ʟᴀs ᴘɪsᴀᴅᴀs ᴅᴇʟ ʟᴏʙᴏ |Jacob Black|

EPÍLOGO

—¿Estas lista amor?

Aaly se giro con su bebé en brazos, hacia el umbral de la habitación de la pequeña Grace. Con el hombro apoyado en el marco, Jacob las miraba sonriendo.

Habían pasado tres días desde el nacimiento de Grace, y Emily había preparado una fiesta para presentar a la bebe a la manada. Fue un lindo gesto que ni Jacob ni Aaly pudieron negar. 

Jacob se acercó a su mujer, y la abrazo por la espalda a medida que agachaba su cabeza para dejar un beso tierno en la cabeza de su hija. La pequeña soltó una leve sonrisa, y sus ojos negros miraron a su padre.

El no pudo resistir a tal acto y la sacó de los brazos de su madre para acurrucarla sobre su pecho. 
Aaly estiró sus labios en una sonrisa, y se acercó a la cuna para colgar el bolso en su hombro. 

—¿Vamos?

El beso sus labios y asintió yéndose primero. Aaly rodó los ojos divertida. Siempre pensó que ella seria la apegada, pero Jake le ganaba por dobles puntos.

El siempre estaba encima de ella, riendo, acariciandola, haciendola dormir. De pronto Jake se transformó en más mamá que ella. 

Se adentraron al auto, y Aaly en el asiento copiloto con Grace en sus brazos, dejó que Jacob le pusiera el cinturón de seguridad.

—Hoy conocerás a la familia princesa.

Aaly bajo el espejo del auto, y se miro.

—¿Me veo bien?

Jacob la miro y sonrió deleitado ante la imagen.

— Eres hermosa siempre.

Aaly hizo un puchero ante lo adorable que había sido. Y Jacob encendió el motor.

—¡Ya están aquí! — Grito Seth junto a la pequeña Ness.

Sam, Emily, jared, Paul, Leah, Quil, Embry y nuevos miembros en las nuevas manadas los esperaban ansiosos.

Jacob fue el primero en salir, y abrió la puerta de copiloto. Vestida de un vestido blanco hasta arriba de la rodilla, y con una bebé de piel dulce de leche tapada con una manta color crema, se hizo a la vista de todos. 

—¡Oh por dios voy a llorar! — Exclamó Jared abrazando a Paul, el mayor lo empujó entre risas.

—Aun no han dicho quienes serán los padrinos — Dijo Leah haciendo reír a Aaly, que poco a poco se acercó. 

— No hace falta, su familia es la manada.

Embry se sintió de pronto más ansioso de lo normal.

—¿Quieren verla? — Pregunto Jacob, apartando la manta que cubría un poco el rostro de su pequeña.

—¡Es hermosa!— exclamó con alegría Emily quien fue la primera en acercarse junto con Leah. La pelicorto miro a Aaly con lágrimas en sus ojos.

Ante eso todos se acomularon al rededor de Aaly, para mirar a Grace.

— Que bueno que se parece a ti Aaly. Grace tendrá buenos genes.

Jacob le dio un puñetazo en el estómago a Paul.

— No te pases de listo.

El mayor soltó una carcajada. Embry aun no se había aproximado, y no porque no quería sino porque no podía.

—Oigan dejen espacio.— se quejo. Jared y Seth quienes estaban al frente suyo se corrieron un lado.

— Es adorable— murmuró Jared apretando suavemente la mejilla de la bebe.

Embry al fin pudo verla.
Mejillas rosadas y redondas , piel aceitunada, pequeños y cortos cabellos negros. Embry ebozo una sonrisa, la pequeña hizo un pequeño sonidito con su boca y sus dedos tomaron el dedo índice del chico con fuerza.

— Le agradas— Dijo Aaly mirando a Embry. El chico sonrió y sus ojos oscuros se posaron sobre los de la niña.

Su entorno desapareció.
De pronto se vio a el mismo flotando en el espacio, las cuerdas que lo ataban a la tierra, se cortaron de un filoso movimiento y salieron flotando lejos de él. 
Se sintió perdido y vacío hasta que una cuerda apareció y acarició su mejilla, rodeo sus pies, y lo ató con el doble de fuerza. Una sola, una cuerda de ojos negros, quien aún era una bebé.

La cuerda se estiró hacia abajo y cayó al suelo.

Las imágenes volvieron a el y los sonidos se hicieron presentes.

En él , estaban todas las miradas. Aaly soltó el aire asombrada. Había algo extraño, mágico y profundo en los ojos de Embry, algo que ella había visto tiempo atrás en Jacob la primera vez que lo vio. Grace se removió y soltó lo que parecía ser una risa.

— Oh oh. — Dijo Paul.

Jacob miro a Embry con los ojos salidos de su rostro. Furioso, alejó a el chico de su hija.

—¡Jodido hijo de puta!

—¡Jake detente!

—¡En la cara no!

Embry termino adolorido bajo un árbol,  y Jacob lo miró con superioridad y disgusto. Movió los dedos de su mano, relajando sus músculos. 

— Hasta los 30 te quiero lejos de ella.

Todos estallaron en risas.