Capítulo 11: Bajo las Estrellas

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La Guardia estaba por terminar su patrullaje, aparentemente Azaad estuvo liderando al grupo y lo había hecho bastante bien, pero se le seguía viendo triste. Estaba al frente de todos, con su mirada a veces en el suelo y a veces en el cielo.

"Te fue muy bien con Fuli, ¿no es así amigos?" dijo Beshte.

Bunga y Ono lo afirmaron con la cabeza, aunque uno más entusiastamente que otro.

"Qué más podría hacer Azaad, Kion se quedará con Fuli... ella lo ama".

"Fuli es su amiga, casi como una hermana diría yo, además, Kion está con Rani" le dijo Ono.

Bunga soltó una carcajada, "Sí... claro, esos dos siempre se han lanzado miradas desde cachorros, me sorprende que nunca hayan sido nada". Beshte y Ono lo voltearon a ver muy molestos con él. Aún así, Bunga siguió sonriendo y agarró de la espalda a Azaad cuando este estaba por sentarse, "¡Vamos!, ¿qué tiene ese león que tú no?". Azaad lo volteó a ver con su cara triste, él se sentía humillado. Bunga siguió, "Tienes un buen porte, eres amable y divertido, además, tengo que admitir que tu carisma es comparable con el mío".

"¿En serio?", Azaad se paró al escuchar esas palabras. 

"Amigo, eres un maldito chita" Bunga exclamó.

"¡Claro que lo soy!" Azaad lo dijo con orgullo y fastidio.

Bunga continuaba animándolo con su discurso, "Eres perfecto para Fuli, amas correr tanto como ella, odias el agua tanto como ella, ¡ahora demuéstrale que la amas y sorprende a todo el mundo!".

En ese momento solo se pudo apreciar una capa de polvo por lo rápido que Azaad corrió, el trío estaba asombrados por la velocidad del chita, pero unos segundos después se sorprenderían aún más cuando este se apareció atrás de ellos.

"Oigan, ¿no hay ningún problema si Azaad deja La Guardia?".

"No te preocupes" dijo Beshte.

"Estaremos bien" dijo Ono.

Beshte y Ono le sonrieron. 

Bunga estaba en medio de los dos, "Ahora ve por tu chita", asintió para Azaad.

Azaad estaba feliz, de nuevo conseguía sonreír como solía hacerlo, orgullosamente, y otra vez comenzó a calentar sus patas, "Gracias, amigos".





Fuli y Kion ya andaban en camino hacia las tierras del reino. Estaban compitiendo en una carrera. Fuli iba muy fresca, pero en cambio Kion ya estaba más que agotado y con las patas acalambradas.

La distancia que los separaba era muy grande y apenas Fuli se daba cuenta que desde hace mucho Kion le rogaba parar y descansar. Ella dio la vuelta y se dirigió donde él estaba. Al verla detenerse en frente suyo, Kion no dudó en tirarse al suelo para así respirar apropiadamente.

Al normalizarse su ritmo del corazón, Kion miró hacia arriba para ver a Fuli. Ella estaba lamiendo sus piernas que se ensuciaron con el polvo al correr, pero dejó de hacerlo al darse cuenta que Kion la observaba. Los dos se miraban contentos, Fuli movía la cabeza de lado a lado sonriendo en señal de una irónica desaprobación y ambos comenzaron a reírse, aunque a Kion le costaba por tanto esfuerzo que había hecho.

"¿Qué pasó?, recuerdo que antes me dabas más batalla", Fuli no podía evitar burlarse de un Kion que intentaba sin éxito ponerse de pie.

"No te recordaba tan rápida" él le dijo.

"Es porque ya no soy una cachorra" ella, levantando con orgullo el pecho le respondió.

"Sí, ya me quedó claro" Kion se lo dijo en voz baja y haría un último esfuerzo para sentarse, "Ven, debemos descansar un rato" le dijo a su amiga.

El Corazón de una Chitaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن