𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐌𝐲 𝐁𝐨𝐨...! (𝐌𝐢𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠)

Capítulo 19

Narra Chaeyoung.

No sé de dónde había sacado valor para reprocharle esas cosas a Mina. Puede que me haya servido el hecho de que se sintiera culpable por lo de la fiesta pero le hice frente a la situación y eso me daba ánimos.

Aunque quería decirle muchas cosas más obviamente no podía. No me convenía hacerla enojar, después de todo aun tenía el video y, mientras lo tuviera, debía tolerar su comportamiento.

Como sea, entré al salón y vi a Somi. Tal parece cursaremos la misma clase.

Me acerqué a ella y me senté a su lado.

—Hola.

—¡Chaeyoung!

—Qué bueno verte aquí. Solo me junto con Dahyun y ella no cursa esta clase.

—Dímelo a mí. Es mi primer día y no conozco a nadie. Además este instituto es grande y es difícil no perderse.

—Ya te acostumbrarás a esta escuela, además ya puedes considerarnos a Dahyun y a mí tus amigas.

—Gracias Chaeng, ¿puedo llamarte Chaeng?

—Claro, suena bien —Qué linda.

—Bien... ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Sí, no pidas permiso.

—Chaeng ¿Todo está... bien?

—Sí. ¿Por qué?

—Por... Olvídalo, no debí preguntar.

—No pasa nada, solo no entendí la pregunta.

—Es que la chica que vino a buscarte te habló tan seria y demandante —¿Sana?— , y como dijo que te esperaban en la terraza, creí que te habían hecho algo.

Joder, nadie jamás se había preocupado tanto por mí...

—No te preocupes, no me hicieron nada. Solo querían hablar conmigo.

—Ah, okay —Me sonrió.

Qué amable.

—Dime Somi ¿Cuál es tu materia favorita?

—mm... Literatura —Wow. Generalmente la gente suele responder "el recreo".

—Oh, a mí también me gusta. Si eres de Canadá sabes inglés ¿No?

—Sí, es mi primer idioma.

—Genial. Entonces te pediré ayuda para esa materia —Reí. En serio me cuesta esa materia.

—Jaja... claro y tú puedes ayudarme con el coreano.

—Trato hecho —Nos reímos.

Justo tocaron el timbre y vino el profesor de ciencias. La primera hora fue teórica y en la segunda fuimos al laboratorio e hicimos un trabajo en parejas. Me divertí mucho con Somi ya que era igual de torpe que yo.
Cuando volvió a sonar el timbre fuimos por nuestras mochilas y nos dirigimos a la cafetería de la escuela.

—Dahyun nos debe estar esperando allá. Espero que haya conseguido lugares disponibles.

—En la escuela donde iba, cada grupo se adueñaba de una mesa en la hora del almuerzo ¿Aquí sucede lo mismo?

—Lamentablemente sí. A veces llegas temprano pero no puedes elegir una mesa porque vienen y te sacan —Y terminas comiendo en las escaleras.

Sí, lo decía por experiencia propia.

—Wow, no deberían hacer eso. Las mesas y las sillas son de la escuela, no de ellos.

—Es lo que siempre le digo a Dahyun. Una vez tuvimos que almorzar en el salón porque no conseguimos lugares —Aun recordaba ese día. El timbre ya había tocado, todos volvieron al salón y Dahyun y yo seguíamos con los palillos en la boca. Qué tiempos aquellos, me emocioné.