-Elena dijo que no quería salir con él. -se recostó en una de las paredes, cruzando sus brazos.
-Como se nota que no conoces a tu hermana. No siempre las personas dicen lo que sienten.
-Ustedes son extrañas. No sería más fácil simplemente admitir lo que sienten?
-No nos gusta lo más fácil, todo lo que es difícil al final siempre vale la pena. -le sonreí, que como siempre ella no respondió -Quería ver como es tu verdadera sonrisa.
-¿Mi sonrisa? Porqué?
-Sólo curiosidad, creo. Tú siempre eres tan seria.
-No me gusta estar sonriendo por nada.
-No sabes lo que te estas perdiendo. -sonreí, reforzando mi frase - Se siente tan bien recibir y dar una sonrisa, el día cambia totalmente.
-Carajo, tú eres muy soñadora. El mundo no sólo es alegría.
-Sólo cuando la gente no quiere que lo sea. Tú tienes una familia que te ama, amigos que siempre están apoyándote, un hogar, salud, estudio...¿Qué más necesitas para ser feliz?
-Varias cosas.
Negué con la cabeza y suspiré, rindiéndome de ese asunto.
-¿Tomaste un baño? -pregunté, para romper el silencio que se estableció.
-Dios mio, que majadería la tuya y esas cosas de los gérmenes. Si, tomé un baño, feliz?
-Mucho. -sonreí para provocarla.
-¿Cómo una persona tan pequeña puede ser tan irritante?
-¿Cómo una persona tan bonita puede ser tan aburrida?
Natalia me miró, su rostro mostraba unas ganas de reír que de seguro me atraparían.
-¿Qué dijiste Alba? -preguntó, viniendo a sentarse a mi lado.
-Nada, no dije nada. -bajé mi mirada.
-Ah, si dijiste algo.
-Tú sabes lo que dije.
-Hey, mírame. -tomó mi barbilla levemente, levantándola - ¿Es verdad lo que dijiste?
-¿Que eres muy aburrida? Si. -me hice la desentendida.
-Lo otro que dijiste. -continuó mirándome.
Asentí, muy tímida, queriendo salir corriendo de ahí.
-Tú también eres muy bonita. -elogió, pasando su dedo en mi mejilla, como haciendo un cariño.
Me puse muy roja, mordiendo mi labio inferior.
-No hagas eso. -pidió, pasando su dedo en mi labio, en donde yo mordía -por mi bien, no lo hagas.
-Está bien. -hablé con mi voz muy baja, muy confundida por el cambio repentino de Natalia, en la forma de tratarme.
-Por cierto, yo sé que soy bonita.
-Cuanta modestia.
Natalia me guiño y al igual que yo, se acomodó mejor en la cama.
-Será que aquellos dos allá abajo ya se besaron?
Me encogí de hombros y comencé a tocarme las puntas de mi cabello.
-Caramba, tengo mucho hambre. - se lanzó hacia atrás en la cama.
-Acabamos de cenar.
-Un aperitivo en la madrugada hace bien.
ČTEŠ
The Exchange (ALBALIA)
FanfikceEsta novela no es mía... pero es muy buena. Tratare de adaptarla lo mejor posible.
Capitulo 11
Začít od začátku