treinta y tres

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Negué con la cabeza después de quedarme tildada mirándolo unos segundos y me uní a ellos. Jugamos un par de manos intentando no despertar a Sol y H, pero era bastante aburrido. En el medio del juego, Alejo habló en voz baja:

–¿Vamos al club?- Propuso entusiasmado y con Abril asistimos rápidamente.

–Ni en pedo- Dijo Tomás y lo miré.

No me gustaba ir mucho al club del pueblo porque estaba, literalmente, todo el pueblo. Todas las miradas estaban fijas en mí al igual que en el boliche, era un bicho de ciudad. Cuando estábamos solas pasamos el rato en la pileta de Sol, pero si íbamos con los chicos iba a ser menos incómodo y más llevadero.

– ¿Por qué no?- Le preguntó Alejo y con Abril solo llevábamos nuestra vista del uno al otro.

–Porque no, Male va a estar incómoda. Todo el mundo va a estar viendo lo que ella haga y...

–Ah no te puedo creer- Interrumpió. La mire extrañada.

–No te puedo creer que seas tan celoso de no querer que la vean en bikini- Abrí mis ojos rápidamente y Alejo largó una carcajada.

– ¿Qué? Cualquiera mandaste- Se defendió el y antes de que pueda meter otra palabra, me metí en la conversación.

–No pasa nada, si vamos todos juntos no me voy a sentir tan incómoda- Expliqué y el largó un suspiro.

Abril se levantó rápidamente a preparar un par de cosas.

Unos minutos después, estábamos en camino.
Estaba hermoso para caminar a las cinco de la tarde, con el rayo del sol, por las calles de tierra.

Hermoso.

A veces pienso, ¿cómo se me ocurre venir a estos lugares? Estaba deseando estar en mi nuevo departamento, con el aire acondicionado prendido, mirando televisión en mi cama haciendo nada. Suspiré.

– ¿Falta mucho?- Pregunte y ellos se dieron vuelta. Iban unos metros delante de mí. Estaba prácticamente arrastrando mis pies, la gente en este pueblo está tan acostumbrada a caminar.

–Una cuadra- Me dijo Alejo y siguió caminando. Vi que Tomás se quedo parado y me apresuré para alcanzarlo.

– ¿Qué pasa?- Le pregunté. Tenía una cara que hablaba por sí sola.

–Nada, hace calor- Me dijo despreocupado. Sonreí.

No éramos "nada" así que no tenía derecho a pedirme ni reclamarme nada. No podíamos estar tranquilos, dándonos un beso cuando quiéranos, porque todo el pueblo iba a hablar de eso. Era una tarde para simular que era uno más de los chicos, y eso a él lo tenía un poco loco por el hecho de no poder hacer nada.

Me adelanté unos metros y dejé un gran beso en su cachete antes de atravesar la entrada. Una sonrisa se iluminó en su cara y todo se tranquilizó.

–Yo no sé porque no te compras una malla entera- Dijo mientras buscábamos un lugar para sentarnos y los chicos largaron una risa. –Y no una entera común, una de esas que tienen tipo short... y cuanto más larga mejor.

–Dejala vivir Cenfe dale- Le dijo Alejo y el lo fusiló con la mirada.

–Vos no hables mucho porque te emboco

Reí. Todavía no superaba el beso del verano pasado.

.

Pasamos un rato tomando mate, cerca de la pileta. Buscamos un lugar con sombra porque realmente hacía mucho calor. Fui con Abril a los vestuarios para cambiarnos y cuando volvimos, Tomi estaba solo. Localicé a Alejo en la pileta y sonreí al verlo. Abril dejó sus cosas y rápidamente se unió a él. Me acerqué hasta Tomás y él se paró de un salto.

–Toma- Me dijo estirado su brazo. Tenía mi teléfono en su mano y sin pensarlo mucho, lo tomé.

–Llamo Sol para ver dónde estábamos. Perdóname que atendí- Me dijo serio.

–No pasa nada- Le dije e hice una mueca.

Se fue sin decir nada y cuando desbloqué el teléfono me dí cuenta de lo que pasaba:

"Whatsapp. Nacho. 9 mensajes".

❣️
WACHO 6K YAAAAAA, TAMOS TODOS LOCOS

cambios | c.r.oWhere stories live. Discover now