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Basta ya, dejame en paz.

Todo era un mar de oscuridad, tan sólo la niebla se notaba por su color grisáceo, un lugar desolado, el silencio llegaba a ser sofocante, su mirar giraba hacia todos los puntos más no lograba ubicarse donde se encontraba, quería salir más sentía u...

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Todo era un mar de oscuridad, tan sólo la niebla se notaba por su color grisáceo, un lugar desolado, el silencio llegaba a ser sofocante, su mirar giraba hacia todos los puntos más no lograba ubicarse donde se encontraba, quería salir más sentía unas sombras sostener sus pies, el pánico abundaba y los recuerdos surgían. Era la pesadilla de la cual estaba consciente de que trataría pero su cuerpo no parecía querer reaccionar siquiera para abrir los ojos, no quería sumergirse nuevamente en ese mundo, volver a pensar en esos días, días en los cuales no queria estar, no quería verlo, no denuevo.

Más no tenía opción cuando su cuerpo no cooperaba, hundiéndose en la oscuridad que lo llevó a los recuerdos de su casa años, muchos años atrás cuando era un pequeño y tierno niño con muchos sueños de adulto, con estudios por delante, con una infancia la cual... Lamentosamente no fue la que se esperaba, la vida talvez se encargó de no darle una niñez justa y merecida o talvez él...


El golpeteo de la puerta retumbó por toda la casa, haciendo así el notar de la presencia de ese ser, ese característico olor, esos gruñidos que le erizaban la piel y las quejas que a un final no terminarían bien. Su pequeño él permanecia la gran mayoría del tiempo escondido, con miedo, porque si era encontrado nada bueno pasaría. Su padre. Ese señor que le arrebató todo lo que de pequeño soñó, quien le arrebató la felicidad que en el futuro hubiese tenido, ese que le diagnosticó lo que hoy en día tiene sin siquiera saber.

Su infancia no fue buena, solo tres personas hacían de sus días los mejores, su madre, su hermana y por supuesto su Yoongi. Podía ser feliz con esas tres personas especiales más un cuarto no se lo permitia.



-¡Basta papá! ¡Deja de hacerlo!.-lloriqueaba el pequeño Hoseok.

Su frágil y pequeño brazo era sugetado por la gran y grosera mano de su padre, este sin querer soltarle.

-¡Cállate maldito niño!.-respondió el mayor, su aliento aprestaba a alcohol.

Pará peor no siendo de los borrachos tranquilos.

-¡Papá sueltame me lastimas!

-¡Dije que te callaras estúpido enjendro!

El silencio se hizo presente cuando sin ningún aviso un golpe impacto en la mejilla del menor, Hoseok era consciente de que tal cosa pasaría por ello intentó no llorar porque sabía que más daño le causaría. Eso era todos los días e incluso siendo más doloroso cuando su padre estaba sobrio, esos, justo esos momentos todo iba peor que antes, nunca midió sus palabras, sus acciones, nunca fue un verdadero padre.

'Tan solo hubiese deseado que que mamá lo hubiese dejado mucho antes'

El miedo era mucho que incluso su madre temía de su propio esposo, múltiples veces intentó poner demanda más este siempre estaba encima de ella cual tóxico, cual lunático.

·My little Peter Pan· [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora