. Además, quiere que se deje de normalizar solo mencionar a los hombres del campo de juego, los más populares. ¿Son talentosos? No cabe duda. Pero hay talentos silenciosos, invisibilizados, o si se quiere impopulares. Sin embargo, no dejan de ser importantes en el ámbito del amateurismo o el anonimato. Hay que mostrar a nuestras leonas de la pelota, nuestras guerreras dentro y fuera del rectángulo verde.





Ovarios y Pelotas: más que fútbol femeninoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora