Una inesperada llamada causa que Aaliyah Cooper tome el primer vuelo al pequeño y fantasmal pueblo de Forks. Inmediatamente se ve rodeada de extraños misterios y antiguas leyendas que rodean las calles del pueblo, dispusta a hallar la verdad tras la...
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Aaliyah.
Los temblores se detuvieron. Jake levantó la vista encontrándose con la mía y entrelazó nuestras manos.
—Sam vendrá pronto. — bajo la mirada soltando un suspiro entrecortado. — tenemos que prepararnos para lo que sea — me miró y trague saliva. El se levantó y me tendió la mano.
— ¿Que harás? — le pregunté al ver su semblante serio y oír su frío tono de voz. Me levanté del suelo y al recibir solo su silencio y ver que se iría sin más sujete su camisa atajandolo. El me miró sobre su hombro y negué. — Jacob lo prometiste. — no quise creerlo, pero su mirada me lo dijo todo. — No. Prometiste no hacer nada.
— La mató. — escupió con odio. Negué otra vez. Sujetándolo con mas fuerza.
— Hiciste una promesa.
—¿Que debo hacer ahora? ¿Quedarme sentado?. ¿Ver como esa cosa crece y crece, y desearle una feliz vida sabiendo que mató a su madre desde adentro? — el filo de sus palabras, el odio que derramaba en ellas, me hizo estremecer imaginar lo que haría con la pequeña que descansaba escaleras arriba.
— Por favor Jacob.
Le suplique. Solo quería que se detuviera, que lo pensara quisiera. Que recordara la promesa que le había hecho a Bella, que recordara su rostro, que volviera en sí, y se atajará a pensar – que a pesar de que Bella había muerto– ella se había ido en paz sabiendo que su hija estaría protegida por él.
Jacob respiro hondo. Se quedó en silencio,quieto en su lugar. Su mirada estaba perdida en el ventanal reluciente donde paredes adentro se encontraba la rubia junto a la pequeña. Sus labios se separaron de forma tenue y justo cuando iba a hablar, Seth se aproximo a nosotros.
— Los puedo oír. Están cerca Jake. Todos ellos — el miedo cruzó por sus ojos, y ellos rebosaban un profunda desasosiego.
Apreté mis labios, y una fina línea se cruzó entre mis cejas, mis ojos se elevaron al ventanal y el temor agobio mi corazón.
— Ellos no pisaran la casa. — aseveró Jacob con su expresión enfurecida. Miró a Seth con el entrecejo arrugado y los labios fruncidos. — Entra adentro y vigila el cuarto dónde está la rubia. Si algo pasa, no dudes en atacar.— Seth asintió y salió corriendo. — rodaremos la casa, cualquier movimiento estén atentas. Iré adentro y le avisaré a Edward. — nos ordenó. Ambas asentimos. Su mirada se detuvo en mí, su rostro se mostraba intranquilo — Cuídate ¿Okey?.
— Claro, y yo estoy de adornó— Leah rodo los ojos con diversión, y la esquina de la boca de Jake, se curvo hacia arriba.
— Tu también Leah.
— No vale, lo dices por compromiso. — refunfuño ella cruzándose de brazos. Una pequeña risa salió de mis labios. — Ya vete, no deben estar lejos. — recobro su postura sería y su rostro neutro. El asintió y me hecho una ojeada antes de irse.
