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—Hyung ¿Podemos ver una película?.-Preguntó el emocionado Hoseok.

—Claro pequeño.

—¿La bella y la bestia? No no, La Cenicienta, no no mejor La Sirenita, sí sí esa.-le miró con una hermosa sonrisa y sus ojos con brillo.

—Claro cariño, veremos La Sirenita.

—¡Pero no te duermas!

—No lo haré.... No en tú cumpleaños.-sonrió.



Y ahí con ver esa sonrisa Hoseok quedó embobado ¿Cuándo su hyung se había vuelto tan bello? ¿Cuándo se había vuelto un príncipe? ¿Su príncipe? ¿Porqué se estaba sintiendo tan extraño? Yoongi siempre a estado a su lado, ayudandolo, apoyandolo, mimandolo, queriendolo mucho, han estado juntos prácticamente desde que nació ¿Porqué ahora se sentía extraño? ¿Porqué su piel se erizaba cuando tenía muy cerca al mayor? ¿Porqué se sonrojaba? Sacudió su cabeza por tales pensamientos, Yoongi es muy lindo con él, talvez se estaba sintiendo así por que estaba apenado por todo lo que ha hecho su hyung por él y hasta ahora Hoseok no había hecho nada por Yoongi, sí, debe ser por eso.

Unos minutos más y ya se encontraban en casa de Yoongi, estacionó el auto en la cochera/garage y ambos se bajaron, el mayor fue a cerrar la puerta del pequeño estacionamiento con sólo apretar un botón para después acercarse a Hoseok y tomar sus manos.



—¿Me esperas aquí un momento bebé?.-Preguntó Yoongi regalandole una tierna mirada.

Hoseok asintió ya sonrojado y Yoongi besó sus nudillos intensificando más el color rojizo en su rostro.

—No tardó ¿Va?


Sonrió nuevamente y entró a la casa, lo único que le faltaba era encender las velas del pastel especial que había comprado para Hoseok, una individual solamente para él, encendió las cinco que habían con rapidez y cuidado, se acomodó un poco el cabello y a paso rápido volvió donde Hoseok, abriendo la puerta hacia el garage despacio.

No más entrar y se encontró a Hoseok haciendo muecas con el reflejo de una de las ventanas de su auto, sonrió enternecido, su amor por Hoseok superaba el ki de vegetta y goku juntos. Se acercó lentamente hasta quedar muy cerca, el menor al sentir su presencia se volteó con rapidez apegandose al auto y colocando una mano en su pecho por tremendo susto que le había pegado Yoongi.


—¡Hyung! ¡No haga eso! ¡Por poco y me da un infarto!.-puchereo Hoseok.

—No quiero que mi bebé muera.-colocó sus manos en la cintura del menor acercándose más.


Hoseok sonrió, abrazandolo por el cuello pegando su frente con la del mayor sonriendo ambos a la vez, sumergidos en ese ambiente cálido, amoroso y sólo de ellos, entre silencios, respiraciones y sus deliciosos perfumes, Yoongi con un aroma fresco, muy masculino como las fragancias de un hombre hecho y derecho y Hoseok con un aroma fuerte y dulzón como las fragancias de bebé, exquisitos para ambos.

Hoseok miraba hacia abajo apenado, Yoongi era muy lindo para que lo tratara así ¿Realmente se merecía que fuera tratado así por Yoongi? Era demasiado pero le gustaba, se sentia rico—muy afortunado— al lado de Yoongi pero de verdad le gustaria recompensar a Yoongi, hacer algo por él, quería estar justos.

Yoongi se relamio los labios acto que aceleró el corazón de Hoseok, se acercó más al menor lentamente, por el otro lado el menor cerró sus ojos fuertemente nervioso, había jurado que si Yoongi volvía a estar así de cerca se lanzaría sobre él y lo llenaría de besos pero ahora no podía ni moverse, esperando tal acto por el mayor levantó un poco su rostro recibiendo un beso en su mejilla, abrió los ojos por el cambio de sensación sorprendido.


·My little Peter Pan· [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora