Maratón 5/7

1.9K 245 54
                                    

Narra Mina.

Cerré con fuerza la puerta de mi casa.

Tenía unas inmensas ganas de gritar hasta romperme las cuerdas vocales pero las reprimí.
Lo que no pude reprimir fue mi incontrolable llanto.

Caí de rodillas al suelo y comencé a soltar todo.

—¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Soy una estúpida! —Exploté— ¡¿Por qué?! ¡¡¡¿Por qué todo tiene que ser una mierda?!!! ¡¡¡¿Por qué tuve que nacer?!!!

—¿Mina?

—¡¡¡ME ODIO, ME ODIO!!! ¡¡¡POR QUÉ TODO ME TIENE QUE SALIR MAL!!!

—Mina, ¿qué sucede? —Alcé la vista y vi a mi padre.

Enseguida sentí su abrazo y me aferré a él con toda la fuerza que quedaba en mí.

¿Por qué siempre arruino todo?

—¡¡¡Me odio, papá, me odio!!!

—Shh... Tranquila. Todo estará bien —Oí que dijo mientras daba palmaditas en mi espalda como a una niña pequeña.

Es que así es como me sentía, tan indefensa como una niña.

—Papá...

—Todo está bien.

Eso quisiera.

Nos quedamos en la misma posición durante unos eternos minutos, hasta que mis lágrimas  se secaron en mi rostro y empecé a tiritar de frío. Logre calmarme un poco aunque ahora tenía hipo.

Media hora después me encontraba sentada en el sofá con una cobija en mi espalda y una taza de té entre mis temblorosas manos.

Nadie dijo nada durante ese intérvalo.

Sabía muy bien que mi padre estaba preocupado por mí y que seguramente esperaba que yo dijera algo por mi propia voluntad, sin presiones ni interrogatorios pero, hablar sobre lo que estaba carcomiéndome por dentro era lo último que quería hacer.

Ni siquiera podía mirarlo a los ojos, no luego de que me vió en medio de un derrumbe emocional.

—Mina —dijo sentado en el pequeño sillón frente a mí— , hija... No sé que fue lo que pasó pero estás a salvo aquí. Lo que sea que quieras contarme puedes hacerlo. Puedes confiar en tu padre, ¿sí?

—Papá, no me siento bien, quiero ir a acostarme.

—Está bien. ¿Quieres que llame a tu madre?

—No. Es decir, no quiero preocuparla.

—También estoy preocupado. No tolero verlas llorar, ni a ti ni a tu madre.

—Lo sé.

—¿Acaso peleaste con una de tus amigas? ¿Con todas? —Su voz se endureció—. ¿Alguien te agredió?  Dímelo o pensaré lo peor —habló en tono exigente y se puso de pie.

—Tuve una discusión con Sana, eso es todo —Mentí—. Pero ya está.

—Entonces la llamaré para preguntarle —Sacó su teléfono— , llamaré a su casa.

—No... —Me levanté de inmediato.

—Dime la verdad, Mina —dijo con firmeza—. Por favor.

—¿La verdad? —Tomé una bocanada de aire— La verdad es que discutí con Chaeyoung, peleamos y terminamos. Eso es todo, ¿contento?

—Por supuesto que no, ¿Cómo puedo estarlo?  Lo siento, hija —Se disculpo para luego abrazarme con consuelo.

Sin embargo el abrazo fue breve. Me soltó y me miró seriamente.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐌𝐲 𝐁𝐨𝐨...! (𝐌𝐢𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠)Where stories live. Discover now