DEPARTAMENTO 35 A/B

Capítulo 11

-Primera y última vez que te metes en líos, ¿escuchaste, mocoso?

Jin Ling tenía la decencia de verse apenado, aun así, sus cejas se unían en un gesto molesto, consigo mismo y con todo en general.

Se cruzó de brazos, apretando los labios con fuerza para no arremeter contra su tío. Ahora menos que nunca, no lo quería en su contra, mucho menos si le estaba ayudando.

-¿Aún piensas seguir en el equipo? - preguntó Jiang Cheng después de un rato en silencio, la molestia en el ambiente era tan densa que Jin Ling apenas si había tocado su comida. Jiang Cheng ya estaba terminando su plato en lo que Jin Ling le contaba sobre su primer día de práctica.

Jiang Cheng acudió a recogerlo de la escuela en cuanto recibió la llamada de Wei Wuxian; al parecer, su sobrino se había peleado con uno de sus compañeros de equipo de volley, y de no ser por la intervención de Wei Wuxian para hacerse cargo de su sobrino, la escuela ya hubiera informado a YanLi. Le ahorraría un disgusto a su hermana que confiaba en que su hijo estaba haciéndolo bien está vez.

Era un acuerdo tácito entre Wei Wuxian y Jiang Cheng, sin embargo, Wei Wuxian tenía un problema que resolver con el maestro de matemáticas en primer lugar.

Entonces le correspondía a Jiang Cheng tratar con ello.

Wei Wuxian sugirió que fueran a comer, pese a las protestas de Jiang Cheng sobre premiar al mocoso por una disputa no era buena idea, el hombre lo llamo aparte y le hizo saber que era casi la única cosa que hacia hablar a Jin Ling de sus problemas. No era lo más efectivo, pero al menos se sentiría seguro para hacerlo.

La otra era Fairy, pero eso implicaría llegar a la casa de su hermana y destapar su secreto.

Tal vez era una mierda psicológica o algo así, el docente era Wei Wuxian, no era el campo de Jiang Cheng.

"Ese idiota, debería estar en mi lugar" maldijo en su mente aparentando los dientes, un momento más tarde, enfoco su mirada en el joven, quien aún irradiaba olas de frustración.

"¿Que diría ese idiota de estar aquí?" Para Jiang Cheng era más fácil actuar que hablar, resolvería este problema con un jalón de orejas al chico, pero Wei Wuxian fue muy claro en que no hiciera tal cosa si no quería empeorarlo...

Pero, ¿hablar? Jiang Cheng sabía que su sobrino tenía la culpa, al menos la mitad más grande de ella, ¿Cómo hacerle entrar en razón?

-Me voy...

El silencio se había prolongado demasiado, pensó Jiang Cheng al ver que su sobrino ha empezaba a recoger sus cosas.

-No sabes llegar a casa- señaló entonces la rebanada de pizza. -Aún no terminas. Siéntate.

El semblante de Jin Ling no mejoró, pero tampoco empeoró.

Bien. Jiang Cheng podía tratar con eso.

-Escucha...- su mente viajaba a velocidad luz para saber exactamente que decir- no serás un maldito genio de la noche a la mañana.

El rostro de Jin Ling le dijo que no habían sido las mejores palabras. Jiang Cheng resopló con fuerza.

-Tú ya sabías a lo que te metías cuando te decidiste por el volley. Acéptalo de una vez y deja de culpar a los demás, ya sé que no es la primera vez que te enfrentas a esos chicos ¿o me equivoco? Ya lo hablamos antes ¿recuerdas la razón por la que te cambiaron de escuela?

Una a una sabía que no eran las palabras correctas para decirle, pero era todo lo que podía hacer, su madre le había inculcado que era importante decir y hacer las cosas de frente en lugar de huir o hacerse el desentendido.